Mil grullas de papel, confeccionadas por estudiantes cubanos de una escuela primaria en la provincia de Matanzas (oeste), fueron depositadas en el Monumento a la Paz de los Niños en la ciudad japonesa de Hiroshima, cuando se cumplen 78 años del bombardeo atómico de EE.UU. a esa ciudad, informó este lunes la cancillería de la isla caribeña.
‘Espero que este hermoso gesto de las nuevas generaciones de cubanos y japoneses contribuya a hacer realidad el sueño de Sadako Sasaki: un mundo libre de armas nucleares’, comentó el segundo secretario de la embajada de Cuba en Japón, Dairon Ojeda, citado por el sitio web de la cancillería.
El diplomático cubano depositó la ofrenda la víspera, durante los actos conmemorativos por el aniversario del lanzamiento de una bomba atómica en esa ciudad japonesa, junto a estudiantes de la escuela primaria municipal Honkawa, de Hiroshima.
De acuerdo a la información ofrecida por la cancillería, las grullas de papel fueron trasladadas al país asiático por la estudiante universitaria japonesa Airi Kawaguchi.
‘Espero poder formar parte del puente para que nunca cese la conexión entre las dos escuelas más allá de las fronteras’, expresó Kawaguchi.
Ojeda participó de la ceremonia y además visitó el Museo de la Paz en Hiroshima junto al Cuerpo Diplomático acreditado en Japón, entre otras actividades del programa oficial.
Sadako Sasaki
La niña japonesa Sadako Sasaki, de apenas dos años de edad, fue una de las víctimas del bombardeo atómico contra la ciudad de Hiroshima; aunque sobrevivió al ataque, murió años después a consecuencia de la radiación.
En 1955, mientras convalecía en el hospital después de ser diagnosticada con una leucemia maligna aguda, Sasaki conoció de la leyenda japonesa del Senbazuru, en la que se dice que quien logre doblar mil grullas de papel, recibirá un deseo de vida larga o la recuperación de una enfermedad.
Se cuenta que la niña comenzó a hacer grullas de papel con los envoltorios de los medicamentos y con otros materiales que le traían sus compañeros de escuela.
Sasaki murió el 25 de octubre de 1955, a los doce años de edad, y se asegura que había logrado doblar 1 400 grullas de papel. (Tomado de Cubasí)