No se hace raro que el experimentado manager Armando Ferrer lo haya escogido para jugarse la carta de todo o nada en esta semifinal frente a Las Tunas, pues Denis Quesada ha sido la revelación del pitcheo matancero en esta temporada.
El zurdo de 25 años conversó en exclusiva con CubaSí cuando aún no sabía la responsabilidad que recaería sobre su brazo: un partido de vida o muerte para los Cocodrilos de Matanzas.
¿Qué ha influido en el crecimiento que has mostrado durante este campeonato?
«Primeramente, lo que ha influido ha sido tener esa confianza, esa fe en mí, porque anteriormente era un pitcher de relevo situacional y ahora me he convertido en abridor, gracias a la confianza de los entrenadores, que me han ayudado a crecer y paso a paso he logrado los objetivos.
«Creo que ha sido fundamental mi familia, que a través de los años nunca ha perdido la fe en mí y en especial mi mamá, hasta el sol de hoy todo se lo debo a ella, porque ya estaba a punto yo de culminar, pues no me veía ese crecimiento que esperaba y que he obtenido este año y gracias a ella, que nunca, nunca, perdió la confianza en mí. Gracias también a mi propio esfuerzo».
¿Cuáles consideras que son tus principales fortalezas como lanzador?
«La fortaleza mía siempre es estar por encima del bateador, strike por strike, buscar la manera siempre de estar por encima de él».
¿Y en lo que más debes trabajar?
«Tratar siempre de que cada lance sea al 100 por ciento, no equivocarlo. En esta etapa considero que debo seguir trabajando en todo, porque eso va a hacer que yo me curta un poquito más y vaya mejorando cada día».
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¿Te sientes seguro a la hora de lanzar, cómo manejas los nervios?
«Eso sí es algo bien complejo, porque imagínate, es primera vez y trato de dominarlo al 100, pero por momentos estoy hasta erizado, entonces pienso en mi mamá, en mí, en todas las cosas por las que he luchado, que he tratado de hacer y eso ha permitido que yo me mantenga tranquilo y tenga confianza en cada lance».
¿Qué tal ha sido el trabajo con la dirección del equipo?
«Todo súper bien. Yo siento, a veces, que ellos saben que estoy en un buen momento y tratan de ocultármelo, pero yo prefiero eso, porque nunca quisiera verme con el ego por encima de nadie y los compañeros míos han sido súper importantes también».
Para muchos, el del lunes pasado fue el juego de tu vida, sin embargo, no te anotaste la victoria ¿Qué se siente?
«Es un sabor semi amargo, pero mientras el equipo gane, feliz y contento».
Matanzas está contra la pared en esta semifinal frente a Las Tunas ¿qué podemos esperar?
«Vamos a pelear hasta el final, esto se va a terminar con el último juego». ( Por: Giusette León García / CubaSí)