Cocodrilos celebran victoria en quinto juego. Foto Yorexis Cordero.
No hay peor batalla que la que damos por perdida, y eso no está en los planes de la tropa de Cocodrilos de Armando Ferrer ni de los miles de aficionados que confían en la remontada, en la fuerza de su equipo y en las ganas de vencer de cada uno de los jugadores.
Con dos derrotas en el estadio Julio Antonio Mella, el camino era ganar sin margen a la duda y aunque las cosas no salieron perfectas, lo cierto es que los Cocodrilos lograron dos victorias y el cotejo regresa al Balcón del Oriente Cubano.
El Palacio de los Cocodrilos recibió gran cantidad de público hasta casi repletar las gradas, un espectáculo que hacía mucho no se disfrutaba y que tuvo como catalizador los juegos nocturnos, aunque un desperfecto en el fluido eléctrico puso tensa la situación en el segundo encuentro.
Las luces del coloso yumurino deben ser ajustadas, pues se notan las áreas oscuras que si bien no determinan, sí podrían influir en alguna que otra jugada y es algo que no se debe permitir bajo ningún concepto.
La famosa “pelota que no bota” ciertamente desluce muchísimo esta etapa, pues dos equipos con enormes posibilidades de conectar batazos de larga distancia están ahora mismo ajustando sus dinámicas.
Esta situación no solo afecta la espectacularidad, sino también a las estadísticas, el rendimiento de cada jugador y es realmente frustrante entrenar y prepararte psicológicamente para hacer un swing y dirigir una pelota con un objetivo y que todo quede en un elevado inofensivo.
Muchos nos preguntamos hasta cuándo seguirán las inestabilidades y falta de compromiso de la marca Teammate, y mucho más importante: hasta cuándo las autoridades del béisbol permitirán tales desatinos. Las dificultades con la marca se producen constantemente, ya sea con la entrega incompleta de los implementos, la tardanza de la mercancía que ha llegado incluso a retrasar eventos, o ahora con la calidad de algo tan relevante como la pelota con la que se juega la postemporada.
Las medidas para resolver esta situación deben tomarse de inmediato para evitar que la Serie Nacional 63 se produzca de manera accidentada como ha ocurrido en la presente temporada. El béisbol en Cuba no es un simple pasatiempo, es patrimonio y sostén ante tantas carencias, por lo que mantener su espíritu es una gran inversión.
No obstante, los enfrentamientos de dos grandes equipos se están disfrutando dentro y fuera del estadio que garantizó el espectáculo y las ofertas gastronómicas para todos los gustos, realmente son más que necesarios los juegos nocturnos aunque el transporte es una barrera que todavía debemos flanquear.
DE 3-2 Y APLAUSOS PARA EL PITCHEO
Entre lo más llamativo de los tres partidos disputados en el Victoria de Girón vale destacar la actuación del lanzador Dennis Quesada, un muchacho que sabíamos tenía posibilidades en torneos anteriores y que ahora asumió protagonismo dentro del staff matancero.
Aunque no se anotó la victoria mantuvo a la poderosa batería tunera en ascuas, con un pitcheo inteligente y valiente, aspecto este que falla en muchos lanzadores y que dan al traste con su verdadero potencial.
Era de vida o muerte tener una salida de calidad y caminar el juego, y ¡cómo lo hizo! en 8 y dos tercios le conectaron 6 hits, anotaron una carrera limpia, concedió una base por bolas y propinó 5 ponches.
Como guinda del pastel un veloz Armando Dueñas, a la postre ganador de ese primer desafío, salía airoso de complicaciones mientras esperaba una reacción de la ofensiva, la cual se ha visto sumamente deprimida en esta etapa.
El enfoque en los lanzamientos correctos y la concentración hizo la diferencia para este lanzador. “Estaba preparado para entrar en cualquier momento y aunque me equivoqué en lanzarle a Baldoquín y me conectó, pude recuperarme y hacer el trabajo que se esperaba de mí. El apoyo de la afición es muy importante para nosotros y el objetivo que deseamos cumplir”.
El homenaje de Los Cocodrilos a Yoandy Garlobo y el 31 en la camiseta de cada jugador fue de las esencias que marcaron el desafío, y en un minuto de cerrados aplausos se despidió a una de las leyendas del béisbol matancero.
En la segunda noche el pantano fue testigo de otro partido lleno de tensiones con fallos en el fluido eléctrico, reclamaciones constantes de jugadas y un arbitraje que dejó mucho que desear de uno y otro bando.
Fue una presentación para el olvido de Naikel Cruz que salió rápidamente del montículo. Desde el mismo primer ininng se hizo cargo del box Noervys Entenza, el hombre de los grandes momentos, el apagafuegos del staff yumurino.
Impresionante el dominio que mostraba ante cada bateador demostrando una vez más que la experiencia unido a la inteligencia marcan la diferencia en nuestros torneos. Las palmas también para Haykel Parra que culminó con elegancia. Lamentablemente la ofensiva fallaba una y otra vez.
En el tercer round las cosas no cambiaron mucho, pues los lanzadores continuaron brillando y Renner Rivero se creció como hacía tiempo no se le veía y Armando Dueñas completó el trabajo llevándose la victoria. Aguantar la potente batería de los tuneros no es cosa sencilla y los pitchers cumplieron la labor con maestría.
Juegos emocionantes y cerrados de principio a fin donde la ofensiva roja no convenció. Hombres claves en la alineación se ven indefensos con el madero a tal punto que se les hace prácticamente imposible impulsar carreras.
Con una pelota de pésima calidad buscar batazos de largo alcance y elevados es improductivo y se ve demostrado en la inmensa cantidad de hombres en base que dejan los cocodrilos matanceros, aún en situaciones favorables.
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Aníbal Medina fue una de las claves del pasaje de regreso a tierras orientales y evidentemente emocionado confirmó sus deseos de mejorar en ese aspecto. “Fue el turno más importante que tuve en todo el partido y no podía decepcionar a todo este público que llenó el estadio. Me preparé para darle de línea a la bola, tácticamente es lo correcto teniendo en cuenta la pelota que se está utilizando.
“El profe Junco se me acercó a darme ánimo y para decirme que seleccionara un buen lanzamiento y las cosas salieron como queríamos. Vamos a Las Tunas con una pequeña desventaja, pero estamos listos y enfocados en la victoria”.
Eduardo Blanco, el capitán de la nave roja, fue clave para mantener a su equipo con vida, impulsando la primera y anotando la de la victoria. “Es un momento muy importante para nosotros, no nos queda otra que ganar y fue lo que conversamos en el mitin antes del juego. Esto va a 7 juegos, esta afición y este equipo merecen ir hasta el final. Al público, que confíe en la victoria que estamos seguros de lograrla.
“Son juegos tensos y a veces se falla en la defensa cuando uno se anticipa a la jugada y es ahí donde se producen los fallos mentales, pero son cosas que se dan normalmente, el contrario también lo hace y la picardía está en saberlo aprovechar”.
El mentor de los Cocodrilos reconoció las deficiencias del equipo en medio de la satisfacción por la victoria: “No se ha bateado como se quiere pero se hicieron las carreras que hacían falta. La sustitución de Duque salió bien a pesar de que nos empataron el partido. Hay que ir juego a juego sin pensar en la remontada. Será clave que los abridores caminen el juego para utilizar el relevo como está previsto”.
Con la presión de la desventaja los nuestros intentarán en suelo rival protagonizar una remontada histórica y discutir nuevamente una final en el mayor espectáculo deportivo del país. Las claves para conseguirlo será la recuperación de Naikel Cruz, el ajuste del bateo de acuerdo a la pelota que se está utilizando y creer que se puede lograr lo imposible cuando sobran las ganas y la calidad para hacerlo.
