De la Champions, una mirada

Hubo de todo en el partido de ida en la semifinal de la Uefa Champion League entre el Real Madrid, siempre sorprendente en este torneo, y un Manchester City impresionante durante la temporada.

El abrazo a un gol fue el resultado de un encuentro que ya se vaticinaba interesante, y en el que muchos inclinaban la balanza hacia lo novedoso, mientras otros apostaban a lo histórico.

La primera mitad fue de un solo lado y los merengues dejaron al rival llegar, como suelen hacer, cansando a las marcas de los más potentes y veloces, haciendo ver superior al contrario con mayor posesión, número de corners y ataques al área.

Por supuesto, a sabiendas de que con pocos toques un contragolpe blanco representa peligro potente bajo los tres palos.

Un once histórico en el certamen más importante del fútbol a nivel de clubes y que aprovecha todos los espacios que deja el contrario.

Las llegadas al arco del “terminator” Erling Haaland, aún con elegancia y precisión, no fueron suficientes, y por instantes el noruego desaparecía ante el entramado defensivo desplegado por la tropa de Carlo Ancelotti.

La “sensación” del fútbol actual solo tocó la esférica en 21 ocasiones, manteniendo su marca de 12 goles en Champions, y el feroz ataque al que muchos aficionados temían quedó reducido en el Santiago Bernabeu.

Antonio Rudriger le ganó en cada ocasión y no se le separó en casi ningún momento, dando una clase magistral de cómo detener las embestidas del “fenómeno”. Las palmas también para David Alaba que apareció oportunamente en las escasas ocasiones en las que el citizen representó una amenaza.

En el 36, Vinicius Jr. le puso sabor de Zamba al marcador en la casa blanca y así, sin mucho ruido, ganaba el Madrid; que siempre demuestra maestría en el campo con jugadores consagrados y jóvenes talentos, los cuales redondean el equipo más ganador en estas lides.

El segundo tiempo fue un giro en el drama, en lo que muchos llaman una final adelantada. Los merengues atacaron con frecuencia la portería inglesa, con jugadas elaboradas desde fuera del área.

A pesar de la presión, los del City clavaron el empate con un soberbio golazo del belga Kevin De Bruyne en el 67, su segundo de esta temporada en la competición; quien además acaba de recuperarse de una lesión.

Intenso y emocionante, como se esperaba, resultó este encuentro entre dos trenes del balompié, que tendrán el duelo de vuelta en Inglaterra, el próximo miércoles 17 de febrero. La otra semifinal se disputa entre el Inter y el Milan.

La final de la Champions League se llevará a cabo en el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul, el 10 de junio de 2023. Este fue construido para apoyar la candidatura olímpica de Turquía a los Juegos Olímpicos de 2008. Es el campo en el que juega sus partidos la selección turca, y tiene capacidad para más de 75 000 espectadores sentados.

Este escenario ya albergó la mítica final de Champions en 2005, entre el Liverpool y el Milan, considerada una de las más memorables de la historia del torneo. Cabe destacar que el recinto ya fue escogido como sede de la final en 2020 y en 2021, en ambas ocasiones pospuestas debido a la pandemia del coronavirus.

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Sobre el autor: Norys Castañeda Valera

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