Cerca de hileras de bloques y una carretilla, con las manos empolvadas por el árido, Oscar Benzant y Eyler Alallo coinciden en que la gente de Lagunillas pasa y con frecuencia les dicen que hace falta que terminen rápido, es que con la obra que ejecuta la Cooperativa No Agropecuaria (CNA) Cabildo, más de 70 adolescentes no tendrán que trasladarse desde la comunidad suburbana a la distante ciudad de Cárdenas, en Matanzas, para cursar estudios de secundaria.
Con la motivación de enero
Marleydi Vera Ramos, directora municipal de Educación, explica que durante el 2022 se propusieron un programa de reanimación organizado en saludo a tres fechas muy relevantes, el 19 de abril, día de la victoria en Playa Girón, el 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, y el Primero de Enero, aniversario del triunfo de la Revolución.
A partir de lo recaudado por el impuesto para la contribución al desarrollo local del municipio, conocido como “uno por ciento”, realizamos un grupo de obras como parte de la atención a los barrios, entre ellas la reparación de la escuela primaria de Lagunillas, argumenta.
«También allí, con la motivación de los 64 años de la Revolución, nos dimos a la tarea de crear una casita infantil y emprender la construcción de aulas de secundaria básica que evitarán que más de 60 adolescentes viajen hacia Cárdenas», destaca Vera Ramos.
«Los estudiantes recibirán atención educativa en su poblado, que está alejado de la ciudad, lo que seguramente impactará en la calidad de vida tanto de ellos como de sus familias», añade la educadora.
«La casita infantil está en los toques finales y las aulas se encuentran ya en proceso de construcción, se terminarán el año próximo, pensamos que estén concluidas para usarlas el curso venidero», comenta con júbilo por el impacto que se espera tengan esas obras.
Soluciones en movimiento
En su duodécimo mandato como delegada de Lagunillas, Felicia Beltrán Suárez no necesita agendas para saber que en su circunscripción existen 796 electores y mil 836 habitantes; dice que accedió una vez más a la responsabilidad de representar al pueblo porque le agrada ver terminado lo que empieza para el disfrute de su comunidad.
Donde antes se encontraba un círculo social escenario de actividades socioculturales y políticas como rendiciones de cuentas, conciertos y funciones infantiles, hoy se levantan paredes que conformarán tres salones para séptimo, octavo y noveno grados, argumenta la cubana de 60 años a la que no pocos llaman Chicha.
Vecinas como Marilyn Tejera Ortiz corroboran la necesidad de la obra en construcción: “A las 5:30 de la mañana se levanta mi nieta para estudiar en Cárdenas y regresa a la casa sobre las 5:00 de la tarde, el almuerzo es muy difícil porque a esa edad los muchachos no quieren llevarlo y lo que cargan es una merienda, hay que darles bastante dinero porque todo está caro”, dice.
«Mi nieta está en noveno grado y mi nietecito en primero, traer la enseñanza secundaria a la comunidad favorecerá a la familia porque tendremos más tranquilidad para lo que le toque al niño», resaltó la trabajadora de la Cooperativa de Crédito y Servicios Wilfredo Cabrera.
Por vez primera también en Lagunillas se prestará el servicio de círculo infantil, lo cual generará empleo y permitirá a las madres y padres trabajar fuera de la comunidad.
En el caso de Isis Mestre manifiesta la necesidad de que se active pronto esa opción pues hace cuatro meses que trabaja como auxiliar de cocina en una instalación del polo turístico de Varadero y deja a su pequeña Lorena Isabel, de tres años, al cuidado de la abuela.
Pedro Yordan Nápoles, joven de 29 años con 12 de experiencia en la construcción, explica que la Cooperativa Cabildo tiene más de una década de creada y relevantes obras asumidas, precisó que la casa infantil se encuentra en fase de terminación, y dos de las tres aulas al 10 % de ejecución, con plan de entrega en febrero venidero.
Además de los centros en edificación, otros importantes espacios se dignificaron en este 2022, la escuela primaria y el parque central se benefician con acciones de reparación y reanimación que responden a planteamientos e inquietudes de los electores.
En la escuela de azul clarito
En el centro, pintado de azul clarito como el cielo de Cuba, según los niños de preescolar, Dayni Castillo Cutiño, directora de la Escuela Primaria Sergio González López, explica que la institución fue beneficiada con “el uno por ciento” en cuanto a reparación de puertas, ventanas, construcción de baños, cubierta y otras mejoras que aportan seguridad y confort a la instalación.
Opina Castillo Cutiño que la creación de espacios para la enseñanza secundaria fortalecerá el sistema de la educación en la localidad, ya los educandos no tendrán que madrugar ni gastar dinero en transporte y alimentos, lo que es engorroso para la familia, y se eliminará el peligro de estar en la vía.
Mejores condiciones para alumnos y trabajadores se crean en la “Sergio González López”, y entre ellos Araselys Domínguez, encargada de expedientes, se muestra complacida por la comunicación creada para que los niños puedan llegar desde las aulas al comedor por un pasillo, sin mojarse o exponerse al sol.
La escuela era fea y ahora tenemos una belleza, comenta con orgullo la delegada Felicia ante el cambio que brota en Lagunillas, y camina rumbo al parque donde se advierten también nuevos bríos resultantes de un proceso que todavía no termina.
La sabiduría del domador del césped
Sobre el césped domado Luis Hernández sostiene y empuja una chapeadora criollita, una de esas máquinas que reflejan la inventiva del cubano capaz de crear un equipo efectivo con motor de lavadora, base de lo que fue un cilindro de metal y otras partes ensambladas, mantener el terreno en orden es la responsabilidad que asume el trabajador de Comunales.
Todo lo que se hace en el parque me pone contento, la imagen será especial, asegura Hernández ante renovadas aceras y nuevos bancos colocados en el espacio público donde ahora se trabaja en el alumbrado para colocar lindas lámparas y más cestos de basura.
Dice él que trabaja como jardinero hace más de una década porque es un trabajo tranquilo, que en el parque al que le conoce todos los tramos los muchachos prefieren los barquitos, y que la gente acude más en las tardes, luego de las clases y el trabajo.
Resulta que realmente el poblado se llama Méndez-Capote en referencia a la familia de Domingo Méndez-Capote (militar y político cubano), pero por la cantidad de lagunas que había en la zona se quedó con el sobrenombre de Lagunillas y es el que trasciende en el imaginario popular, precisa la delegada Chicha que pide permiso para atender a un elector.
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Mientras, un grupo de mujeres del barrio adornan un área con escenario y camerino que volverá a ser útil ahora cuando en el antiguo círculo social crecen aulas de secundaria, en la escuela avanza la instalación eléctrica en el comedor, y el domador del césped regala un poco de su sapiencia como otrora profesor de Geografía: “Los cambios en Lagunillas son buenos, le toca también al pueblo cuidar y mantener todo lo que se haga en su beneficio.”
