La conferencia A 50 años del Movimiento de la Nueva Trova, las primeras grabaciones de una corriente ideoestética, a cargo del periodista y crítico Joaquín Borges Triana, fue el plato fuerte del evento teórico de la Jornada Trova de Invierno, organizada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Matanzas.
“Esta música ha constituido, sin dudas, la gran banda sonora de Cuba —aseguró el especialista— y logró tener una amplia circulación internacional, incluso en los países que sufrieron dictaduras, como Chile».
Desde el escenario de la Sala Pepe Camejo, su plática comenzó por esclarecer las diferencias entre los inicios de la trova y su constitución como movimiento artístico.
“Lo que celebramos este mes de diciembre son los cincuenta años de la fundación oficial, durante el II Encuentro de Jóvenes Trovadores, que se celebró en la ciudad de Manzanillo en 1972, del Movimiento que agrupó a creadores afines en sus preocupaciones e intereses”.
Los orígenes de esta singular sonoridad, que marcó a varias generaciones de cubanos, hay que buscarlos en la década anterior, en músicos como Pablo Milanés, pues su canción Tú mi desengaño, de 1963, ya posee atisbos de lo que vendría después.
Mis 22 años, compuesto en 1965, fija el comienzo de lo que más tarde se conocería por Nueva Trova. En sus primeros acordes, el tema usa los recursos del mundo del filin pero deviene al final en una guajira.
“Su autor, el propio Pablo, ha afirmado que él quería crear algo diferente a todo lo escuchado hasta el momento. Martín Rojas hizo los arreglos y fue el responsable de esa estructura rompedora”.
Borges Triana resultó un conferencista ameno y versado en el tema, que matizó su ponencia en esta jornada de Trova de Invierno con fragmentos de canciones, algunas conocidas, otras no tanto: Yo vi la sangre de un niño brotar, La era está pariendo un corazón, Ella salió desnuda.
Culminó desempolvando la historia de los excelentes grupos ligados al Movimiento (Los Caña, Los Dada). “La tradición vocal fue muy fuerte en nuestro país y eso hoy desgraciadamente se ha perdido”.
Como cierre, el público presente pudo disfrutar de un pequeño homenaje a Pablo Milanés protagonizado por la soprano Lucelsy Fernández y el Chelista Dayán Mirabal, quienes nos regalaron sus versiones de Comienzo y final de una verde mañana, El breve espacio en que no estás, Ámame como soy y Sábado corto.
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