
Bueno, lectores, Arabia Saudita vence a Argentina. Japón derrota a España y elimina a Alemania. Túnez le baja los humos a Francia. La isla continente Australia humedece la dinamita danesa y la retorna a Escandinavia sin estallar. Marruecos expulsa a la generación de oro belga. Además, en la última fecha de la fase de grupos, Corea del Sur saca tres puntos en extremis frente a Portugal y Camerún, por si no fuera poco, frena a Brasil la mejor racha de partidos consecutivos sin perder en la historia de fases de grupos.

La Copa del Mundo Catar 2022 ha destrozado los pronósticos de aficionados y especialistas en la primera sesión del torneo. De seguro el decursar de las fases de eliminación directa será catatónico. Todas las sorpresas de la cita mundialista no han ocurrido.
Korea copia de su vecino Japón

Cada jornada de Qatar 2022 es más sensacional que la anterior, contenido no apto para cardíacos y hoy en la mañana era poco probable que los partidos superaran el dramatismo de la jornada de ayer. Pero hasta ahora el Mundial parece una serie cinematográfica donde la acción, el suspenso y la tragedia nunca faltan.
Una vez más el Education City Stadium fue escenario de otra de las hazañas de esta Copa Mundial de Fútbol. La selección de Corea del Sur en tiempo de descuento, con el partido empatado a uno y con la selección de Portugal totalmente lanzada al ataque, marcó un gol que no solo le dió la victoria del encuentro y la clasificación a octavos de final sino que también dejó fuera al icónico equipo de Uruguay.
Portugal, ya con los deberes hechos, llegó al encuentro sin ninguna otra motivación que la de ser el primer equipo en terminar invicto en la fase de grupos, y desde el mismo minuto 5′ lo era, pero la selección asiática llegó al partido a darlo todo por clasificar, y vaya si lo hizo.
Los de Paulo Bento salieron a buscar la paridad en la pizarra, después de varios contragolpes y un gol anulado en el 17′, dieron con la fórmula; Young-Gwon Kim con el crono en 27′ conseguía el 1-1. Portugal totalmente dueña de las esférica pero sin crearle muchas preocupaciones a Seung-Gyu Kim.
Tiempo cumplido y 45 minutos nuevos, las cosas seguían más o menos igual. Los de Fernando Santos, dueños del esférico con alguna que otra llegada al área rival pero sin perforar las redes. Korea totalmente replegada, valiéndose de contragolpes para abatir a Diogo Costa.
El reloj pasaba y cada vez se notaba un equipo coreano más agotado físicamente por la intensidad del juego luso, se les acababa el tiempo y más aún sabiendo que en el otro encuentro Uruguay derrotaba 2-0 a Ghana.
La única alternativa de los surcoreanos era ganar. En el minuto 93, tras un corner portugués, Hyeun-Ming Son recorrió toda la cancha con la pelota en los pies y en los linderos del área paró. Con la frialdad y el temple de un cirujano pasó el balón por un mar de piernas lusas a Hee-Chang Hwang, que había acompañado a Son en la extensa y veloz carrera. El delantero del Wolverhampton marcó el dos a uno que desataría la alegría de los aficionados asiáticos.

La persistencia de Corea del Sur los llevó a estar en octavos; sabían lo que tenían que hacer. No se amilanaron en ningún momento, supieron defender y cuando tuvieron la oportunidad no la desaprovecharon, resistieron y la perseverancia los premió. Con el silbatazo final el júbilo inundó el estadio, conseguieron algo que muchos creían imposible.
Corea se irá a descansar con la mira puesta en el partido contra Brasil, pero seguramente no les preocupa mucho, de todas maneras en esta serie cinematográfica los nombres son solo nombres.
Suiza no es ni chocolate ni queso
Por un gol Suiza no cabalgó hacia los octavos como cabeza de grupo. El choque entre la selección de los Alpes y Serbia fue un tributo al juego de ataque, al de la vieja usanza, que se lo terminó llevando Suiza 3 goles por 2.
Los serbios retornan a los Balcanes, como en el Mundial anterior y superados por los mismos rivales: Brasil y Suiza. Se marcha la selección llamada a escoltar al gigante sudamericano en la tabla de posiciones del Grupo G.

Dragan Stojkovic, seleccionador de los balcánicos, encontró en la última jornada el mejor desenvolvimiento de sus jugadores en la cancha. En los partidos precedentes fue una selección gris, con pronunciadas fisuras en el funcionamiento de las líneas ofensivas, a pesar de la calidad de los delanteros balcánicos. Este, su mejor partido, lo perdió.
Mientras que los suizos, un conjunto menos abarrotado de figuras de primer nivel, pero más logrado por su entrenador como equipo, despliegan solidez y jerarquía en las líneas defensivas. Cuando Suiza ataca, ejecuta con contundencia.
Abrió el marcador el referente suizo Xerdan Shaqiri, de raíces albanokosovares, territorio en conflictos con Serbia desde la disolución de Yugoslavia. El gol anotado en el minuto 20 por el pequeño jugador provino del pase de Sow.

A Serbia no le servía el empate y dispuso de réplicas ante el gol helvético. Dos recuperaciones en el medio de la cancha del media punta Tadic gestaron la parcial remontada de los europeos orientales. El primero, seis minutos después del gol suizo, Tadic colocó un balón en la testa de la mole Mitrovic que definió con maestría. En el segundo y definitivo gol serbio, también asistió el del Ajax. Puso un pase al otro referente en la punta de ataque, Vlahovic. El de la Juve reculó en la carrera, recibió el balón y disparó cruzado al portero Kobel.
Los serbios pasaban a octavos. Pero hasta Cuba llegaban los olores que se esparcen cuando el gol se está cocinando. Ambos conjuntos tenían toda la carne en el asador. A aquel definitivo partido le faltaban goles por salir. Lo ratificó el empate de Suiza, en el agregado del primer tiempo, con la defensa serbia contando los huecos de la Luna, una concatenación de pases la selló Embolo rematando.
El segundo tiempo siguió siendo un constante intercambio de golpes, donde la tendencia invitaba a creer que la endeble defensa suiza sacaría la peor parte. Lo certificó enseguida Suiza. Shaqiri, que gozó de un nivel pletórico en el partido, llevó el balón hasta el área, Vargas prolongó de espuela y Freuler coronó la jugada empujando la pelota a la red.
Suiza fortaleció su retaguardia y le quitó fuego al partido. Serbia fue pareciéndose más al equipo de los dos partidos previos y dejó de pisar el área rival. El partido languideció, y los balcánicos no fueron capaces de reavivar la llama. Los helvéticos enfrentarán en octavos a Portugal.
Uruguay sufre
“Se terminó el sueño de un país entero”, fue el titular de uno de los periódicos uruguayos después de la victoria de la selección sudamericana dos goles por cero frente a Ghana, insuficiente para avanzar a octavos de final por la anotación de Corea del Sur en los anales del partido con Portugal.
Luis Suárez, ícono del fútbol latinoamericano que se despide de la Celeste en el Mundial, afligido declaró al fin del duelo: “Desilusionado y con bronca. En los primeros partidos no estuvimos a la altura, pero hoy es un día para hacer reflexiones de que dimos lo máximo”.

Los uruguayos mostraron ante los africanos otro cariz, semejante a la identitaria garra charrúa que ha forjado los logros de los del Cono Sur. En los dos goles del mediocampista del Flamenco De Arrascaeta intervino el Pistolero Suárez. El primero, el mediocampista empujó hacia la red el defectuoso rechace del portero africano al disparo de Suárez. En la segunda anotación, se lució el equipo de Alonso, con una gran jugada colectiva desde el medio. Terminó habilitando el Lucho al 10 uruguayo que definió de buena manera.
“Lo que tocaba era ganar, lo hicimos, pero llegamos a este punto por nosotros mismos. Siento tristeza y decepción”, agregó Luis Suárez.
El VAR pitó un penal a favor de los ghaneses en el minuto 16 del juego. André Ayew remató débil a la izquierda de Rochet, que detuvo el remate.
El enfrentamiento en el segundo parcial fue perdiendo en intensidad hasta el gol de Corea del Sur en el duelo que se disputaba al unísono. Uruguay estaba fuera del Mundial y necesitaba un gol para no estarlo. Las lágrimas de Luis Suárez en el banco eran desoladoras, el Lucho había sido sustituido por otro legendario Cavani que entregó todo por el 3 a 0, pero Uruguay no pudo.

Fue el adiós de Luis Suarez, de Cavani, del “Flaco” Mulera, de Cáceres. Parte de la generación que conquistó la Copa América y fue semifinalista de un Mundial. Lectores, se despiden unos grandes del fútbol.
Brasil es mortal
Siguiendo con el dramatismo de esta primera etapa de la Copa Mundial de Fútbol llegó el último partido de la fase de grupos; cerrando con la victoria de Camerún 1-0 ante la poderosa selección de Brasil.
La última de las sorpresas la propinó Camerún, quien a pesar de su hazaña no pudo seguir a la siguiente fase, pero se despide de Catar dejando un claro mensaje para el resto de los equipos: «Brasil no es inmortal».

Si bien es cierto que «la canarinha» no abrió con su equipo titular, el Brasil-B por la inmensa calidad de sus integrantes podría ser catalogado perfectamente como uno de los mejores equipos de la cita.
Y así lo demostraron en el encuentro los de Tite, fueron muy superiores de principio a fin, si bien esto no quiere decir que los cameruneses en más de una ocasión le metieron el miedo en el cuerpo a Brasil.
El combinado amarillo encontró en Martinelli y en Dani Alves a sus hombres más acertados. El ’26’ fue el más insistente, apareció en infinidad de ocasiones colándose en el área rival desde su banda y puso a prueba varias veces al portero. El lateral, fiable y expeditivo, no permitió que nadie generara peligro superándole en su carril, que dominó por completo.
Brasil fue mucho mejor pero en el fútbol hay que anotar goles y a eso se resume todo como dijo Eder Militao al término del encuentro: «Fallamos bastantes oportunidades, todas muy claras. Nos faltó el gol y un poco de más atención en defensa, ya pasó y ahora toca enfocarnos en lo más importante».
Camerún se despide de la Copa del Mundo como toda una campeona, dejando la mejor de las imágenes. Los ‘Leones Indomables’ honoraron a su nombre, su humildad y su esfuerzo encontraron premio: el aviso de que se puede con Brasil.