Potenciar el arte como herramienta de transformación es uno de los objetivos de Cocomar. Fotos: Cortesía de la fuente
Vivir en armonía con la naturaleza y promover una cultura de amor y cuidado del medioambiente en niños de la enseñanza primaria es el centro de la labor educativa que desde hace poco más de cinco años desarrolla el Grupo Cocomar, amigos de la naturaleza.
Con sede en la escuela primaria Francisco Vega Alemán de Peñas Altas, los integrantes de esta iniciativa trabajan, además, en contribuir a la formación de habilidades para la investigación en los educandos y potenciar el arte como herramienta de transformación social y ambiental.
“Identificamos como problemática el deterioro de las condiciones higiénicas sanitarias en algunos lugares de nuestra ciudad y trabajamos en una de sus posibles causas, la deficiente cultura ambiental que afecta el cuidado del medioambiente”, expresó Maryvel Delgado López, promotora del proyecto.
De ahí que se centren en lograr un vínculo entre los niños y adultos mayores en actividades que permitan desarrollar sus habilidades en tareas de beneficio social, así como incentivar la vinculación de la triada escuela, familia, comunidad.
“Nuestra acción práctica es incrementar la forestación donde nos sea posible, por ello próximamente realizaremos la siembra de cuatro posturas de cafeto en el área destinada al Bosque Martiano, así estaremos contribuyendo a minimizar los efectos del cambio climático y el deterioro de la Capa de Ozono”, precisó.
El Grupo Cocomar, amigos de la naturaleza forma parte de la Red de Educadores Populares Libélulas de Matanzas, y demuestra que es posible crear desde tempranas edades una cultura medioambiental responsable con prácticas que permitan un mayor cuidado de la naturaleza.