Fotos: De la Autora
El parque de la localidad es su cuartel general; el lugar donde ensayan y realizan muchas de sus presentaciones, a las cuales asisten no solo los residentes en el consejo popular, sino todo aquel que desee disfrutar el espectáculo.
Talento de barrio, así se llama el proyecto surgido hace cerca de un año, con la intención de reivindicar el género urbano, “despojarlo, por ejemplo, de palabras obscenas, de ofensas a las mujeres y alusión a las drogas.
“Incluimos el repartero, el reguetón…, todo lo que escuchan los jóvenes, pero con un enfoque más dinámico y positivo. Nuestros artistas componen sus propias canciones”, explica Alejandro David Barrera Román, su artífice y director general.
Sin embargo, la idea inicial de conjugar música y baile se fue enriqueciendo y ahora los vecinos de la circunscripción 64, en el consejo popular Peñas Altas, en la ciudad yumurina, pueden deleitarse con las habilidades de los chicos y chicas en la pintura o el teatro, manifestaciones que conjugan en un gran show.
ACERCAR EL ARTE A LA COMUNIDAD
Día tras día y de manera intensa se preparan estos artistas en ciernes para llevar al barrio una presentación lo más completa posible. Si al principio lo hacían de manera autodidacta, hoy cuentan con el apoyo de las Casa de Cultura y de la Escuela Vocacional de Arte Alfonso Pérez Isaac.
“Ello ha posibilitado que tengamos una visión más amplia del significado de lo que hacemos y nos incentiva a mejorar nuestro trabajo en aras de convertirnos en artistas profesionales”, añade Alejandro, de solo 20 años de edad.
Su iniciativa tenía además, desde el propio comienzo, el propósito de darles un espacio a los aficionados, donde pudieran desarrollarse. De ahí que las puertas del proyecto estén siempre abiertas para quienes tengan talento e inclinación hacia alguna de estas manifestaciones.
De tal modo, figura entre sus miembros fundadores Camila Guerra Anaya, quien con sus escasos 14 años siente predilección por el baile. “Un buen día pasé por aquí y la curiosidad al ver tantas personas me hizo entrar. Fue entonces que supe de qué se trataba y conocí a Alejandro.
“Al principio se mostró desconfiado, pues faltaban apenas tres días para la presentación. Pero di todo de mí, sin imponer condiciones. Por otra parte, aquí puedo dar riendas sueltas a la creatividad, bailo lo que siento, tengo libertad para ello”.
Talento de barrio atrapa muchas miradas y es que, quizás sin proponérselo, ha calado en la comunidad. Así lo confirma Humberto Ubaldo Vidal Boza, presidente del consejo popular.
“Hasta los niños se integran al proyecto, lo que representa una tranquilidad para los padres. En ese espacio disfrutan de una recreación sana a través de juegos tradicionales, como el de ponerle el rabo al burro, la tracción de la soga y la carrera en sacos; además de inculcarles valores como la disciplina y la responsabilidad.
“Y no solo asisten a las actividades culturales, también se involucran en los trabajos voluntarios. Ellos son quienes limpian el parque antes y después de cada presentación. Eso nos llena de orgullo”, concluye.
Mientras, Alejandro recuerda la participación en el centro de aislamiento de la Universidad de Matanzas. También han llevado su arte a unidades militares, escuelas e instituciones estatales.
SUEÑA TU BARRIO
Son varios los proyectos que los universitarios han fomentado durante los últimos años en diferentes comunidades de la provincia, con el ánimo de fortalecer el vínculo que los une a estas. Sueña tu barrio, emprendido por estudiantes de segundo año de la carrera de Gestión sociocultural para el desarrollo, figura entre ellos.
Thalía Herrera Díaz, una de las integrantes, explica que el mismo derivó de una investigación encomendada por la profesora de la asignatura Metodología del trabajo social comunitario, que les instó a atreverse a enfrentarse desde ya a las personas que habitan en su entorno.
Un encuentro con Vidal Boza, en la propia casa de altos estudios, concluyó en la invitación a materializar el proyecto en su consejo popular. “Era la primera vez que llevábamos la teoría a la práctica. Después de varias propuestas, optamos por las escuelas: la primaria René Fraga Moreno y la secundaria básica Baraguá”, relata Thalía.
“La labor con los niños y adolescentes es muy importante. En la secundaria, de conjunto con los instructores de arte y apoyados por Vidal y los profesores del centro, logramos ahondar en cuestiones como la disfuncionalidad familiar y su impacto en el bajo rendimiento académico de los adolescentes; la participación de estos últimos en el desarrollo local y comunitario, como parte de su formación integral; la preservación de las tradiciones religiosas en dicho plantel; así como la perspectiva de género.
“Quienes estuvieron insertados en la primaria se centraron en el quehacer de las instructoras de arte, las relaciones interfamiliares y familia-escuela; además de la educación ambiental.
“Ahora la meta es no dejar que nuestro trabajo de curso quede engavetado como suele pasar, sino que se ejecute lo que con tanto esfuerzo hicimos. Por eso, entregaremos a Vidal un plan de acciones que desarrollaremos juntos, en pos de lograr ese barrio mejor al que aspiramos”.
No hay dudas, entonces, de que las esencias y el anhelo de transformar, construir y ayudar en los barrios lleva en estos tiempos un sello distintivo marcado por la juventud. No resulta raro, pues, que aboguen porque perdure lo bello, sobre todo, en momentos en que hacen demasiada falta la espiritualidad y los deseos de crecer para materializar los sueños.
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