A un año de fundada Enernova, una de las primeras micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) aprobadas por el Ministerio de Economía y Planificación en la provincia de Matanzas, su equipo traza nuevas estrategias que contribuyan al reciclaje de desechos.
Consciente de cuánto potencial hay de material recuperable dentro de la basura que normalmente se genera en las casas, en las industrias y en los servicios, Enernova se inserta en el grupo de entidades que apuesta por la economía circular, ese sistema que permite aprovechar los recursos que agotaron su vida útil y devolverlos al mercado con una forma nueva.
“En Cuba no hay un alto aprovechamiento del valor de los residuos. De aproximadamente dos millones de residuos que se generan en un año, en Cuba solamente se recupera el 11 %”, refiere Yulexis Querol Hernández, uno de los socios fundadores de la mipyme, según una investigación realizada.
Esas cifras que muestran la magnitud de la riqueza que se pierde a diario motivaron la creación de esta mediana empresa centrada en la recuperación de los materiales no ferrosos contenidos en los residuos sólidos urbanos, el reciclaje de los residuos orgánicos y los neumáticos fuera de uso.
Los plásticos han sido de los materiales recuperados en mayores cantidades en este primer año de trabajo, con alrededor de 50 toneladas, seguido por el papel, los envases de vidrio, el aluminio y las latas.
Lograr un mayor encadenamiento de los procesos y ampliar su línea productiva es hoy un reto que asumen con nuevas iniciativas, por lo que destaca dentro del ecosistema económico del territorio.
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CONECTAR DENTRO DEL ECOSISTEMA ECONÓMICO
Hasta el momento la empresa trabaja como valorizadora de residuos, encargada de recolectarlos, procesarlos y entregarlos a otras empresas o emprendedores, para que incluyan el material dentro de su línea productiva y le den una segunda vida.
A decir de Querol Hernández, la alianza con la Empresa Mixta de Productos Sanitarios (Prosa) ha sido clave, pues mediante un convenio de colaboración la entidad identifica lugares donde existen desechos de papel, mientras su equipo realiza la recolecta o la contratación si es necesario.
No obstante, su meta es llegar al artículo final con sus propias capacidades. La muestra de artesanía presentada en la feria de negocios de Matanzas el pasado año demostró que es posible completar el ciclo de la materia prima y la amplia variedad de objetos que pueden confeccionar con sus propios esfuerzos.
“La idea fundamental es hacer, por ejemplo, papel artesanal, artículos de consumo de plástico, briquetas de cartón y aserrín de manera novedosa que sustituya al carbón, útil para cocinar en estufas u hornos, y que, incluso, es mucho más económico. Tenemos esa meta para este año, que va aparejado con nuestro crecimiento, el material y la tecnología con que contamos”.
Actualmente el equipo da los primeros pasos en el servicio de recolección de residuos para restaurantes, cafeterías y bares en el municipio cabecera y la ciudad de Cárdenas, que generan a diario gran cantidad de desechos. Se trata de una oportunidad de crear nuevos encadenamientos productivos con establecimientos del sector no estatal.
PUNTOS LIMPIOS EN LA CIUDAD
Estar en el origen de los residuos, o sea, participar en el proceso en el que las personas lo separan o clasifican es uno de los elementos distintivos de quienes pretenden crear una comunidad consciente del valor de esta práctica.
Los puntos verdes o puntos limpios son una interesante alternativa de reciclaje comunitario, en la que los vecinos pueden entregar los desechos ya separados. Un equipo de Enernova prestará este servicio transportándose por varias áreas y a la vez contribuirá con la limpieza de los barrios.
“Estas estaciones de recolección van a permitir captar la materia prima de una mejor manera. Ello implica más calidad en lo que se recolecta, menos procesamiento de residuo y, por supuesto, dejar una marca en el proceso, en el producto final”.
Dos proyectos con la Universidad de Matanzas (UM) y en el poblado de Calimete, sede oficial de la empresa, son otras de las iniciativas que tributarán a la economía circular con la creación de centros de acopio y clasificación de residuos.
“La carta de intención fue presentada a la UM. En el campus universitario el volumen de desechos es alto, entonces tenemos la oportunidad de recolectar los sólidos orgánicos que se generen en los servicios o en la comunidad, y producir abono orgánico. En el caso de Calimete se trata de un proyecto más ambicioso, por etapas, en coordinación con las autoridades locales para poner en funcionamiento centros que tributen a una planta valorizadora de residuos sólidos”.
SEMBRAR CONCIENCIA AMBIENTAL
Más allá del impacto ambiental del trabajo de este actor económico, el enfoque social de sus acciones contribuye a que las personas comprendan que pueden ser parte de la solución aplicando la regla ecológica de las 3R: reducir, reciclar y reutilizar.
Para Yulexis falta mucho por avanzar en el tema de la cultura del reciclaje en Cuba, a pesar de que el cubano reutiliza y recicla constantemente dentro del hogar, muchas veces esa práctica no la asume puertas afuera donde se podría evidenciar su impacto medioambiental y económico a una mayor escala.
“¿Qué es la basura? es una de las preguntas que realizamos en los encuentros con la población en ferias y campañas para suscitar el debate. Nuestro equipo explica que si clasifican lo que comúnmente llamamos basura, lo separan y lo entregan de esa forma, puede convertirse en algo valioso con un gran significado para su entorno, y la respuesta es muy favorable”.
La Peña Verde demuestra ser uno de los espacios ideales para estimular el cuidado de la naturaleza. La iniciativa llega hasta instituciones, negocios y proyectos, con el propósito de promover aquellos emprendimientos que utilizan materiales reciclados y ofrecer información y herramientas para que las personas tengan una conducta amigable con el medio ambiente.