El próximo 26 de marzo los cubanos tendremos la oportunidad de elegir a los diputados que nos representarán ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, máximo órgano de poder del Estado, por lo que sobre nosotros recae la responsabilidad de acudir a las urnas y hacerlo bien.
Cuando resta una semana para desarrollar este importante ejercicio electoral, Girón conversa con el doctor en Ciencias Políticas Osvaldo Manuel Álvarez Torres, profesor de la Universidad de Matanzas y vicepresidente de la Unión Nacional de Juristas de Cuba en el territorio, sobre algunos pilares del sistema electoral cubano y la estrategia de voto unido.
—¿Cuáles son los principios que sustentan el sistema electoral cubano?
—El Sistema Electoral cubano se caracteriza por la ausencia de participación de partidos políticos en el proceso electoral y la nominación de los candidatos directamente por los electores. Esta es una característica que distingue a la sociedad cubana. No hay campañas electorales ni propuestas partidistas ni de élites o grupos de profesionales o de sectores de la población.
“Se trata de un proceso genuino, abierto, sin que se creen o fabriquen candidatos. La espontaneidad de las masas, los méritos de los propuestos son los únicos atributos de quienes se someten al sufragio como candidatos, cuestión que destaca el carácter popular de un tipo de elecciones diferente a las tradicionalmente conocidas.
“El Partido Comunista de Cuba es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. Por esa razón el Partido no postula, quien lo hace es el pueblo representado por sus organizaciones sociales y de masas, que están conformadas y son, por sí, el pueblo mismo, o sea, la sociedad civil cubana revolucionaria y socialista.
“También se distingue por la participación ciudadana en el proceso electoral a través de las propuestas llevadas a efecto a nombre y representación de los ciudadanos, por las Comisiones de Candidaturas. Otra de sus características es la postulación de los candidatos a diputados por los delegados municipales, elegidos directamente por los electores en cada municipio del país.
“Son estos los pilares básicos en los que se sustenta el voto de los cubanos, considerado como un derecho”.
Lea también: El derecho a decidir
—¿Qué es la estrategia de voto unido?
—Significa la confianza del electorado en la proposición que, oído el parecer de la amplia gama de organizaciones sociales y de masas que integran los propios electores, se pone de manifiesto a través de las Comisiones de Candidaturas y de la aprobación de las Asambleas Municipales del Poder Popular de estos candidatos propuestos para diputados.
—¿Existe la estrategia de voto unido en otros países?
—Pocos o quizá ningún país del mundo lleve adelante en sus procesos eleccionarios la estrategia popular del voto unido, porque no es posible hacerlo en países donde compiten entre sí distintos partidos políticos; que son, además de políticos, partidos electorales, en los que cada uno presenta sus candidatos que responden a sus plataformas o programas.
“Puede ocurrir que termine una primera vuelta electoral sin que ninguno de los partidos políticos electorales se alce con el triunfo, atendiendo al porciento de votos obtenidos; entonces, en una segunda vuelta, llamada balotaje, se produzcan alianzas entre dos o más partidos para enfrentar a sus rivales, a través de un llamado a votar por tal o cual candidato.
“Sin embargo, no aparecen boletas que permitan votar a los electores de esos partidos que no obtuvieron mayoría en la primera vuelta por el candidato de varios partidos unidos estratégicamente. Ni se conoce que, ante ese llamado, los electores voten real y efectivamente por el candidato que representa a varios partidos, unidos en ese momento de la segunda vuelta electoral para ganar”.
—¿Por qué es diferente en Cuba y puede existir aquí el voto unido como estrategia?
—El Partido Comunista de Cuba no es un partido electoral, no va a las elecciones ni propone candidatos, sino que propugna la unidad de los cubanos como estrategia política. Tampoco fue un partido electoral el Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí, cuyo único objetivo era lograr la independencia de la Isla y no competir como partido electoral en ninguna elección.
“El Sistema Electoral cubano regula que el pueblo siempre tiene la posibilidad de ejercer el control total sobre aquellos a quienes elige u otros que son designados en cargos públicos. Eso se logra a través de rendiciones de cuenta obligatorias, de que la gestión de los elegidos sea transparente, porque existe la revocación del mandato conferido, en cualquier momento y por el pueblo, que es el verdadero soberano o donde radica la soberanía de un sistema democrático de gobierno.
“Desde los criterios de la Ciencia Política, la Ley Electoral cubana como ley de desarrollo de la Constitución de la República, es aquella norma que da respaldo legal al sistema electoral del país y demuestra la legitimación o autenticación popular al Sistema Político cubano.
“La Ley Electoral cubana propende o se encamina a la participación popular más directa del mayor número de ciudadanos, que significan la representatividad de la sociedad. Por ello, las Comisiones de Candidaturas, al preparar sus respectivas propuestas, deben, en lo posible, consultar el parecer de cuantas instituciones, organizaciones de masas y sociales y centros de trabajo estimen pertinentes. Todo este engranaje participativo cristaliza cuando la mayoría de los cubanos utilizamos, como símbolo de la unidad del pueblo, la estrategia electoral del voto unido”.