Murciélagos: entre mitos y verdades (+Audio)

Fotos: Cortesía de Cubabat y Naturaleza Secreta

A los murciélagos se les suele asociar con criaturas extrañas y misteriosas de la noche. Pocas veces nos percatamos de su presencia, mientras vuelan rápidamente a una distancia prudente de la nuestra. La vida nocturna de estos mamíferos alados hace que los verdaderos hábitos y aportes al ecosistema se conviertan en incógnitas para los seres humanos. 

Cualquiera diría que tienen “mala fama”, que son peligrosos, muerden o se alimentan de sangre; eso es lo primero que pasa por la mente de muchos con solo nombrarlos. Precisamente, numerosas leyendas o falsos mitos se han encargado de crear ese imaginario popular.  

En la provincia de Matanzas hay una rica fauna de murciélagos, tanto en zonas rurales como urbanas. Ese desconocimiento en las personas puede transformarse en amenaza para las poblaciones de esta especie. Periódico Girón conversó con Joel Monzón González, director del Proyecto Cubabat, quien ayuda a entender mejor el comportamiento de estos seres y la necesidad de protegerlos.  

Joel Monzón, director de Cubabat, reconoce la importancia de los murciélagos insectívoros en el control de enfermedades y plagas. Foto: de la Autora.

CRIATURAS “CON ALAS EN LAS MANOS”  

El aspecto de estos animales es inconfundible. Pertenecen al orden de los quirópteros, que significa “con alas en las manos”. El diseño de sus alas es diferente al de las aves y en realidad muy similar a nuestras manos, aunque con proporciones diferentes.

Los integrantes de Cubabat realizan el monitoreo de los murciélagos con el propósito de determinar su presencia, permanencia y abundancia en el territorio.

Los integrantes de Cubabat llevan más de dos décadas dedicados al monitoreo de los murciélagos, con el propósito de determinar su presencia, permanencia y abundancia, además de caracterizar los ecosistemas donde habitan. A partir de ese trabajo desarrollan estrategias de conservación. 

De las 26 especies registradas en el listado taxonómico de la fauna de Cuba, la provincia cuenta con 23, lo cual representa un porcentaje elevado, afirma Monzón González, quien asegura que al norte del territorio han encontrado la mayor parte con posibilidades de hacer capturas, el resto fueron detectadas a través de estudios acústicos. 

El experto los califica de muy interesantes en su comportamiento. Son los únicos mamíferos capaces de volar, gracias a sus adaptaciones corporales. Todos pueden ver, sin embargo, que la ecolocalización es su fortaleza. Emiten sonidos y cuando rebotan, forman un mapa a modo de ultrasonido para ubicarse, evadir obstáculos y atrapar a las presas. Mediante este proceso se comunican entre sí. 

“Como parte del trabajo, hemos colocado redes y capturado un número notable de murciélagos. Sin embargo, al día siguiente las cifras empiezan a variar. Me sucedió con el murciélago pescador (Noctilio leporinus). Al poner la red en la única salida de la cueva, capturé el 90 % de la población, pero después no cayó ni el 2 %. Luego hallamos una grieta por donde salieron, porque aprenden muy rápido e identificaron una perturbación”.

A decir de Monzón González, esto se debe a su largo proceso evolutivo. Se trata de un grupo antiguo que constantemente debe evadir a los depredadores. Los ecosistemas han cambiado, ellos se han adaptado. 

BENEFICIOS VS. MITOS

Contrario a lo que algunos piensan, los murciélagos no son dañinos. Los estudios han comprobado que rara vez atacan a las personas. Precisamente, su diversidad hace que el valor ecológico sea incomparable al actuar en el control poblacional de insectos e influir en la regeneración natural de bosques. 

“La meseta cársica de Bellamar y Carbonera tiene un sinnúmero de cuevas que albergan gran cantidad de colonias como refugios. Hemos trabajado en lo principal con la familia de los filostómidos que se alimentan de plantas, frutos, néctar y polen. Hay especies muy representativas como el murciélago frutero grande (Artibeus jamaicensis). 

Los sondeos en Canímar notificaron un aumento de las poblaciones de murciélagos mariposa (Nyctiellus lepidus), considerados los más pequeños de Cuba.

“En la caverna Santa Catalina, área protegida, coexisten 12 especies, entre ellas el murciélago de poey (Phyllonycteris poeyi), que forma grandes congregaciones, al punto de registrase un millón de ejemplares. Además, recientemente, los sondeos en Canímar notificaron un aumento de los murciélagos mariposa (Nyctiellus lepidus). Estos insectívoros son los más pequeños de Cuba”.

De forma general se les atribuye la rabia, ante lo cual Monzón González aclara que pueden adquirirla a través de otra especie como el ratón, que al invadir los ecosistemas propicia el contagio. Un estudio estadístico, realizado de 1982 a 2015, arrojó que solo había ocho casos de transmisión de rabia por murciélago en ese período, lo cual indica que no constituyen los principales transmisores.

Durante el día descansan y en las noches realizan la actividad de forrajeo. Los insectívoros consumen cifras elevadas de insectos, algunos transmisores de enfermedades y plagas agrícolas. Los frugívoros y nectarívoros desempeñan un rol clave, pues ayudan a polinizar y dispersar semillas. Algunas colonias producen guano, utilizado en cultivos como abono orgánico, rico en nitrógeno y fósforo.

Lea también: Cefas: en el camino hacia la Industria 4.0 

CONOCER PARA CONSERVAR

El trabajo de Cubabat va más allá de los polígonos de investigación, por eso la educación ambiental es otra de las líneas principales para contribuir a la conservación de los quirópteros y sus hábitats. Poco a poco se ha logrado aunar esfuerzos de líderes de las comunidades, entidades estatales y privadas. 

Mediante círculos de interés y sociedades científicas, Cubabat despierta el interés por conocer mejor a los quirópteros y contribuir a su cuidado.

“Hemos conseguido cambiar mentalidades. Por ejemplo, ante determinados proyectos que ponían en peligro el refugio de estas especies, comunicamos nuestro criterio. Las autoridades lo entendieron y modificaron el plan de desarrollo. 

“Círculos de interés y sociedades científicas creadas en institutos preuniversitarios han permitido llegar a niños y jóvenes. En los meses de pandemia nos acercamos a los barrios. Por ejemplo, con el apoyo de los dueños de la finca Buey Vaca y los cederistas, logramos realizar actividades educativas en esa zona”. 

La aplicación de una encuesta previa, para saber la percepción de las personas sobre dichos animales, y una posterior a la labor desarrollada han demostrado un cambio abismal. La convivencia en armonía entre humanos y estos seres alados es posible, siempre que se derriben mitos y entendamos la función que cumplimos todos dentro de la naturaleza.  

Lea también: Restauran barrera coralina en Matanzas con notables resultados (+Audio)

Recomendado para usted

Foto del avatar

Sobre el autor: Anet Martínez Suárez

Informacion Biografica de Anet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *