Como parte de los refuerzos para mantener las operaciones militares en Cuba, en 1891 embarcaba, desde Cádiz, España, el soldado Martín Roig Martorel. Su presencia hubiera pasado inadvertida de no ser por su extravío en zonas de la Ciénaga Occidental de Zapata, momento a partir del cual elaboró un minucioso diario.
El martes 3 de junio de 1895, se alejaba de su campamento, rumbo norte, en busca de guayabas, cuando lo sorprende un torrencial aguacero y se extravía. Perseguido por cocodrilos y comiendo solo aves y yerbas, el día 10 llega a una laguna, donde ve restos de latas y de una fogata. Encuentra un trillo que lo conduce a una cerca. Luego de ocho días perdido, es retenido en el cuartel de la Guardia Civil de Alfonso XII (Alacranes), por una semana. El día 24 lo trasladan al hospital de Matanzas y poco después fue detenido en el Cuartel Santa Cristina.
La ausencia de su campamento le valió ser acusado de desertor. Estuvo preso por más de un año, hasta ser liberado el 20 de julio de 1896.Vivió en Matanzas, tuvo un hijo, y el 23 de enero de 1899 retornó a España.
(Por: Adrián Álvarez Chávez)