Yunier Morales García se desempeña como profesor del politécnico del petróleo perteneciente a la Unión Cupet, en Matanzas. Al igual que varios cubanos residentes en la región oriental, presenció los embates del huracán Melissa justo desde esa región del país.
¿Por qué estabas en Oriente ahora, en medio de esa situación meteorológica?
Fui por dos semanas a trabajar en el municipio de Moa, en la planta Pedro Soto, la cual había contratado nuestros servicios para abordar temáticas referentes a la seguridad y salud del trabajo, señaló.

Durante la primera semana pude trabajar algo de las materias que fui a impartir, pero nos sorprendió el evento meteorológico.
Ante la cercanía de Melissa, la empresa nos asignó un vehículo para regresar y consideré que era necesario mantenernos ahí, para a partir de los conocimientos poder ayudar.
Las fuerzas existentes se dividieron en varios grupos, en mi caso me correspondió asumir la jefatura del grupo que estaba en el municipio.

Allí, durante el paso del meteoro, hicimos algunas salidas de emergencia que son propias en esos casos. Luego se nos asignó la tarea de salir para Sagua de Tánamo, porque era donde estaban pidiendo auxilio las personas que quedaron atrapadas más allá de la orilla del río. Tuvimos que desobstruir la carretera de Sagua a Moa, alrededor de 37 km.Limpiar el vial nos tomó más de siete horas, lo que complejizó que pudiéramos rescatar a un mayor número de personas en menor tiempo, con lo que aún no quedo conforme.

Ante la interrogante de qué impresión le deja la experiencia de vivir un fenómeno de tal magnitud tan de cerca, Yunier sentenció, nunca faltó la información y ante la falta de fluido eléctrico se crearon diferentes mecanismos para mantener a la población informada.
Lo que sí se notó fue un gran apoyo tras el paso del huracán. Nosotros fuimos un pequeño grupo que salió al principio, pero después fue una tormenta humana que se volcó en función de ayudar a los hermanos de oriente.
La intención no fue regresar, la idea era ayudar y aportarle el conocimiento que nosotros podíamos en esa difícil situación.


(Por George Carlos Roger Suárez)
