Transformador eléctrico. Foto: tomada del sitio lossinluzenlaprensa.com
No resulta difícil imaginar las vicisitudes de los pobladores del batey Algorta, en el municipio de Perico, cuando escribieron a la dirección de Girón para comunicar que el transformador eléctrico de la turbina encargada de bombear el agua, se había quemado.
La escueta misiva dejaba bien claro que allí existían personas enfermas por arbovirosis y, por ende, eran evidentes las dificultades para mantener buena higiene en los hogares, pues ni siquiera contaban con un pozo de donde abastecerse de agua.
Más lamentable, además, resultó el hecho de no poseer respuestas sobre el grave problema, informado, según expresaron, a los organismos superiores. Dada la extensísima espera en la contestación de dicho planteamiento a la prensa, este redactor atendió, con la impotencia de quien no puede resolver el asunto, la llamada telefónica de la maestra de la escuela, que ratificó lo manifestado en la misiva.
Gracias a la intervención de las funcionarias del departamento de Atención a la Población del Gobierno provincial, el tema cobró vida en las oficinas del Poder Popular de Perico. Aun así, fue necesario reenviarles otra copia de la carta. ¿Y qué ocurrió con la original? ¿No hay control con los planteamientos del pueblo? Sería pecado mayúsculo el extravío de un documento vital, porque además proviene de la prensa.
A tanto empuje, hoy, por fin, revelamos la respuesta rubricada por Juan Alberto Alfonso Yanes, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular; y Zadiany Hernández Vega, intendente en funciones de ese Órgano de Gobierno.
“Tan pronto conocimos la afectación, informamos de ello a las autoridades de la UEB de Jovellanos y a la Empresa Eléctrica provincial, así como al Gobierno y Partido a esa instancia. Desde entonces, en todas las videoconferencias relacionadas con los servicios, y en despachos provinciales, comunicábamos la avería del transformador del batey Algorta.
“A pesar de ello, la Unión Eléctrica no poseía ese tipo de equipo, casi obsoleto. Atendiendo al tiempo que llevaban con la afectación, se decidió bajar el transformador y repararlo en el taller de Colón. Finalmente, gracias al esfuerzo de los técnicos, ya ofrece servicios sin dificultades. Conocemos las molestias ocasionadas, pero la solución no estaba al alcance de la provincia ni del municipio”.
Y entonces, si era inviable reponer el equipo, ¿por qué no determinaron repararlo antes? Tal vez el vía crucis de los moradores del batey Algorta hubiera sido menor.
Por último, mientras más revisé el documento, menos hallé el grado de conformidad de los lugareños, violatorio de las normas de este proceso. Solo se anexan nombre y firmas de seis de ellos.
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