
Tino: entre química y trebejos
Según recoge la historia, el reconocido ajedrecista cubano José Raúl Capablanca visitó en dos ocasiones la ciudad de Colón, y algunos consideran que pudo servir de incentivo para que, tiempo después, el juego ciencia se convirtiera en uno de los más practicados en la zona.
A finales de la década de 1950 y principio de los 60, un niño nacido en este pueblo observaba detenidamente las partidas que sostenían su tío y hermano mayor. Así creció en tamaño y el interés por el juego.
“Cierto, nadie me enseñó cómo concebir el juego, aprendí mirando, primero a mover las piezas y luego me interesé por unas cartillas que publicaba el árbitro ínternacional José Luis Barreras, donde se definía mejor la manera de conducir con acierto las piezas dentro de las 64 casillas”.
Quien hoy narra su historia en el periódico Girón es el maestro Fide Juventino Herrera Pérez, nacido en Mayo de 1952; el primer ajedrecista colombino con el título de Maestro. A propósito de la celebración de los 189 años de la única ciudad de Cuba con apellido de Almirante, Colón, el pasado 8 de agosto, este humilde hombre fue reconocido por su interesante trayectoria.
“Desde los estudios primarios, comencé a participar en torneos de base, seguí en la enseñanza media. Fueron mejorando los resultados y, en 1965, asistí a mis primeros juegos escolares nacionales; también estuve en 1967 hasta 1971. Pasé a la etapa juvenil y participé en una final en esa categoría. Después, incursioné en los certámenes provinciales y, a la sazón, competí en el Primer Torneo Nacional Abierto en Santiago de Cuba, Copa 26 de Julio, que no olvido jamás.

“Se enfrentaban los jugadores mejor ubicados en el ranquin de Cuba en aquel momento, ante los noveles, y logré ganarle al maestro Gilberto García. Aquello fue una sensación muy grande y me sirvió de estímulo para continuar, al extremo que, desde 1978 hasta 1980, clasifiqué para la Final Nacional de Cuba, en primera categoría. Transité, como es lógico, por las diferentes categorías, Experto Regional, Provincial, Nacional. De mayor rango, te puedo mencionar la presencia en el grupo: Solidaridad del Capablanca, donde ocupé la segunda posición, y otros eventos nacionales”.
—¿En qué momento llega la Ingeniería Química?
—Bueno, me gradúo en 1977, pero el trabajo que hacía en los centrales azucareros de la provincia me permitía asistir a los torneos. Fui acumulando puntos en el ranquin ELO, y la Federación Internacional estableció que los jugadores con un ELO mantenido en un tiempo determinado podían aspirar al título de Maestro Fide, lo que me favoreció.
—Además de los Torneos Capablanca, ¿hubo otra participación internacional?
—Sí, en Nicaragua, donde se realizó un evento y yo estuve en el Abierto, que, por cierto, lo gané. Aquí ocurrió algo lamentable, faltó un jugador para poder obtener el título de Maestro Internacional, pero bueno…
“Hay una anécdota que no quiero pasar por alto. En 1987, competí en el siempre recordado Torneo Internacional Radio Rebelde, donde coincidí con la campeona del mundo de entonces, la georgiana Maia Chiburdanidze. Lo interesante es que logré hacer tablas la partida; sin embargo, ella me indicó que yo tenía una posición ventajosa y me demostró cómo podía haber ganado, ¡imagínate!”.
—Juventino, una última pregunta: ¿usted realizó aquí en Colón una simultánea con 140 tableros que no se ha reconocido?
—Así es, primero fue Capablanca con 103; después el MN matancero Francisco Planas, 113; el GM matancero Reynaldo Vera, con el récord de 130; después fue el mío; y el GM Leinier Domínguez, el 21 de Febrero de 2004, 150 tableros, actual récord cubano.

“Por cierto, invito a los lectores de Girón a revisar, en la edición del 9 de noviembre de 2006, una publicación que hace el periodista Nibaldo Calvo Buides, donde se narra lo acontecido el 17 de octubre de 1993, cuando, aquí en Colón, se efectuaba el Campeonato Nacional Absoluto”.
Hoy, Tino se pasea por las calles de Colón, Matanzas, Cuba, con sus 73 años, amando sus pasiones: familia, química y trebejos. (Por: Álvaro Álvarez Díaz/Radio Llanura de Colón)