El uso de los bioinsumos como factor clave en el proceso de transición agroecológica trascendió en el taller dedicado a impulsar la agricultura resiliente frente al cambio climático en la VII Convención Internacional Agrodesarrollo 2024, efectuada del 21 al 25 de octubre en Varadero.
Las jornadas de debate contaron con la presencia de un grupo de profesores, investigadores y productores de Matanzas, Mayabeque, La Habana, Ciego de Ávila, Camagüey y Guantánamo e importantes personalidades de la ciencia de Francia, procedentes de instituciones como el Cirad.
Luis Hernández Olivera, director de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey (EEPF IH), entidad de ciencia, tecnología e innovación a cargo del evento, valoró de vital este taller que se realiza en un contexto donde fue aprobada una Ley de Soberanía Alimentaria y de Educación Nutricional.
“Un grupo de políticas van a acompañar este proceso de transición de una agricultura convencional a una agricultura agroecológica. Existe una comisión nacional que chequea la implementación del plan de soberanía alimentaria y resultan significativas todas las experiencias que se están compartiendo”, detalló Hernández Olivera.
La investigadora Gertrudis Pentón Fernández, miembro del Comité organizador de la EEPF IH, destacó que esta unión de saberes permitió un análisis más integral desde la perspectiva de la biología molecular hasta los estudios del suelo, la agronomía y los estudios socioeconómicos.
“Este intercambio mostró las ventajas de los bioinsumos, pero también los aportes desde el punto de vista metodológico sobre cómo evaluar el impacto, no solo los aspectos positivos, sino las amenazas y los riesgos. Además, hemos visitado escenarios productivos y estamos promoviendo la producción agroecológica no solo a nivel del campesino, sino también a nivel de medianas empresas”, precisó la Doctora en Ciencias Agrícolas.
Las experiencias de la finca de Cayo Piedra, exponente de la agricultura circular en Matanzas, fueron expuestas por el campesino e ingeniero químico, Fernando Donis, quien comentó los beneficios del uso de los microorganismos eficientes en su tierra, donde logra altos volúmenes de frijol, maíz, col y otros cultivos.
Por otro lado, la agrónoma Paula Fernández, investigadora del Cirad que trabaja en los sistemas de cultivos de hortalizas, fertilidad y salud del suelo, expresó que mantienen un vínculo con EEPF IH desde 2013 que ha sido fundamental en el desarrollo de esta tecnología.
“Ya la compartimos en Francia y África del Oeste y se está desarrollando a través de productores de varias cadenas, incluso hay pequeñas empresas que ahora en Francia producen este tipo de bioproductos para comercializarlo a escala provincial”, agregó la experta.
Agrodesarrollo 2024 también resultó el espacio propicio para abordar otras temáticas como gobernanza climática municipal, la transición energética sostenible en la agricultura, desarrollo territorial inclusivo, emprendimiento rural y turismo agroecológico.
A pesar de la reducida participación de delegados nacionales debido a la difícil situación energética del país, el comité organizador del evento logró este intercambio científico en pos de favorecer la seguridad y soberanía alimentaria y contribuir a la adaptación y mitigación al cambio climático.