“Me identifico como una persona apasionada, amante de mi familia, de la Patria, la Revolución, de Martí y también de Fidel”. María Teresa Clark Betancourt desborda por sus poros la pasión por la historia.
Aunque confiesa que lo primero que le atrapó fue la Medicina, ciertos miedos a no superar la muerte le hicieron declinar la opción de usar batas blancas, y cambió estetoscopios y esfigmomanómetro por tizas y borrador.
Es tal su devoción por el magisterio, que Maité, como es conocida también la Historiadora de la ciudad de Cárdenas, no puede desprenderse de la enseñanza en ningún momento del día. Lo mismo rememora una efeméride en un matutino especial de una instalación hotelera, que da las palabras inaugurales de un evento en la Acaa, o comenta las hazañas de los jóvenes de la Generación del Centenario en la cardenense emisora Radio Ciudad Bandera.
“Mi interés comienza en mi etapa de estudiante. Fui monitora de Historia y de Geografía en secundaria y preuniversitario. Tuve excelentes profesores, precisamente la profesora María Luisa fue la que me motivó a la docencia. Estando en el pre hacían falta maestros de historia y se inicia un curso de preparación. Me inscribí y comencé en el curso 1971-72 a dar mis primeras clases en secundaria”.
De complexión delgada y pelo rizo, voz dulce y paciencia infinita, los principales planteles educacionales de la ciudad han contado alguna vez con la sapiencia de la historiadora.
“La historia hay que darla de una forma creativa. A mí me satisface mucho cuando los que fueron mis alumnos que ya son personas adultas me dicen: “profesora, cuánto me acuerdo de sus clases”, o “a mí no me gustaba la asignatura y cuando usted me la impartió y me llevó a los museos me enamoré de ella”. La docencia es hermosa y necesaria por ello siempre me sentiré maestra a pesar de que esté realizando otras funciones.
“Ahora soy la Historiadora de la Ciudad, lo que conlleva muchísimo trabajo, porque es guardar la constancia de todo lo que esté pasando en el territorio como fuente primigenia para las futuras investigaciones o redacciones de los libros.
Pero a Maité no solo le cautiva la docencia, sino también la investigación, por la que se inclinó luego de asumir la dirección del Archivo Histórico de Cárdenas, el primero de su tipo fundado en la casa natal de un mártir, en este caso Smith Comas. “Me motivó el tener entre mis manos documentos tan trascendentes como las actas capitulares de fundación, todo la documentación de las distintas etapas del gobierno, así como otros que se fueron generando por personalidades.
“Cuando uno se acerca a la investigación histórica es muy difícil apartarse. Hemos procesado documentaciones valiosas, como las donadas por la familia de Leopoldo Horrego Estuch, primer biógrafo de Antonio Maceo; también la prensa de la época, de donde se extraen estadísticas importantes como índices de analfabetismo, insalubridad y muertes maternas en tiempos remotos.
“En el año 1990 preparé el primer evento científico de carácter nacional dedicado a José Martí y a la Bandera, teniendo en cuenta la trascendencia de la ciudad, primera donde se izó la Insignia Nacional, el cual se mantiene cada cinco años y cuenta en cada edición con la participación de destacados historiadores de Cuba”.
Para divulgar el conocimiento no se limita al aula u otros espacios delimitados, la pedagoga apuesta también por el uso de las tecnologías y de los medios masivos de comunicación. “Escribí libretos para dos programas insertados en la parilla habitual de Telebandera: De mi ciudad y Sucesos en la Historia. Tengo un espacio en Radio Varadero dedicado a José Martí y en Radio Ciudad Bandera otro dedicado a personalidades, combatientes e Hijos Ilustres de la ciudad.
Justamente esta condición constituye una de las mayores satisfacciones de la profe María Teresa. Esa y aquella que le entregara Fidel junto a otros destacados cardenenses.
“Para mí Fidel es el paradigma de nuestro pueblo, la persona que pudo llevar a la práctica el pensamiento martiano de “Con todos y para el bien de todos”.
“De adolescente, mis padres veían sus discursos y ahí me acerqué a su pensamiento. Ya de profesora, el día 13 de abril de 1974, le vi pasar por la primera avenida de Varadero en compañía de Houari Boumédiene, en aquel entonces presidente de Argelia.
“El 6 de diciembre de 1999, en la escuela Marcelo Salado, en el aula donde estudiaba el pionero Elián González impresionó en su discurso cuando pronunció aquella frase previsora de que: El próximo año estaremos aquí celebrando el cumpleaños de Eliancito todos juntos”. Esa visión de futuro de Fidel, esa previsión de lo que es y debe ser, para mí Fidel es una figura inmortal”.
Historiadora de la ciudad de Cárdenas y directora de la Filial de la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic) en el territorio, pareciera que a Maité no le quedan muchas metas por cumplir, sin embargo, no es así.
“Quedan sueños, entre ellos ver crecer las familia en todos los ámbitos y que se publiquen las investigaciones que he hecho, en su mayoría siendo directora del Archivo Histórico: la presencia china en Cárdenas, la historia local que redacté del 52 hasta el año 59, la publicación que hice para la revista matanceros sobre las visitas de Fidel a Cárdenas ampliarla y que pudiera ser un pequeño libro… Aunque tengo artículos en Bohemias y en el diario Granma me gustaría continuar investigando y escribiendo sobre la historia local.
“Es una responsabilidad continuar el trabajo al frente de la Filial de la Unhic en el territorio e inculcar en las nuevas generaciones el conocimiento y estudio del pasado, de la historia de Cárdenas que es también la historia de la Patria”.