Voleibol cubano: Los sueños sobre la net

El Voleibol masculino emplea la fórmula del equipo Cuba unificado y es hoy el mejor deporte colectivo de nuestro país.

Luego de varios años de espera, el Voleibol cubano rama masculina nos pone a soñar en grande con un equipo que ha mostrado talento y garras en sus últimas presentaciones.

La Copa Panamericana de la disciplina fue esa imagen de triunfo que coloca al Mundial que se desarrollará el próximo 26 de agosto en Eslovenia, como una posibilidad real de regresar a la élite con innumerables emociones y éxitos.   

Los nuestros blanquearon 3-0 al local Canadá, para levantar el trofeo de la cita Panamericana organizada en la ciudad de Gatineau con marcadores de 25-17, 25-17 y 25-23.

El Voleibol masculino emplea la fórmula del equipo Cuba unificado y es hoy el mejor deporte colectivo de nuestro país.

Los rivales no encontraron la fórmula para detener a los discípulos de Nicolás Vives, que se mostraron superiores en todos los aspectos, mientras lucían nuevamente inmensos el opuesto Jesús Herrera y los auxiliares Miguel Ángel López y Osniel Melgarejo, además de los centrales Liván Osoria y Michael Sánchez y el líbero Yonder García.

El máximo anotador en este encuentro fue el zurdo Herrera, con 15 puntos, secundado por López y Melgarejo, ambos con 11; este último fue seleccionado el Jugador Más Valioso del certamen.

Los nuestros transitaron todo el evento sin perder un set y superaron a los elencos de República Dominicana, Chile y Estados Unidos, que fue el ocupante del tercer puesto.

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Estos resultados ubican al voleibol masculino como el mejor deporte colectivo de la actualidad y que ha utilizado una estrategia que otras disciplinas piden a gritos: el llamado a jugadores con experiencia en Ligas extranjeras.

Cada uno de estos talentosos jugadores que brillan en otras tierras le ha aportado un nivel al equipo de las cuatro letras, que los amantes del juego de la malla alta esperábamos desde hacía muchos años.

Si analizamos no solo los resultados sino también la forma deportiva en la que se encuentran, la manera categórica en la que vencen a sus oponentes dentro de la cancha y el alto grado de técnica que muestran en cada presentación, amén de algunos errores, podemos predestinar un futuro promisorio para nuestro país en este deporte.

Otra arista sería la preparación de los cuerpos de dirección al comandar a estos atletas con recorrido internacional, que muchas veces es muy destacado, y que cuentan con técnicos capaces y otros jugadores con una trayectoria reconocida.

La superación debe ser constante para evitar las fallas en el canal de mando y mantener la autoridad de los entrenadores, así como la colaboración entre ambos, que por mucho será lo que aporte y distinga en el momento de la competencia.

Lo que ha pasado con el team masculino y Nicolás Vives es un claro ejemplo de la retroalimentación que debe existir en estos casos y de los frutos que son posibles cosechar cuando nos despojamos de prejuicios y pensamos única y exclusivamente en el deporte y su desarrollo.

Con el avance que nos han dado estos muchachos, no es descabellado pensar que dejarán una buena impresión en los próximos eventos y que las olimpiadas están al alcance de la mano.

Uno de los aspectos más destacables que se hicieron notar fue la imbricación de los jugadores nacionales y quienes militan en las ligas foráneas, pues el trabajo en equipo sobresalía por encima de las individualidades.

Indiscutiblemente ya el Voleibol cubano está reescribiendo su propia historia, que dejará unas cuantas alegrías a la afición en el presente cuatrienio.

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Sobre el autor: Norys Castañeda Valera

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