
La Familia y la Rumba, siempre ha estado dentro del corazón y acompañándola siempre a Ana Pérez Herrera.
Durante los meses de julio y agosto, una visita obligada es al Castillo San Severino, Museo Ruta de las Personas Esclavizadas. Ahí los visitantes pueden disfrutar de la riqueza cultural que encierra la Muestra de Mes, que, en esta ocasión está dedicada a Ana Pérez Herrera, “Cuando la rumba matancera adopta nombre de Mujer”.


Fotos, documentos, vestuarios, premios y condecoraciones avalan el testimonio viviente que el visitante observa de lo que Ana ha aportado a la Cultura Nacional e Internacional.

“Ana Pérez:
Dicen que el tambor no tiene rostro… que la rumba no tiene madre … pero en Matanzas, Cuba, la tierra donde los espíritus cantan con los vivos, habita una mujer que impugna estas metáforas.
En una agrupación histórica de hombres, esta fémina llegó para quedarse. De bailarina a cantante de falsete, fue la voz que desbordó el coro, simbolizando la grieta en el tambor.
Pero su impronta no cabe en un disco, ni en un premio, ni en una entrevista. “Su voz no se apaga cuando los tambores descansan, porque ella también es rumba, comparsa, maestra, es altar encendido, es madre… de muchos, y mujer… siempre”, refiere el catálogo de presentación de la Muestra del Mes.




