Víctor Rodríguez: “estoy muy agradecido a Matanzas”

Víctor Rodríguez: “estoy muy agradecido a Matanzas”
Víctor Rodríguez: “estoy muy agradecido a Matanzas”

“El placer es mío por estar es este escenario hoy, le debo mucho a esta ciudad. Mi formación musical quedó marcada por la posibilidad de venir aquí para recibir consejos de excelentes maestros, algunos que ya no están, y compartir con una gran Orquesta como es la Sinfónica de Matanzas, con mucha apertura hacia los nuevos intérpretes”.

Con estas palabras el pianista Víctor Rodríguez (La Habana, 1961) agradeció al el público yumurino congregado para su recital, la tarde de este viernes 27 de junio en la Sala White.

La maestra María de los Ángeles Horta, profesora e instrumentista lo presentó como “alguien que ha dejado una impronta maravillosa en la enseñanza del piano en nuestro país” y cuyas presentaciones, “desbordantes de pasión”, han sido “momentos clave para la pianística matancera”.

La propuesta musical estuvo a la altura de tan elogiosas palabras. A la vibrante ejecución de once contradanzas de Manuel Saumell, entre ellas Ayes del alma, La suavecita, El pañuelo de Pepa, le siguieron la Sonata número 28 en la mayor, Opus 101 y la Sonata número 21 en si bemol mayor D. 960, de Franz Schubert.

Víctor Rodríguez: “estoy muy agradecido a Matanzas”

Sobre la complejidad del programa, el intérprete argumento que el caso de las piezas los dos compositores clásicos centroeuropeos, ambas poseen no solo un alto grado de complejidad en su ejecución sino que son difíciles de asimilar por el oyente.

“Especialmente la de Schubert, su última sonata para piano, pues se trata de una obra de resonancias filosóficas, grandilocuentes, sin embargo, creo que, si hay un público preparado para recibirla ese es el matancero porque aquí se ha forjado una tradición”, concluyó.

Arrobada por su maestría de su ejecución, la audiencia reclamó con aplausos otras dos salidas del intérprete al escenario en las que les obsequió con Diciembre ocho de Beatriz Corona y Canción de otoño de Piotr Ilich Chaikovski.

Discípulo del reconocido pianista Fran Fernández, Víctor Rodríguez se formó en los cánones de las academias de piano cubanas y rusas. Es uno de los más destacados músicos de su generación y se ha presentado en aproximadamente una veintena de países alrededor del mundo.

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Sobre el autor: Giselle Bello Muñoz

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