Asidua lectora del Apartado 1433, Maricel Clara McBeath Perdomo, vecina de la calle Anglona, No. 614, entre Calzada y Velázquez, municipio de Cárdenas; expone que laboró en la Agencia de Seguridad y Protección de este territorio, pero no recibió la liquidación salarial pendiente ni posee su expediente laboral.
Si bien desde hace varias semanas la remitente comunicó, vía correo electrónico, su agradecimiento a esta sección porque el problema fue solucionado, la respuesta oficial demoró en exceso para enviarse a nuestra Redacción.
Por intermedio de Mirtha Sánchez González, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular; y Frank Padrón Domínguez, intendente del Órgano de Gobierno local; se informa que las gestiones estuvieron a cargo de Lázaro Eduardo Catalá Ochoa, director provincial de la referida Agencia, quien visitó a Maricel Clara en su domicilio para satisfacerla en sus reclamos.
En este caso, fueron entregados a la demandante 2 200 pesos, monto correspondiente al mes de diciembre de 2024, y desde el pasado mes de febrero ya tiene en su poder el expediente laboral; acciones con las cuales mostró conformidad.
RESPONDE LA COMERCIALIZADORA DE COMBUSTIBLES
De atípica catalogamos la misiva que, supuestamente, redactó Eduardo E. Alonso Bolaños, residente en el poblado de San Francisco, y que alguien entregó en la Redacción de Girón.
Como resulta habitual, de inmediato enviamos la correspondencia a la División Territorial de Comercialización de Combustibles Matanzas, pues el remitente manifestaba, con impresionante poder de síntesis, inconformidad con la demora en la entrega del gas licuado. Según Eduardo, su mensajero había dejado la “balita” en el punto de venta del parque Maceo, en el yumurino barrio de Pueblo Nuevo, desde el pasado mes de noviembre, y no le reciprocaron con el depósito lleno.
De acuerdo con el informe de Lázaro R. Abreu García, director de la citada entidad, la investigación del caso incluyó la visita al domicilio de Alonso Bolaños, luego de las pesquisas para su localización. Refiere que el cliente posee contrato con el No. 7787 y, asombrosamente, manifestó que él no era el autor de la misiva, pues lo único que había hecho era entregar el cilindro a un familiar nombrado Ramón Marín, en busca de ayuda.
“Al entrevistar a dicho familiar, conocimos que dejó el cilindro en manos de Frank, mensajero acreditado por la Onat, pero, dada la demora, decidió, de manera inconsulta, escribir a nombre del titular del contrato. En consecuencia, aclaramos que no le asiste razón, pues la última compra la realizó en septiembre de 2024”. (Edición web: Miguel Márquez Díaz)
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