El comienzo de un año en Cuba no solo simboliza el inicio de un nuevo período, cuando queremos creer que la vida nos da otra oportunidad de crecer. También trae consigo una profunda carga histórica, al conmemorarse, el primero de enero, un aniversario más del Triunfo de la Revolución. Para celebrar este hito, qué mejor forma que poner de manifiesto una de las labores más importantes de nuestro proceso político: la de fundar y reparar.
En Matanzas, se inauguraron sedes para la Asamblea Municipal del Poder Popular y el Registro Civil. El primero de estos se estableció en el edificio antes perteneciente a la Dirección Provincial de Salud, y que se sometió a un remozamiento. El segundo compartía local con el Palacio de los Matrimonios y ahora ocupará una casona colonial en la calle Milanés, al doblar del Parque de la Libertad. Ganan así en independencia en la prestación de servicios y se acercan al centro de la ciudad; aunque dicha obra no está concluida, porque aún falta un ala de la edificación por reparar, que se terminará durante el año en curso.
Asimismo, según informa Yesiel Bofill Pedroso, director de Patrimonio y Construcción del municipio de Matanzas, se repararon tres bodegas en diversos Consejos Populares. Además, para darle continuación a las intervenciones en barrios vulnerables que lleva a cabo el Gobierno desde hace varios años, se entregaron dos casas en las márgenes del río San Juan y en La Marina.
“Se hicieron mantenimientos constructivos profundos, porque los locales presentaban un nivel alto de deterioro, y adaptaciones de locales como las nuevas sedes que pertenecían a otras entidades”, declaró el funcionario.
Tal vez no sea el número necesario, por la situación de vivienda que padece el país; no obstante, a pesar de la escasez de materiales y finanzas, se avanza. También se trabajó en el embellecimiento de la ciudad para recibir el nuevo período con el mejor rostro posible, si bien todavía golpean a este sector problemas como la falta de combustible para los camiones poder recoger los desechos.
Refiere Bofill Pedroso que las restauraciones y otorgamientos con anterioridad mencionadas se pagaron con las arcas públicas del plan de la economía, y la inversión ascendió a un monto de 11 millones de pesos.
A la vez, se inauguró un restaurante-cafetería en el Hospital Pediátrico Eliseo Noel Caamaño. El sitio ayudará a pacientes, familiares y empleados a acceder a alimentos y servicios, sin trasladarse de la institución. Esperemos que los precios y la calidad se hallen en concordancia con lo que requiere un lugar donde las personas sufren uno de los sustos y angustias más grandes: la enfermedad de un niño. Este nuevo negocio gastronómico se financió como un proyecto local, con la contribución del 1 % del presupuesto territorial del municipio, y costó unos tres millones.
La cifra general alcanzó un aproximado de 14 millones, entre lo costeado por el estado y los proyectos locales.
Un país solicita renovaciones y reparaciones constantes, sobre todo si su objetivo está en aumentar la calidad de vida de la población. Por ello es preciso que estas se mantengan a lo largo de todo el año, como muestra de un trabajo constante y de calidad.
