EL PRIMER JUEGO
El 27 de diciembre de 1874 se efectuó en el estadio Palmar de Junco el primer juego oficial de béisbol en Cuba. Este histórico acontecimiento fue y es motivo de polémica, debido a que los capitalinos -y algunos historiadores- consideran que tuvo lugar en La Habana, en 1878.
En honor al aniversario 150 del trascendental hecho, Alfredo Lauro Santana Alonso, historiador del béisbol en Matanzas, comparte con Girón sus conocimientos para esclarecer mitos y contar la historia de nuestro deporte nacional a través de la vida tan longeva de este valioso estadio, Monumento Nacional.
“Estamos conscientes que antes se efectuaron juegos de pelota en diferentes lugares del país. Sin embargo, consideramos al desafío en tierra yumurina como el primero de carácter oficial. Tiene todos los requerimientos para definirse de esa manera, salvo que no formó parte de un campeonato”.
Explica que el primer encuentro efectuado en el Palmar de Junco marcó un hito en nuestro béisbol, pues este deporte había sido perseguido por las autoridades españolas desde 1868, cuando inició la Guerra de Independencia. A pesar de las limitaciones impuestas por el gobierno colonial, no pudieron evitar que los cubanos se unieran para jugar pelota. Como colofón, ese 27 de diciembre lograron reunir a un equipo de la capital, el Habana Baseball Club, y los locales.
El partido presentó algunas irregularidades durante su desarrollo, puesto que las reglas se ejecutaban por primera vez. Había una diferencia entre el modo de lanzar del pitcher de La Habana y el de Matanzas, lo que produjo una discusión y se hizo una pausa para que los dos utilizaran la misma técnica. El encuentro no pudo concluir por la oscuridad. Terminó pasado el séptimo inning.
Con respecto a la controversia acerca de la legitimidad de este suceso, argumenta que el 29 de diciembre de 1878 se desarrolló en La Habana el primer juego oficial de un campeonato. Ello no significa que el celebrado aquí en La Atenas de Cuba, al no formar parte de un torneo, no sea considerado por la historia como el primero de ese tipo en nuestro país.
Ello lo corrobora, igualmente, el hecho de que el que es considerado el primer juego oficial de béisbol en los Estados Unidos -cuna de este amado deporte- tampoco formó parte de ningún campeonato. El 19 de junio de 1846, los Knickerbockers jugaron el que está considerado como el primer partido oficial de béisbol moderno al enfrentarse a otro equipo organizado de béisbol llamado New York Club, en lo que es ahora Hoboken, en Nueva Jersey.
Cuenta Santana Alonso que aquí participaron algunos jugadores que después se convirtieron en patriotas de las luchas por la independencia de Cuba. Tal es el caso de Emilio Sabourín, quien conspiró en La Habana contra el colonialismo español. Muchos de esos peloteros lucharon en la manigua y perecieron durante la guerra.
TRAS EL PASO DEL TIEMPO
El Palmar de Junco ha sido un estadio multifacético. Sobre su grama, además de efectuarse encuentros de béisbol, se han realizado combates de boxeo, actuaciones de circo, rodeos. Inclusive, en 1960, bailó la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso.
El reconocido historiador recalcó que no está definida la fecha exacta de la construcción del recinto deportivo. La referencia más lejana data de 1867, año en que se efectuó un partido de béisbol entre comerciantes de La Habana y un conjunto norteamericano. No se reconoce como juego de carácter oficial por desconocimiento de los rosters, y las reglas que se tomaron en cuenta. Además, la prensa de la época no publicó nada al respecto.
Mucho se ha debatido acerca del origen de su nombre. Comentan que formaba parte del hato de Canímar, perteneciente a la familia Junco. Se llamó en su momento como la Estancia Blanca, que comprendía gran parte de Pueblo Nuevo. Dentro de ella se encontraba la Finca Mayor, en la cual se creó el terreno de béisbol.
Hay otra teoría que afirma que era propiedad de Martín del Junco. Esta personalidad suele confundirse por el apellido, aunque no es descendiente de la otrora poderosa familia. La información no ha sido confirmada aún, por lo que se mantiene la primera hipótesis.
Alrededor de los años 40, llegó a llamarse Grand Stadium de Matanzas. Pero, para beneplácito de los yumurinos, fue poco el tiempo que transcurrió para que recuperase su nombre original.
Sobre la grama del mítico terreno matancero jugaron numerosas personalidades de este deporte, como José de la Caridad Méndez y Martín Dihigo, quien en varias ocasiones invitó a múltiples estrellas del béisbol norteamericano de la época. Luego, en la Liga Profesional de Béisbol Cubana, estuvieron presentes Tony Taylor, Edmundo “Sandy” Amorós, Camilo Pascual y Pedro Ramos, entre otras estrellas cubanas de la pelota.
No obstante, Santana Alonso asegura que se pudo explotar mucho más el campo del estadio. Debido a su cercanía con la capital, tenía creada las condiciones para mantenerse como sede del campeonato profesional.
En la década del 60, se unió al Latinoamericano como los únicos estadios del país que poseían alumbrado artificial. Esto cambió la dinámica de los partidos e incrementó la afluencia del público.
A 150 años de historia y tradición, el béisbol en Matanzas ha tenido grandes evoluciones. A pesar de su caída a principios del siglo XX, se creó la Liga Amateur, la cual rejuveneció el amor por la pelota en la provincia con los éxitos del famoso conjunto El Deportivo de Matanzas, campeón de ese torneo en los años 1943 y 1945.
Los matanceros sentimos un gran cariño por el Palmar de Junco. Desde el ámbito cultural, el pueblo ha librado grandes batallas por mantener vivo su legado. Así ocurrió, por ejemplo, cuando en 1936 corrían rumores de que se quería crear una zona residencial en él. El Maestro Martín Dihigo se opuso rotundamente y se enfrentó de manera enérgica a las autoridades políticas del momento.
Más tarde, durante los años 50, regresaron las campañas para parcelar el estadio. Varias figuras, encabezadas esta vez por Gaspar Pérez (padre) y el periodista y narrador deportivo Eddy Martin, se enfrentaron y fueron a pedirle a la primera dama de Cuba, la esposa del general Fulgencio Batista, la cancelación de esta medida.
En el 2016, se inauguró el Salón de la Fama del Béisbol Matancero. En sus vitrinas se ha aglutinado 156 beisbolistas de distintas partes del país: 83 homologados y 73 exaltados. Entre ellos se hallan algunos que jugaron en ligas foráneas, tales como República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico, y que han sido reconocidos en estos países. Se tiene planificado que esta cifra aumente a medida que se logre ampliar la información sobre personalidades históricas de nuestro béisbol.
“Son más de 35 años de lucha titánica que hemos librado para que fructifique este salón de la fama. Creo que debemos ser inconformes. Tenemos que luchar mucho más. El Palmar de Junco es la única instalación deportiva en Cuba galardonada con el título de Monumento Nacional y creemos que debe ser Patrimonio de la Humanidad, porque es el estadio de béisbol más antiguo del mundo aún en activo”. (Por: Daniela Lantigua Carballo y Diego Riera Pérez, estudiantes de Periodismo)
Lea también
Lo mejor del deporte matancero
Norys Castañeda Valera – Con un 2024 intenso en materia de deporte, no fue nada fácil elegir los mejores atletas en cada categoría, por lo que se llegó al acuerdo de agregar… Leer más »