El Circo La Rueda, dirigido por Yoilen Sánchez, celebró su segundo aniversario de fundado con un espectáculo que ofreció en el Parque de La Libertad, donde actuaron como invitados Atenas Brass Ensamble, Noria, Caribean Spirit, Novadanza, alumnos de trombones de la Escuela Vocacional de Arte.
Fue un grato encuentro que se repletó de un público ávido, que ayudó a promocionar la labor del circo matancero, que ha pasado por varias etapas hasta ahora, desde el Circo Atenas, Espectro, América y La Rueda, dejando de mencionar otras agrupaciones, vinculadas directamente al turismo, como lo fue el premiado y desaparecido colectivo Ximan.
La Rueda es una agrupación subvencionada de las artes escénicas, que tuvo su función de creación el 14 de diciembre de 2022, en el Cine Teatro Cárdenas. Conformada en su mayoría por graduados de la Escuela Nacional de Circo, tiene presentaciones sistemáticas en varios espacios de la ciudad como la Peña, que se celebra en el parque de La Rueda Dentada, y que ha logrado tener un público asiduo.
Mucha gente, a veces no sabe de la existencia de un circo matancero. De alguna manera, esa función y el interés del grupo por actuar para los matanceros constituyen, en un primer nivel, priorizar su existencia y la de un arte ancestral de gran aceptación.
Entre los aspectos más notables estuvieron el nivel de convocatoria; el opening en los alrededores del parque de La Libertad, con esculturas vivientes, tragafuegos y músicos; la excelente música en vivo de Atenas Brass Ensamble, que contribuyó al ritmo, las transiciones y a crear la atmósfera necesaria; Novadanza, que mostró su rigor interpretativo y la integración a lo que requería cada acto donde participaron; los números de puro arte circense, como los de la escalera, de Brian Jorro Peñate, los del equilibrio de Eliecer Campanioni; frescura, elegancia, organicidad, números de difícil ejecución.
También disfruté mucho el Charro Negro con su látigo, en esta ocasión con las bailarinas de Novadanza, lo que ofreció al acto belleza, elegancia y una dinámica diferente; el dúo Arle, con su trabajo coreográfico, y la organicidad, la espectativa del riesgo.
Por último, resaltaron el payaso Tareco, el más popular de todos, que demostró un particular dominio del cuerpo, los gestos y la voz, contribuyó a mantener la dinámica dramatúrgica del espectáculo y una eficaz comunicación con el público; por su gracia y sentido lúdico, el número de los niños trombonistas de la EVA, con su profesor Dayron Jiménez como músico payaso; así como los payasos Chapotin (Yasiel Fabá) y Trompetín (Herlys Sanabria), el primero, con un destacado rol de contraparte en el reprisse de la pelea de boxeo.
Se debe apuntar como tema para perfeccionar el uso del tiempo, entre opening y espectáculo, y entre número y número, así como el ritmo de los números, que precisan mayor rigor en el trabajo, para que el despliegue de la comicidad no se deje a la improvisación, porque entonces alarga innecesariamente el espectáculo.
Lo que más me gustó fue el contagioso espectáculo-cumpleaños, la conexión y disfrute con el público, la experiencia de un circo vivo, para celebrar un año y larga vida a La Rueda, liderado por Yoilen Sánchez, a quien se le debe junto a un equipo técnico-artístico, donde destaca la coreógrafa y bailarina Gelsy González, la energía y renacimiento del circo matancero.
Lea también
Zenén Calero Medina: A mí me alienta todo lo creativo
Redacción Periódico Girón – Yo dibujo, pinto o esculpo casi todos los días y cuando no lo hago siento que no soy yo, que me falta algo importante en la vida, afirma Zenén… Leer más »