Postales Matanceras: Ocho días en un pozo

Postales Matanceras: Ocho días en un pozo
Postales Matanceras: Ocho días en un pozo

En la mañana del 8 de febrero de 1903, el vigilante Aquilino Fernández, vecino de la yumurina calle de Santa Isabel no. 108, buscaba un gallo y una gallina de su propiedad, extraviados desde el día anterior. Al llegar a un solar yermo, contiguo a su domicilio, escuchó el canto del ave, que provenía de un pozo ciego. Allí encontró, además, a un ser humano que le solicitó pan y agua.

Con urgencia, el vigilante avisó a la Estación Central del Cuerpo de Bomberos. Enviaron en el carro de auxilio al señor Estrada y al pardo Ramón Hernández, quien descendió en busca de los accidentados.

El rescatado resultó ser el niño Mario Sierra, de 10 años de edad, y vecino de Zaragoza no. 61, que estaba desaparecido desde el domingo anterior. Él declaró que había ido al lugar en busca de limones y, sin percatarse del peligro, había caído en el hoyo. Durante ocho días permaneció allí, sin agua ni alimentos, y extenuado por tantos gritos desesperados.

El niño fue trasladado a la Estación Sanitaria, donde fue asistido por los doctores Font, Cuní y García. El diagnóstico fue de inanición, con estado de salud reservado. De este lugar fue remitido al hospital Santa Isabel.

El 9 de febrero, El Correo de Matanzas denunció el hecho y exhortó a la autoridad local a que ordenara el sellado del peligroso pozo, que no poseía brocal y tenía una profundidad de 50 varas.

El día 13, el menor fue dado de alta y trasladado a la Estación de Bomberos, en compañía del gallo que, si no hubiera cantado…

(En coautoría con Eduardo Daniel González)

Recomendado para usted

Sobre el autor: Adrián Álvarez Chávez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *