René Quirós Valdés, hijo ilustre de Unión de Reyes, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, el fundador del proyecto Reparadores de sueños, celebró su cumpleaños en la Sala White, con el mismo espíritu, con que lo hemos visto durante tantos años, dirigiendo el espectáculo, un breve recorrido, a una obra intensa y fructífera, en la que se reunieron solo una parte de los que se han formado en su proyecto o en otras zonas de su creación y magisterio, en los que se encuentra educar a otras generaciones de artistas.
Quirós es un instructor nato, fiel a su profesión, desde que se graduó en aquellos paradigmáticos cursos de la década del 60. Basta oír sus testimonios, que van desde quienes fueron sus prestigiosos profesores, y también, sus significativos condiscípulos. Quirós, siempre relata anécdotas, que refieren el rigor de esos años, los métodos de enseñanza, el intercambio con los más importantes personalidades de la cultura de esa época, el trabajo con niños y obreros, con campesinos y abuelos.
Él, un campesino unionense, como muchas veces se define, descubrió y aprendió un universo de conocimientos que lo marcaron y contribuyeron a su carrera. En su trayectoria, puede encontrarse su presencia en diversos países, como por ejemplo, Nicaragua, o en rincones apartados de nuestra Isla, como la Ciénaga de Zapata.
Todos los que nacimos en Matanzas, estamos relacionados con él. Lo conozco desde que yo era un niño, dirigiendo eventos y festivales de pioneros, de la Feem o la FEU, pero también como jurado, siempre con su hablar pausado, sus consejos llenos de sabiduría; fue el maestro respetado, y luego compañero, en diversos espacios, como la Escuela de Instructores de Arte René Fraga Moreno, de la que fue fundador, y donde tuvimos alumnos admirables, varios con una linda y fructífera carrera.
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Siempre con su sonrisa y su ímpetu para trabajar, con la misma disposición de cuando era joven, algo que sigue siendo: un octogenario erguido, vital, dispuesto, como siempre, y con nuevos proyectos en su cabeza.
Al proyecto Corazón Guamacaro Km 9 se ha ido con nosotros, a trabajar con niños de preescolar, a los que les enseña a animar títeres, a conformar una historia y un personaje. A veces acompañado, de sus niños Reparadores de Sueños, que presentan fragmentos de obras, de las estrenadas en el proyecto. Inmerso entre los pupitres y los ojos atentos de los alumnos, revive su experiencia, sus resultados de años, creando otros sueños.
Por eso, cuando Quirós celebró sus 84 años, de alguna manera, fue un canto al esfuerzo de un hombre con alma de poeta, listo para reparar a otros, el espíritu hermoso de la vida.
