Fraternidad: nuestra América en Matanzas

Fraternidad: nuestra América en Matanzas. Fotos: Raúl Navarro
En la sede de la Dirección Provincial de Salud fue recibida la donación humanitaria de Fraternidad Chile-Cuba. Fotos: Raúl Navarro

“…y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.

José Martí, Nuestra América

En su primera visita al Parque de la Libertad, una de las integrantes de la delegación extranjera se preguntaba quién era el héroe de la estatua. Responder José Martí es fácil, pero encarnar como ella y sus acompañantes los ideales martianos de solidaridad e internacionalismo… ¿lo es igual?

Fraternidad Chile-Cuba apuesta por ello, por que no cueste trascender las fronteras en pos del humanismo ni vislumbrar, aunque sea desde América del Sur hasta esta isla del Caribe, la posibilidad de marcar la diferencia. Al fin y al cabo esa es la esencia misma del grupo, ¿cachai? (como dirían ellos, los chilenos, en su variante del “¿me entiendes?” nuestro).

Fraternidad: nuestra América en Matanzas. Fotos: Raúl Navarro

Y claro que se entiende, y se agradece y enaltece, su gesto, que es también el de los argentinos que compartieron la visita. Su más reciente viaje a Matanzas se debió a una Fraternidad que podría ir tanto en minúscula como en la mayúscula identificativa del proyecto, pues este resume como pocos la palabra que consigna.

¿Qué gestos han brindado al territorio matancero? En fiel tradición, el que lleva un buen tiempo identificando a Marianela Valdivia Martínez, su fundadora, y a sus seguidores: la donación de medicamentos e insumos, siempre bienvenida en un adverso contexto. Siempre solidaria, y reflejada con anterioridad en nuestras páginas.

EL SUBLIME DESTINO DE UN EQUIPAJE

La mañana era gris y lluviosa, como si desconociera la noble causa de la que iba a ser testigo en breve. A las 10 en punto. La hora señalada para acoger en la Dirección Provincial de Salud a los visitantes de Fraternidad Chile-Cuba, provenientes tanto de ese país andino como de su vecina Argentina.

Autoridades del sector en la provincia, como Andrés Lamas Acevedo, director de Higiene y Epidemiología, o Joel de la Caridad Santos Chaviano, director de Gestión Sanitaria, aguardaban entre otros colegas por la llegada. Un par de automóviles hicieron puntual entrada por el costado del edificio, cargados de pasajeros y maletas abultadas. Eran cinco en total los que bajaron, portadores de esa donación quizá nunca suficiente para ellos, pero más que generosa para los agradecidos.

Tras el recibimiento, tan cálido que contrastó de forma inevitable con el clima de diluvio, tras las fotos de rigor y los abrazos reiterados, los recién llegados fueron conducidos al interior del edificio. Mientras, los brazos más capacitados del lugar trasladaban también al salón previsto los valiosos equipajes.

Una vez abiertos, una vez desplegado su contenido sobre las mesas destinadas a la reunión, la doctora Elaine Hernández Febles expresó en nombre de la Comisión de Recepción de Donativos la gratitud implícita en el hecho, así como su consiguiente manejo dentro del sistema de salud matancero.

“Priorizamos mucho el Programa Materno Infantil, por su alta consideración en el país y la base que supone para nuestra sociedad”, aseveró. “Todo lo que sirva para las gestantes en el hospital materno, o para los niños en el caso del Pediátrico, se tiene en cuenta desde el primer momento. Los psicofármacos generalmente se destinan al hospital psiquiátrico, dada la necesidad grave que de ellos existe.

“Con esto no queremos transmitir más que la tranquilidad de que todo va a ser bien utilizado, que todo tendrá como destino a alguien que lo necesite. Cada número significa una persona, y sabemos el sacrificio que ustedes afrontan para hacer realidad esto. Fuera de lo material, es su voluntad y acompañamiento lo que más nos inspira a seguir”.

Los directivos de Salud presentes en el intercambio conocen, como evidenciaron las palabras de la doctora Hernández Febles, que Fraternidad Chile-Cuba se caracteriza por la constancia de su gestión y el interés a fondo por conocer su impacto real, más allá de un primer protocolo de entrega y recepción.

Debido a ello, el siguiente desplazamiento citadino del grupo les condujo hasta uno de los lugares esenciales en su afán por generar cambio, por contribuir al bienestar de pacientes: el Hospital Pediátrico Provincial de Matanzas, “Eliseo Noel Caamaño”.

Fraternidad Chile-Cuba sostuvo también un intercambio con la dirección del Hospital Pediátrico “Eliseo Noel Caamaño”.

El nombre de la institución destacaba al fondo del salón de recibimiento, a espaldas de su director, el pediatra Julio Hernández Sánchez. Atentos a los detalles que les aportaba, los integrantes de Fraternidad Chile-Cuba resaltaban, en lo específico de cada pregunta, su preocupación por cada aspecto de atención a los pequeños pacientes y toda clase de estadísticas, desde los índices de natalidad hasta los de mortalidad. Y, sobre todo, la posibilidad práctica de incidir en ellos para bien mediante las iniciativas del proyecto.

FRATERNIDAD CHILE-CUBA… Y ARGENTINA

Las hermanas Ana María y Katia Canalejo, docente y bioquímica respectivamente, ambas curtidas en años, aunque jóvenes en su proyección, formaron parte de la representación argentina en la reciente incursión humanitaria. Su presencia, a la par de Chile, evidenció de por sí la viabilidad futura de expandir Fraternidad a más de un nombre en complemento con Cuba.

Con motivo de la asignación de útiles escolares en la Sierra Maestra y otras acciones dentro de su perfil, ya Ana María había tenido ocasión de recorrer el país. A la actividad humanista de Marianela llegó por azares, a través de una amiga de su hermana conoció del presente viaje y su deseo de apoyarlo no se hizo esperar.

“Todo lo que implica participar en situaciones solidarias me gusta, porque soy alguien que se desarrolla en sociedad y no puedo vivir sin estar presente en este tipo de actos”, confesó con una sonrisa lozana. “Antes de venir, todas las personas con quienes lo comenté se interesaron y están expectantes con respecto a mi vuelta, para que les cuente cómo ha sido la experiencia”.

Katia, por su parte, debutó como visitante de la Isla con esta entrega de donativos médicos en Matanzas. Desde hacía muchos años, no obstante, le interesaba conocerla de forma directa para formarse una opinión propia, una visión personal, eso que tan difícil resulta en el mundo contemporáneo. 

“La esfera sanitaria, como es en la que he trabajado, me mueve mi fibra íntima. Realmente, creo que en ella no deberían existir carencias de ningún tipo, sino estar garantizados los derechos de todas las personas a la Salud, y por esa razón me motivé a ayudar en lo posible. Confío en que muchas personas, capaces de interiorizar nuestros propósitos, puedan también colaborar más adelante”.

Mientras ambas coinciden en que su mutua aventura es digna de repetir en la medida en que se tengan las posibilidades, destacando la importancia de difundirla y mantener el intercambio con autoridades responsables del reparto equitativo de los bienes donados.

Quizá ya hayan favorecido a más de un paciente, tranquilizado a más de una familia y sensibilizado a más de un conocedor del proyecto. Esos pequeños giros que mueven el mundo.

Son la más reciente prueba de que en la Atenas de Cuba, con cada visita de Fraternidad, se fortalece el hermanamiento y la solidaridad hacia una tierra que también ha sido solidaria. De la América del centro a la del Sur, y viceversa. En cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes. Como los protagonistas de esta historia de humanidad.

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