La Plaza de la discordia…

La Plaza de la discordia…

Varias irregularidades se detectaron en los quioscos de la Plaza.

El traslado de los quioscos de la antigua Plaza hacia la Plaza XIV Festival ha generado disímiles criterios entre los matanceros. La lejanía del lugar y la concentración de la venta de productos de primera necesidad en esta zona son algunas de las insatisfacciones más recurrentes

Son muchos los matanceros que recuerdan con nostalgia la antigua Plaza del Mercado. Allí se comercializaba prácticamente toda la mercadería no especializada, productos a precios mayoristas y buena parte de los alimentos de la ciudad. Según los cronistas de la época, en este espacio se podía comprar “desde una vaca hasta una jicotea”. 

Tras el triunfo revolucionario, el edificio pierde su función y se toma la decisión de demolerlo entre 1964 y 1965. Una medida arbitraria según el propio historiador de la ciudad Ercilio Vento Canosa, porque la urbe perdió un local que, además de su valor patrimonial, podía cumplir nuevamente su función con un poco de mantenimiento. 

Pese a la demolición, en los años posteriores se situó provisionalmente un mercado en las cercanías, lo que demuestra una funcionalidad orgánica por cuestiones tan básicas como la cercanía, el tránsito de personas e, incluso, la propia tradición. 

Finalmente, se creó el Parque de la Estrella, y a nadie le resultó extraño que, al tener lugar la expansión de las nuevas formas de gestión no estatal, muchos de estos emprendimientos fueran autorizados a ejercer sus actividades allí, una zona transitada y adonde las personas acudían para comprar. 

Recientemente, nuevas disposiciones adoptadas por el Consejo de la Administración Municipal de trasladar estos comercios hacia la Plaza XIV Festival han ocasionado disímiles criterios entre los matanceros. Mientras unos aseguran que el nuevo emplazamiento garantizará mayor control y disciplina, otros consideran que el cambio provocará más inconvenientes a la hora de adquirir productos de primerísima necesidad. 

¿RESISTENTES AL CAMBIO?

Mirando las huellas de cemento en el suelo y los improvisados quioscos que aún persisten en el lugar en el que no permanecerán por mucho tiempo, Alberto Araujo Vidal se lamenta por la decisión tomada. “Las personas se quejan porque dicen que ahora se hallan muy lejos, y yo pienso lo mismo. La realidad es que el sol está intenso y en la ciudad de Matanzas no hay transporte”, considera el transeúnte.

Antonio Martínez Ruano tampoco parece conforme con la medida. “Este lugar siempre sobresalió como área de comercio. Tengo 72 años y cuando era muchacho ahí existía una plaza enorme, un centro comercial al cual todos los campesinos acudían. Ahora los quioscos se movieron para una zona distante a la que no todo el mundo puede ir”.

Acompañada de su familia, Iraida Cruz Estupiñán transita por el espacio en el que es imposible ignorar la transformación. “A mí me parece acertada la idea del traslado hacia la XIV Festival. Allí se efectúan las ferias los fines de semana, y si hoy queremos contribuir al control que se debe tener para ir mejorando la economía de nuestra ciudad, de la provincia, el cambio era necesario”.

“Considero que está bien hecho porque aquí obstruía el paso de los peatones”, refiere Jorge Hernández Aballí, quien gusta de pasar el tiempo sentado en el malecón que separa al San Juan del área de venta en cuestión. 

“En ocasiones, las personas estaban comprando cosas y los camiones descargando, y el desplazamiento por aquí se hacía difícil. Allá queda un poco más lejos para las personas mayores, pero hay más espacio y comodidad, incluso, pueden poner su música sin molestar a nadie. Nunca debió haber estado aquí”, reitera con seguridad.

De camino a la XIV Festival se encuentra la piquera de coches donde Yosvany Quintana Molina brinda sus servicios. “A nosotros los cocheros nos viene bien, porque habrá un mayor movimiento en esta ruta; lo que sí pienso que a las personas quizá les sea más difícil moverse, porque se encuentra más lejos”, opina, mientras se le ve conforme por el ajetreo que se avecina.

Ciertamente, desplazarse a pie desde consejos populares más distantes resulta agotador, y más en estos días en que las altas temperaturas atentan contra el rendimiento hasta de deportistas superestrellas. Pero Juan Pablo Padilla Díaz piensa que la necesidad lo supera todo y que la población, al final, donde estén, van a ir a comprar. 

“En el nuevo sitio asignado el proceso marcha despacio, pero está bien organizado. Cada cual está dedicándose a su quiosco, trabajando en él, para poder brindar el servicio con calidad lo antes posible”, comenta como buen cubano observador. 

Aun cuando la resistencia al cambio deviene fenómeno inherente a la cultura tanto personal como organizacional, Dairis Navarro Fajardo, titular de uno de los famosos quioscos trasladados, nada más llegó al nuevo espacio puso manos a la obra. “Ya nosotros casi ni pensamos. Fue una decisión del Gobierno, que tendrá sus razones, y lo que queremos es que la población se acerque acá tal como lo hacía allá”, comenta muy enfocada en las modificaciones. 

Sin embargo, aunque quiere inyectar optimismo a sus criterios, existen cuestiones que le quitan el sueño y aún no le dejan estar totalmente conforme con lo decidido. “Las condiciones todavía no estaban creadas como para hacernos el movimiento. No hay agua ni un lugar para desagüe. Cualquier punto de venta debe tener un lugar donde lavarse las manos, porque vamos a entregar la mercancía y debe existir higiene”.

Un termómetro para medir la opinión del pueblo son, desde hace algunos años, las redes sociales. Con ánimo de conocer y dar voz a lo que opinan muchos matanceros, nuestro equipo de investigación sondeó la opinión popular. 

Luisa Elena González comentó: “Para tomar esas decisiones siempre hay que analizar con tiempo, consultar más al pueblo (…) Las estadísticas de la población envejecida de este país aumentan, entonces, esa misma población paga los platos rotos, pues tiene que caminar más. 

El usuario Rolando Alonso Llanes opina que para los que trabajan en el casco histórico y en solo 30 minutos podían salir a almorzar y resolver las necesidades, ahora la cuestión se complica. Considera que las consecuencias que trae la medida se asocian a la mejora de los ingresos de los transportistas, la disminución de las ventas, gastos adicionales no considerados en las operaciones de los Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) y mipymes que operaban en la Plaza, y terminarán siendo pagados por la población. 

¿ACIERTOS Y DESACIERTOS?

Si bien es evidente la molestia de muchos yumurinos, Yannia de la Caridad Ríos González, viceintendente en el municipio de Matanzas que atiende la esfera del sector no estatal, explica que esta no es una decisión adoptada “a la ligera”, como algunos pudieran pensar. 

A partir de la actualización de la norma que rige el TCP y que se pone en vigor el 19 de septiembre, en el municipio se reorganiza este sector en comunidades como Versalles, Pueblo Nuevo, Canímar, y también las áreas comunes, de las cuales existen 20 en el territorio. 

El propósito es concentrar la comida del pueblo matancero en dos centros principales: la XIV Festival y el Tenis. Se inició por la Plaza y se llegará a los 10 consejos populares del municipio, además de Guanábana. Posteriormente, se trasladarán algunos de los de Peñas Altas para El Tenis. 

Asegura la viceintendente que los únicos quioscos que se moverán del área de Versalles son los que están encima de los parques y los que se encuentran aislados en las esquinas, en la entrada de las escuelas; el resto se mantiene hasta que la comisión pase por los consejos populares y las áreas comunes. 

“Los mercados permanecerán en los consejos populares, como es el caso de Canímar, a cuyos pobladores les cuesta trabajo moverse hacia El Tenis. También debemos dejar allí algún quiosco, siempre y cuando esté de forma organizada. 

“Partimos del área de la Plaza a raíz de las incidencias que han tenido quienes allí vendían. Diariamente se reportaban entre 20 y 30 quejas referidas al incumplimiento del proceso de bancarización, y a la falta de legalidad. Tuvimos tres ancianos que sufrieron accidentes porque en cualquier horario del día descargaban mercancía y no respetaban que la población estuviera accediendo a los productos, también detectamos a dos niños de 14 años vendiendo dentro de los establecimientos”, argumenta Ríos González. 

Según explica la funcionaria, el Consejo de la Administración se reunió y estudió las zonas donde se pudiera reubicar esa área común. “A nivel de país, se determinó que a partir de las regulaciones urbanísticas del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU) no se accedía a darle autorizo de espacio a esas personas que estaban ahí, porque esa calle es una arteria principal situada en el caso histórico de la ciudad y no es comercial”.

Todo ello, unido a las incidencias detectadas por la Dirección de Higiene referidas al mal manejo de las basuras, y las consideraciones de la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), que advirtió sobre la contaminación de esa zona del río, pusieron el punto final a la decisión.    

“Los trasladamos con el fin de lograr la organización. Allí contamos con un administrador de UEB que es el representante del área. Tenemos un proyecto de conjunto con el Citma para el rescate de este espacio, se van a desarrollar actividades nocturnas, y cuando llegue la Serie Nacional de Béisbol ya no tendríamos los quioscos en el área del Estadio que tampoco está permitido.  

“Los titulares tienen una regulación de que no pueden descargar mercancía en cualquier horario del día y de respetar obligatoriamente las pasarelas de pago”, asegura Ríos González. 

A partir de lo normado para la XIV Festival, se trasladan los 26 quioscos aprobados en el área de la Plaza, los del René Fraga, otros que se encuentran aislados y algunos pertenecientes al Naranjal que se puedan mover hacia allí. A quienes no estén de acuerdo se les identifica otro espacio en el área del Tenis, o tendrán que regresar a su casa y buscar algún arrendamiento para realizar esta actividad. 

“Hoy estas formas de gestión deben cumplir ciertos requisitos como es el respeto a las pasarelas de pago, proyectos en el caso del cuentapropista o contrato en el de las mipymes, trabajadores contratados mayores de 18 años, facturas de los productos, licitación de la mercancía, contratos a los servicios a los proveedores y contratos con las importadoras. Además, contar con los registros comerciales, licencia sanitaria, contrato con comunales si se requiere y autorizo de la INOTU, que es quien autoriza que se pueda utilizar el suelo, entre otros”. 

HABLAR DE CONDICIONES

“En un primer momento, quienes vendían en esa zona no estuvieron de acuerdo, porque decían que la XIV Festival no era un área comercial, pero la dinámica ha cambiado. Ya están conformes y quieren hasta pintar la Plaza, poner audio, luces, mesas. Tienen un proyecto que nos ayudará como municipio…”, afirma Río González. 

Cuando nuestro equipo de prensa visitó la XIV Festival en la mañana del pasado sábado, pudo apreciar que muchos matanceros se acercaban a este espacio con el propósito de realizar las compras que tradicionalmente se incrementan los fines de semana, empeño del que tuvieron que desistir al no encontrarse disponibles aún los servicios al público.  

Algunos de los vendedores dejaron claro que las condiciones todavía no eran las idóneas para iniciar la labor, cuestión que tenían confianza se resolviera en los próximos días. 

Aclara la funcionaria que ya se está haciendo el contrato con la Empresa Eléctrica, para que tengan su metrocontador, equipo que en el área de la Plaza no tenían y eran altos consumidores. Se mueven para este lugar con un tanque elevado que abastecen a través de pipas, porque aún no tenemos presupuesto para hacer la inversión, hasta que en un segundo momento podamos realizarla”, agrega. 

Otro de los inconvenientes a los que hace alusión la población es la lejanía de este centro de otros consejos populares. La falta de transporte y de combustible dificultan el traslado. “Ahora mismo no podemos hacer una parada intermedia en esta plaza, porque no tenemos transporte en el municipio, pero los inspectores están en función de que los coches hagan la ruta completa hasta El Naranjal y no solo hasta la XIV Festival.  

Por ahora, esta área se mantendrá abierta al público todos los días, desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. Y las propuestas nocturnas serían los viernes y sábados, según establecen las ordenanzas del municipio. 

REALIDADES

Es una realidad que el trabajo de las nuevas formas de gestión no estatal debe reorganizarse para poder prestar un servicio acorde a las necesidades de la población. Sin embargo, hacerlo implica, además de concentrarlos en un mismo espacio, garantizar el control, el seguimiento diario, la legalidad y, sobre todo,que se cumpla lo establecido para su funcionamiento.

Agruparlos por consejos populares sería una buena opción siempre y cuando se desarrolle de forma eficaz y se vele por que los artículos de primera necesidad tengan presencia en todas las zonas, a precios ya no accesibles, pero al menos regidos por las nuevas regulaciones.

No es un secreto para nadie que ante la carencia de inspectores la concentración de estos servicios pudiera traer un mayor control. No obstante, no se debe pasar por alto otras cuestiones que hacen más difícil la existencia de los yumurinos y que inciden en el alto costo de la vida, como la falta de transporte y la lejanía. En otras palabras, los productos ya por encima de lo que el pueblo puede pagar, se encarecerían si le sumamos el costo de la transportación.

Asimismo, es inevitable advertir la presencia de una población envejecida y, en muchos casos, desprotegida económica y familiarmente debido a la incidencia de fenómenos como la migración: adultos mayores que hoy deben agenciarse sus alimentos y cuyas fuerzas flaquean si se trata de caminar hasta este sitio.

Nunca podemos perder de vista que acercar los productos al pueblo ha sido en los últimos años una estrategia de los Gobiernos locales. 

Ante cualquier medida que se adopte escuchar los criterios de la población y mantener una comunicación directa con los principales involucrados en el proceso es una prioridad que debemos fomentar, si queremos ser esa sociedad donde el pueblo siempre decide. (Por Ana Cristina Rodríguez Pérez, Jessica Acevedo Alfonso y Boris Luis Alonso Pérez)


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