Joven Club, 37 años contribuyendo a la informatización

Joven Club, 37 años contribuyendo a la informatización
Joven Club, 37 años contribuyendo a la informatización. Fotos: de la autora

Aimé Montes de Oca Enríquez es de las niñas apasionadas por las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICS). La pequeña de solo nueve años ya ha dado muestras de que la programación también puede formar parte de la vida de los infantes y en Manguito ha dejado la “varilla bien alta”, pues fue quien dio vida a Jugando con las Matemáticas, un proyecto para aprender los productos.

El juego programado en Scratch, sistema que desde edades tempranas estimula las habilidades para el desarrollo del pensamiento computacional, la hizo merecedora de una mención nacional en un concurso de esa disciplina. Y ahora sueña con seguir expandiendo sus horizontes hacia otros proyectos.

“Mi pequeña me veía preparando clases para dar un curso sobre Scratch en el Joven Club, le gustó y quiso aprender. Participaron muchos niños de todo el país que expusieron sus juegos y fue muy emocionante que su proyecto quedara entre los mejores”, comenta Daphne Enríquez, madre de la pequeña e instructora en el Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE) de Calimete.

Como Aimé, muchos otros niños encuentran un espacio para desarrollar sus habilidades y canalizar sus deseos de aprender sobre programación, robótica y otros temas asociados a la Informática en los JCCE, que este 8 de septiembre cumplen 37 años de creados y que durante ese tiempo han desempeñado un rol protagónico en la informatización y socialización de la sociedad, proporcionando una cultura informática a la comunidad, con prioridad en niños y jóvenes.

INFORMATIZAR A LA COMUNIDAD

“La función de los JCCE es vital en la sociedad digital, de la comunicación y la información hacia la que queremos avanzar. Las personas que nos visitan encuentran en nosotros un apoyo para entender los cambios que traen consigo procesos como la bancarización. Para nosotros es una satisfacción ver cómo hasta quienes tienen más años aprenden y agradecen lo que hacemos por ellos”, comenta Daphne Enríquez.

Joven club
Yenisel De León Gálvez es una clienta asidua al JCCE Matanzas V de Pueblo Nuevo.

Daphne es una de las 14 trabajadoras que conforman la plantilla de los dos JCCE con que cuenta el municipio de Calimete, los cuales brindan, entre otros servicios, cursos, asesoría e implementación a personas jurídicas y naturales, asistencia informática, copia de La Mochila, instalación de aplicaciones, navegación y correo, acceso a servicios de JCCE por wifi, servicios wifi a redes privadas de personas naturales, implementación y capacitación del Boulevar Mi Transfer de Etecsa, licencia del antivirus Segurmática, elaboración de planes de seguridad informática y otros que demande la población. Estos servicios les han permitido generar ingresos de alrededor de 1 362 225 pesos desde que se comenzaron a cobrar.

Comenta Ivonet Flores Milera, directora municipal de JCCE de Calimete, que en más de 10 años han impartido cursos a 109 605 personas en los diferentes rangos de edades, realizado más de 220 actividades sociales, así como trabajo con niños, con el GeroClub Mariana Grajales y con personas en situación de discapacidad.

También han mantenido una participación activa y destacada a nivel municipal, provincial y nacional en el trabajo con el Infoclub, y prestan especial atención al tema de la robótica y al Evento Nacional de las niñas en las TICS.

“La bancarización es una realidad y nosotros nos insertamos en ella, en primer lugar, preparándonos y desarrollando capacitaciones sobre las pasarelas de pago. Por ejemplo, ya se han capacitado e implementado más de 138 QR a personas naturales y jurídicas. Igualmente, preparamos a la población y a los gestores económicos de la sociedad en los Consejos Populares

“Asimismo participamos en las diferentes ferias comerciales, en la capacitación del servicio de Caja Extra por Transfermóvil y EnZona, cuestiones que son una prioridad para contribuir con la cultura informática en el municipio”, agrega Flores Milera.

BANCARIZACIÓN, UN RETO PARA JCCE

Un poco más al norte de la provincia, en el JCCE Matanzas V, de Pueblo Nuevo, varias personas aguardan por la asistencia del instructor Humberto Javier Santana Blanco. Asegura el joven que cuando se acerca la hora de comprar el gas de forma online pueden llegar a pasar por allí hasta 40 personas en busca de asesoría técnica.

Joven Club, 37 años contribuyendo a la informatización
Daymí Iglesias recibe asistencia informática en cuanto a la actualización de aplicaciones.

Es el caso de Daymí Iglesias Pérez, quien elogia la calidad de la atención, al mismo tiempo que comparte su experiencia: “Tuve un problema porque me habían creado una cuenta de Cupet con mis datos, pero no lo había hecho yo. El instructor hizo la gestión, llamó a La Habana, a EnZona, y hoy me voy con todo instalado. Incluso, adquirí hasta otras aplicaciones que deseaba como Ticket, necesaria para sacar un turno para el Palacio de los Matrimonios y Viajando para obtener pasajes”.

Con ella coincide Yenisel De León Gálvez, quien argumenta “yo casi siempre vengo a buscar la actualización del antivirus para mi laptop, pero en otras ocasiones he instalado la aplicación EnZona y me han asesorado para poder comprar el gas. Aquí adiestran lo mismo a adultos mayores que a los jóvenes y eso es de gran importancia, sobre todo porque están cerca de la comunidad”.

Entre los servicios más demandados por quienes acuden al JCCE, cercano al Parque Maceo, se encuentran la instalación de aplicaciones, la asesoría relacionada con la compra del gas, y la actualización del antivirus Segurmática.

Por su vasta experiencia en prestar servicios asociados a las tecnologías de la información y las comunicaciones y por su capacidad de integrarse a todas las novedades informáticas y tecnológicas que demanda la sociedad, los 38 JCCE existentes en la provincia apoyan la bancarización que se implementa en el país desde hace un año.

“Somos parte del proceso en el que se involucra Etecsa, el Banco de Crédito y Comercio, el Banco Popular de Ahorro y otros actores económicos en la provincia. Las Ferias tecnológicas son una muestra de esto, también la implementación de los códigos QR, con el objetivo de garantizar el pago de medios y productos por vía electrónica”, expresó Ermis Díaz Coy, subdirectora de Comunicación Institucional.

Desde el 18 de junio y hasta el 26 de agosto, esta institución procesó alrededor de 978 casos de personas que se insertaron en la homologación de vehículos armados por partes y piezas. “Además, mensualmente viabilizamos entre 800 y 900 QR, de conjunto con Etecsa y con Xetid estamos inmersos en el proceso de firma digital y participamos en las ferias comerciales”, puntualiza Diamaris Fernández Fernández, funcionaria de la subdirección de Informatización.

“Es bueno que instituciones como los JCCE, que se encuentran en la comunidad, desarrollen este tipo de orientación a la población, porque el país se está modernizando y abogando por el uso de la tecnología, y para quienes nos enfrentamos a eso por primera vez, estos son espacios que nos permiten actualizarnos y disponer de las herramientas para operar”, comenta Daymí Iglesias Pérez.

Cuando el 8 de septiembre de 1987 se creó esta red de centros por iniciativa del líder de la Revolución Fidel Castro, el proyecto germinó como el primer y único del mundo que, por su alcance, se propusiera contribuir extensivamente al conocimiento de las técnicas de computación y electrónica.

A 37 años de este empeño, con las limitaciones tecnológicas que presentan y sorteando los obstáculos de la obsolescencia, con innovación y creatividad, los JCCE se reinventan para continuar siendo “la computadora de la familia cubana”, donde desde una niña como Aimé hasta una persona de la tercera edad puede encontrar distracción, guía y conocimientos.

Recomendado para usted

Foto del avatar

Sobre el autor: Jessica Acevedo Alfonso

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *