Tails of Iron (colas de acero en español) es un juego indie en segunda dimensión donde encarnamos a un pequeño principe ratón cuyo reino le ha sido arrebatado por un ejército de sapos crueles, salvajes y despiadados.
Nuestro principal objetivo será reunir a la mayor cantidad de aliados posibles para derrotar a nuestros enemigos y por el camino aprender las habilidades necesarias para poder vencer a los jefazos que intentarán impedir nuestro avance.
Bajo esta premisa aparentemente infantil, Tails of Iron se nos muestra como un juego de fantasía oscura medieval, con su buena dósis de gore no apto para niños, y nos cuenta una historia de conquista, traición y venganza.
La mecánica de combate realmente difícil y deberemos aprender cada uno de sus aspectos a la perfección para lograr contrarrestar cada ataque enemigo y aprovechar cada una de las oportunidades para poder acestar golpes precisos que nos permitan poco a poco bajar sus enormes barras de vida. Se vuelven imprescindible dominar la habilidades del parry (esquiva con el escudo) y elementos especiales como las armas envenenadas y los críticos.
Lo que llega a suavizar la experiencia es que los puntos de guardado son numerosos por lo que morir no es tan penalizado como otros juegos donde la dificultad es un aspecto esencial.
Por otra parte tenemos un sencillo sistema de niveles donde podemos dotar de puntos adicionales a nuestras armas y armaduras, así como mejorar las resistencias a los diferentes tipos de daño de nuestros enemigos, que consistirán en ranas, mosquitos, gusanos y demás.
La cantidad de objetos que podemos encontrar es bastante grande para juegos de este tipo, lo cual nos proporciona la capacidad de cambiar entre diferentes maneras de enfocar el combate. Podemos ser desde un tanque pesado que reparte golpes con una mandoble hasta una arquero que hace daño desde la seguridad de la distancia.
Otro punto fuerte Tails of Iron es su exploración. El reino rata está repleto de secretos y tesoros que nos obligarán recorrer una y otra vez los escenarios para buscar en cada escondrijo esa llave o pista que nos lleve a encontrar mejor equipo o información clave sobre la historia.
El arte del juego, pese a ser un tanto oscuro con un trazado grueso en los contornos del fondo y escenas realmente sangrientas, nos presenta un lugar que se irá saneando y reconstruyendo con nuestro paso y que nos regala escenarios variados y llenos de vida.
Este pequeño indie no apuesta por nada realmente innovador, todo lo contrario, dentro del género puede parecer algo cerrado con mecanicas un tanto simples y repetitivas, pero a su vez apuesta por poner el peso en lo narrativo y contarnos una historia que vale la pena jugar.
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