París a los pies de Mijaín. Ilustración Luis Daniel Báez Ramírez
Nadie se movió de sus asientos, nadie apagó el televisor ni cambió de canal, Cuba y cubanos todos paralizados en cualquier parte del mundo, porque ser testigos de una hazaña deportiva es privilegio mayúsculo.
Mijaín López, el gigante, el único deportista que ha logrado cinco medallas de oro olímpico de manera consecutiva en una misma especialidad.
Frente a él y dispuesto a colocarse en los libros de la lucha grecorromana, otro cubano, matancero, Yasmani Acosta, representando a Chile.
Nada pudo contra su voluntad, su fuerza y toda una vida entregada al deporte, público de todas las nacionalidades coreando López, López, López y él sintiéndose en casa.
Sus zapatillas en medio del colchón como colofón de una carrera inigualable. Nada más que agregar porque en momentos como estos las palabra sobran. Gracias Mijaín.