Vinland Saga y su protagonista kafkiano

Serie Vinland

Los vikingos se han apoderado de las pantallas, ya sea desde la televisión, los videojuegos o el cine, la épica vikinga ha sido narrada con distintos lenguajes y autores. Repasando la famosa y muy seguida en nuestro país, Vikings, que llegó a extenderse varias temporadas y hacer nacer uno que otro spinoff; o The northman, de Robert Eggers, quien ha explotado el folkhorror con esta y otras como The witch o The lighthouse.

En The northman contó una historia de venganza que con elementos oníricos guió a un hombre en busca de venganza. También está la narrativa del gaming, con un Assassin´s creed Valhalla tan inmenso, cuya innegable inmersión te hace sentir como un verdadero conquistador.

Pero, desde las tierras del sol naciente aparece un mangaka cuya obra desafía todos los estándares de esta tipología narrativa y sus personajes. Makoto Yukimura vería su manga, Vinland Saga, publicado en un lejano y sorprendente 2005.

Serie Vinland

Con marcadas influencias de uno de los grandes del seinen, Berserk, Yukimura escribe e ilustra la redención de un vikingo llamado Thorfinn, su deseo de venganza hacia aquel que asesinó a su padre y la búsqueda del sentido de la vida. Vinland es madura, lenta, con arcos definidos quirúrgicamente y una curva de personaje a la par de la de Walter White.

Ha nacido una venganza; la premisa de Vinland puede parecer en un primer momento como la de cualquier anime típico. Un personaje busca hacer pagar a determinada persona por cualquiera que haya sido el daño. Pero, es el desarrollo de Thorfinn lo que le convierte en un excelente estudio de personaje que, como una bola de demolición, destruye cualquier pretensión de exagerada masculinidad a que nos puedan tener acostumbradas las ficciones de este tipo.

Con una primera temporada que presenta un plantel de personajes suprainteresante, la serie cuenta con precisión las andadas del protagonista por los mares de Escandinavia. Andadas que hacía, dicho sea de paso, con el asesino de su padre, ende el símbolo de su ambición.

La relación entre estos dos hombres (Thorfinn y Askeladd) podría compararse con la de cualquier binomio ya contado: el aprendiz y el mentor., Luke Skywalker y Obi Wan-Kenobi, Gandalf y Frodo, Batman y Robin, Walter White y Jesse Pinkman, etc.

Serie Vinland

Esta relación convierte a los personajes en materia en constante cambio, absorbentes de cualquier experiencia u oportunidad que les sirva para satisfacer sus planes. En el caso de estos dos vikingos, la relación comienza a causa de una promesa que haría Askeladd a Thorfinn después de asesinar a su padre, una promesa bélica, una serie de duelos a muerte que mejoran la habilidad de un infante Thorfinn, quien asimila su inserción en una banda de saqueadores, adaptándose a sus crueles maneras de sobrevivir y haciendo la metamorfosis de niño a máquina de guerra. 

He ahí la esencia de la primera temporada del anime, el desconcierto que siente el espectador es mayúsculo ante las atrocidades cometidas por aquel que una vez jugaba con su padre en la nieve, un niño dulce y deseoso de historias.

La aparición de este desconocido, que utiliza un par de cuchillos como armas en cada saqueo, pervierte la concepción de este tipo de personajes, la cual se tiende a explotar, mas no explorar. ¿Podría ser que de tantas veces que la misma historia se ha contado mal, lleguemos a creérnosla?

Este monstruo que es nuestro protagonista se ve atrapado por la política, la cual se convierte en otro elemento crucial de la ficción. Elemento que altera las rutinas de los personajes y provoca acciones cuyas consecuencias pueden ser favorables o desastrosas; motivando incluso el ascenso y descenso (mortal) de personajes que alguna vez parecieron cruciales para la trama y su desarrollo.

Serie Vinland

Yukimura no tiene miedo a asesinar a sus fichas, casi como si lo deseara va acabando con todos aquellos a los que ha dejado sin nada que contar o decir. Y a veces, justo como lo hace otro autor contemporáneo, Hajime Isayama (Attack on Titan), los mata sin que puedan siquiera alcanzar sus metas; no hay misericordia.

En medio de este último y violento tramo, aparece el eslabón perdido de la saga vikinga, Canute, heredero del trono, en apariencia afeminado y alejado de los caminos de la guerra. Un ente aparte, víctima de su destino y su línea de sangre.

Como si Yukimura tuviera la historia calculada hasta el más mínimo detalle, hace de Canute un espejo perfecto donde se reflejan ambos personajes, vengador y heredero. Aunque este elemento se explotaría de forma sobresaliente en la segunda temporada del anime, la cual adaptaría el arco del esclavo, donde verdaderamente empieza el camino hacia la redención.

El final de la primera temporada de Vinland Saga es tan dramático como una obra de Shakespeare. Es acertado citar al dramaturgo inglés porque sus tramas siguen vivas después de siglos de haber sido contadas.

La Tragedia de Macbeth se apodera de este primer clímax que se traduce en el declive de unos antihéroes que hasta ahora habían sido capaces de sobrevivir a cualquier cosa. Un final de temporada marcado por la tragedia, la aceptación del absurdo, la violencia como gestor de cambio y la aceptación del destino; esas son las claves de un primer cierre perfecto.

Serie Vinland

Fue su segunda temporada, estrenada hace poco y basada en El arco del esclavo, la que dividió las aguas entre los fanáticos. Algunos se decantaron por la falta de movimiento en una fase de la historia que sigue a un Thorfinn convertido en esclavo y recluido en una isla.

Un Thorfinn atormentado por los cadáveres en descomposición de los que una vez mató. Sueña con la muerte; una clara inspiración en los demonios que persiguen sin cansancio a Guts, protagonista de Berserk. Se abren dos caminos en la forma de narrar de Yukimura, el de la paz y el de la conquista, Thorfinn representa el primero y Canute el segundo.

Por culpa de esta nueva espiritualidad en el personaje principal es que muchos empezaron a quejarse. La repugna que siente hacia la violencia el protagonista ya no es del agrado de aquellos que gustaban de la violencia sin sentido.

A partir de aquí la obra se vuelve personal, deja atrás todo tipo de ataduras y denota su característica novelesca, con unos vikingos que cuestionan el establishment de cómo hacer la guerra y la conquista. Unos vikingos que, a las puertas del Valhalla, faltándoles piernas, ojos, vísceras, no se encuentran con las prometidas valquirias, sino con una oscuridad eterna.

Vea Vinland Saga en Picta

Este segundo arco sí que es lento, pero por eso no tiene que ser malo. Al contrario, presenta una nueva paleta de personajes y minihistorias que sirven para dotar de tridimensionalidad a cualquiera de los esclavos, reyes y señores que la interpretan.

Una oportunidad como ninguna otra de aportar matices sobre los horrores de la esclavitud, la pertenencia de un humano sobre otro y las nefastas implicaciones de esto. Una temporada psicológica, comprometida con la muestra de una violencia lacerante.

Vinland Saga ha llegado para quedarse. Como una aguja hipodérmica, sus imágenes se siembran en el inconsciente de cualquier televidente o lector. Las épicas de Thorfinn y Canute siguen contándose en la actualidad en forma de manga y una tercera temporada ya está en camino.

Solo nos resta esperar para seguir disfrutando del camino elegido por Thorfin, hijo de Thors, el que prometió jamás volver a usar un arma. (Por Mario César Fiallo Díaz, estudiante de Periodismo)


Lea también

Mientras escribo, Clint Eastwood debe estar soplando la última de sus 94 velas cumplidas este viernes.

El Cinematógrafo: Cry Eastwood

José Alejandro Gómez Morales – Mientras escribo, Clint Eastwood debe estar soplando la última de sus 94 velas cumplidas este viernes. O haciéndole la muesca número 94 a una Magnum, “el revólver más poderoso… LEER MÁS »


Recomendado para usted

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *