En cuestión de meses se prevé el XXXIV Encuentro Yumurí, entre cineclubistas e interesados por el desarrollo audiovisual en el territorio. Con la salvedad del período de auge de la covid-19, Matanzas ha propiciado dicho evento con notable fidelidad a lo largo de su existencia.
Entre los participantes del certamen, a celebrarse del 22 al 25 de agosto venidero, figura el cineclub de creación Somos Así, del municipio de Cárdenas, creado en 2023 y sobre todo enfocado en la línea de cortos de ficción.
Sobre la función que cumplen sus integrantes, así como las ventajas y desafíos actuales del cineclubismo, el periódico Girón conversó con Jorge Martín Guerra, realizador audiovisual y director del proyecto.
—¿En qué contexto surge una iniciativa como Somos Así? ¿Responde a carencias que enfrentan los aficionados al cine?
—Mi vínculo con este mundo no es nuevo, en realidad se remonta a los años 93 o 94, cuando a nivel nacional se impulsó un significativo movimiento cineclubista. Desde antes que surgiera Somos Así, en 2023, en nuestra provincia y en el resto del país, existía un déficit de salas de cine en activo que afectaba la recreación de los aficionados y, al mismo tiempo, potenciaba y motivaba la presencia de los cineclubes.
“Los problemas económicos que estamos viviendo, desde hace años, han impedido contar en los grandes locales con equipos nuevos, digitales, sistemas de climatización. En su momento fueron provechosas las salas 3D de particulares, una iniciativa que encuentro digna de implementar, porque contar con un lugar de calidad donde materializar el disfrute de los aficionados es siempre esencial.
“Además, como ejemplo de cuánto las condicionantes económicas han perjudicado en los últimos años el ejercicio del cineclubismo, está la imposibilidad habitual de organizar encuentros e invitar personalidades afines a dar conferencias o conversatorios, porque la logística depende de numerosos factores, entre ellos el transporte.
“De momento considero que estas afectaciones se mantendrán, mientras el cineclubismo resalta por la alternativa que supone y se abre paso en diversos locales donde aúna público”.
—¿Hasta qué punto lo considera como una alternativa práctica a la situación actual que describe?
—Ante todo, es preciso reconocer que el cineclubismo en Matanzas ha resurgido de forma notable. Con la presencia de Mario Rodríguez Naite como especialista en el Centro Provincial de Cine, además del apoyo recibido por parte de la institución, hemos sido contemplados como una alternativa objetiva a la desfavorable situación actual de las salas de cine.
“El esfuerzo de los cineclubistas resulta esencial para validar sus espacios de creación e intercambio, como alternativas al déficit actual de los mencionados locales. Asimismo, se pueden lograr programaciones estables, debates especializados y demás formas de fomentar la cinefilia en espectadores de todas las edades, a través de múltiples opciones.
“En algunos lugares se evidencia con más fuerza que en otros, y se les llega a dar un seguimiento más cuidadoso para paliar la distancia y visibilizar más un trabajo que la lejanía podría neutralizar. Por ejemplo, es notable la labor del Ramón Vega, de Calimete, y el impulso con que se ha llegado a efectuar el festival local Calicine. A su vez, es imposible no destacar a Cárdenas por la tradición tan sólida que ha mantenido en esta esfera desde antes de Somos Así.
“Por otra parte, estos centros cumplen la función de resaltar los valores locales. Claro está, no siempre es así, dado que muchas obras representan ficciones y ambientes ajenos al más inmediato, o determinadas conferencias o programaciones se alejan de la actividad cinematográfica circundante. No obstante, constituyen una oportunidad única para mirarnos desde dentro, para mostrar el trabajo y evaluar el alcance de los nacientes artistas, así como resaltar la localidad desde una cercanía y con una precisión que de otra forma sería imposible obtener”.
—Somos Así está mayormente compuesto por jóvenes. ¿A qué obedece este notable relevo?
—Siempre he visto este ámbito como una oportunidad de reunir jóvenes, sobre todo, y afianzar en ellos una vocación y un sano hábito creativo, de esparcimiento y realización personal a través del audiovisual. La formación de valores es también necesaria, pues el trabajo en equipo hace de ellos mejores personas, trabajadoras y útiles, en el futuro.
“Darel Rodríguez, Frank Alejandro Barreto, Carlos Adrián Ucha, Yalian Daniel Pérez y Yadiel Benavides son muchachos con los que trabajo. Aclaro que, desde su fundación el pasado año, Somos Así se basa fundamentalmente en el proceso de creación, más que en divulgación. Es decir, tomamos la vertiente que enfrasca al equipo en la producción de materiales propios, dignos de ser exhibidos a ser posible. Entre todos contribuimos a un acabado que refleje el conocimiento y el empeño puestos en la tarea.
“La presencia de la juventud incluso parece la más idónea en esta práctica. A los adultos, aunque nos apasione, muchas veces nos cuesta demasiado entregarnos tanto tiempo a rodar un plano que no puede faltar. Así sea un corto de cuatro minutos, a veces necesitas cuatro o cinco días para llevarlo a cabo.
“Por tanto, entre todas las gestiones y dinámicas que uno enfrenta como parte de esta vida tan convulsa de nuestros tiempos, es bueno contar con un relevo no menos motivado, preparado y capaz de sacar adelante el sueño de rodar”.
