Hace unos meses un grupo de amigos me invitaron a que me sumara a una partida de Mazmorras y Dragones que iban a comenzar y reconozco que en un primer momento fui escéptico al respecto, ya que las pocas referencias que tenía de aquel juego de mesa me habían llegado por películas o series.
Al final acepté y me dispuse a darle un chance con el mayor optimismo posible no fuera a ser que le echara a perder la experiencia al resto que ya disfrutaba de ese tipo de experiencias desde hacía varios años.
La primera parte fue leerme por arriba el manual del juego para entender al menos lo básico del mismo, algo que de por sí ya representó un reto porque el texto tiene unas nada despreciables 389 páginas, a doble columna. Luego toca imprimir las tres hojas de la plantilla sobre la que crearía mi personaje para la aventura.
El proceso de creación para un novato se puede tornar engorroso y largo, porque parecen ser muchos rasgos, estadísticas y características que en primera instancia parecen inútiles pero que realmente son importantes para el desarrollo del juego.
Una vez conformado el héroe al que vamos a encarnar, pasamos ya directamente a la aventura en la cual el maestro de juego nos irá guiando por el mundo de fantasía que preparó con antelación lleno de secretos, monstruos. tesoros, combates, magias y giros argumentales.
La tarde se pasó más rápido de lo que esperaba y la experiencia fue realmente divertida, al punto de quedarme con deseos de más. Quería conocer cómo terminaba la historia, descubrir que maldición encerraba aquel objeto mágico que debíamos buscar y qué nuevas estrategias podía desarrollar con las nuevas habilidades adquiridas.
Al final Mazmorras y Dragones, a grandes rasgos, es un juego de rol donde un grupo de jugadores interpreta a sus personajes y toman decisiones mediante las cuales progresa la historia, enmarcadas en un universo creado por la persona que asume el rol de maestro de la partida, y en el cual siempre se cumplen un grupo de normas que son inamovibles para darle sentido a todo.
En este punto el manual es bastante exquisito con los detalles, para dejar claro incluso cuanto peso puede cargar cada jugador dependiendo de sus estadísticas y hasta cuán lejos puede llegar a ver con claridad para poder interactuar de forma más orgánica con el entorno.
Lo más divertido es la libertad que nos brinda a la hora de tomar decisiones y escoger nuestro camino en la aventura, lo cual puede terminar bien o mal en dependencia de la historia y nuestra suerte a los dados. La aleatoriedad de nuestras acciones también es una parte fundamental del juego ya que todo lo que hagamos se decide mediante tiradas de dados que luego se complementan con nuestras habilidades.
El juego original fue diseñado en Estados Unidos por Gary Gygax y Dave Arneson y publicado por primera vez en 1974 por la compañía de Gygax, Tactical Studies Rules (TSR). Al principio no habia una historia o contexto definido, o una narrativa común como ocurre hoy en día, solo entregaban las reglas del juego y unos ejemplos de como jugarlo. Los escenarios y las historias eran dejados a la imaginación de los jugadores.
Con el tiempo el juego ganó popularidad, y comenzaron a salir escenarios de campañas donde se construían aventuras predefinidas para jugar con amigos, e incluso sets de personajes previamente estructurados para poder escoger e iniciar el juego sin muchas complicaciones.
La experiencia cubana del Mazmorras y Dragones es menos elaborada, mis amigos no contaban ni siquiera con los dados originales para hacerlo y suplían dicha carencia con una aplicación en el teléfono, algo que para nada afectó la experiencia.
Al juego también se le puede agregar tableros y figuras de acción para enriquecer la aventura, pero realmente con un par de hojas y un lápiz basta para comenzar a rolear. Todo al fina dependerá del tiempo que se le dedique y de los recursos con los que se cuente.
Algunos jugadores van más allá y optan por disfrazarse de sus personajes para representarlos mejor, pero no es necesario tomárselo tan a pecho. Cada cual puede jugar DND de la manera que prefiera y lo haga sentir más cómodo. Incluso existen versiones de ciencia ficción, ciberpunk y supervivencia, aunque siempre queda la alternativa de modificar las reglas a nuestra conveniencia.
Si te interesa el tema, descarga el manual del jugador, apréndete las reglas y vive tu propia aventura mágica en compañía de amigos, con un juego de rol que usa la imaginación y el azar como sus principales mecánicas.
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