Crece fondo habitacional de Matanzas

La provincia de Matanzas ocupa un lugar privilegiado en el país por concepto de la calidad técnica de su fondo habitacional. Y pese a las dificultades materiales y financieras por las que se atraviesa, el territorio muestra sustancial incremento en los cuatro primeros meses del año en curso.

La provincia de Matanzas ocupa un lugar privilegiado en el país por concepto de la calidad técnica de su fondo habitacional. Y pese a las dificultades materiales y financieras por las que se atraviesa, el territorio muestra sustancial incremento en los cuatro primeros meses del año en curso.

Atención al vulnerable, eje del apoyo comunitario en Matanzas

Así lo dio a conocer la ingeniera Elaine Medina Ladrón de Guevara, subdirectora de control del Fondo Habitacional de la Dirección Provincial de Vivienda en el territorio yumurino, quien informó, además, que existen en Matanzas 263 597 hogares de este tipo, de los que 193 435 se hallan evaluadas de buen estado técnico, 48 960 de regular y 21 202 de mal estado.

Para tales consideraciones los especialistas valoran casas, apartamentos, bohíos y otras edificaciones ocupadas por familias en zonas urbanas y rurales. Este último caso pueden pertenecer a asentamientos o estar dispersas.

Al compararse estos datos con los arrojados al cierre del año precedente en Matanzas se observa un incremento  en 3 829 viviendas calificadas de buenas debido a rehabilitación o porque fueron legalizadas luego de un tiempo de construidas al aplicarse el Acuerdo 8574. Otra parte considerable (539) pasan del calificador de mala al de regular, al mejorar sus estructuras elementales.

En todos los casos se consideran dentro del fondo habitacional las viviendas construidas por el Estado y esfuerzo propio, incluidas entre estas últimas las pertenecientes a los subsidios.

De acuerdo con lo informado por Elaine Medina las viviendas también se valoran por su tipología, ya sean de hormigón, cantos, bloques, ladrillos, madera, zinc  u otros materiales, en particular sus cubiertas, paredes y pisos, así como los muros que las rodean.

A pesar de las dificultades constructivas por la carencia de recursos con lo que se tiene se avanza en Matanzas, sobre todo en las periferias de ciudades y poblados, aunque en no pocos casos se erigen viviendas en zonas no autorizadas, por no estar incluidas en áreas de ampliación urbana. No poseen agua potable, instalaciones eléctricas, calles ni servicio público de ningún tipo.

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