Tiempo de abrazARTE

El arte nos define como humanos y es nuestro escudo contra la barbarie, esa es la tesis que maneja el espectáculo Tiempo de abrazarte, una propuesta que las agrupaciones mexicanas Silkateatro Andante y Corriendo con lobas trajeron al presente Festitaller Internacional de Títeres de Matanzas (Festitim)

El arte nos define como humanos y es nuestro escudo contra la barbarie, esa es la tesis que maneja el espectáculo Tiempo de abrazarte, una propuesta que las agrupaciones mexicanas Silkateatro Andante y Corriendo con lobas trajeron al presente Festitaller Internacional de Títeres de Matanzas (Festitim), actualmente en cuso hasta el domingo 19 de mayo.

Fotos: Raúl Navarro

Dos titiriteras, una madre y su hija, cansadas de vivir el menosprecio que conlleva la doble condición de mujer y artista, emprenden un viaje simbólico a través de distintos “países” que representan las dificultades a las que se enfrenta la cultura en su diario bregar. Ellas solo quieren vivir y ser felices a través de su vocación pero se enfrentarán al elitismo, la desmemoria, el interés comercial, entre otros.

Protagonizan la pieza las actrices Liliana Hesant y Silvia Káter, una conocida del público yumurino, Premio de Mejor Actuación Femenina del Festitim 2022 y Premio Villanueva de la Crítica a la mejor puesta extranjera por su Don Quijote, Historias Andantes. La obra que nos proponen en esta oportunidad es una reivindicación de las mujeres titiriteras desde la perspectiva de género, concebida especialmente para la ocasión por ser esa la temática de esta edición del evento.

“Aunque no soy titiritera de manera constante, he tenido bastante experiencia en ese rubro y desde que supe que a ellas estaba dedicado el Festitaller — expresó Káter— Me puse a soñar con Liliana y escribimos este texto para Matanzas y también para el Mérida Fest de Yucatan. No es biográfico pero recoge la experiencia propia y la de muchísimos colegas que han sufrido el ninguneo de aquellos que ven los títeres como un arte menor”.

Tiempo de abrazARTE, además de hacer un uso magistral de los recursos del teatro de figuras: marotes, máscaras, humanetes, títeres de guante o de cachiporra, incorpora la música de una catautora fundamental del acervo latinoamericano, la argentina María Elena Walsh, junto a un tema de Eladia Blázquez y el conocido Quedan los artistas de Enrique Pinti y Gregorio Vatenberg.

El resultado habla de la importancia de las artes como parte fundamental de una formación humanista y de los creadores como guardianes de la belleza y la libertad.

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Sobre el autor: Giselle Bello Muñoz

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