Celebraciones por el 39 aniversario de Ediciones Vigía
“Me gusta decir que nuestra editorial no son solo las personas que trabajan en ella sino los que en la ciudad, en Cuba y en el mundo contribuyen a que siga existiendo. Un proyecto de 39 años no se hace sin la ayuda de muchos, más aun en los tiempos que corren, tan difíciles para la industria literaria”, con estas palabras Agustina Ponce, directora general de Ediciones Vigía, dio inicio a los festejos por el arribo a sus casi cuatro décadas de existencia de la sede yumurina del libro artesanal.
La mañana del jueves 25 de abril, fecha de su aniversario, comenzó con la inauguración de una muestra de su catálogo, titulada La casa, como un poema de Carilda Oliver Labra, y que incluyó volúmenes de la autora de Calzada de Tirry 81, así como de Digdora Alonso, Juan Luis Hernández Milián y Loreley Rebull. De esta última además se presentó la plaquette Si te pido guerrero, con diseño de Marialba Ríos.
El espacio escogido para las actividades fue el Centro de Documentación Pedagógica pues, como argumenta la máxima responsable del sello: “En muchos casos, las personas que forman parte de nuestro equipo usaron este sitio estudiar y hacer vida estudiantil, los bibliotecarios salvaguardan el conocimiento y lo entregan a otros, que es también lo que Vigía pretende”.
En la tarde, la sede de la editorial acogió una lectura poética de cuatro generaciones: Hugo Hodelín, Laura Ruiz, Leymen Pérez, Brian Pablo González Leonard, Héctor Raúl Rivero y Humberto Fuentes. Y el viernes, una de prosa con la participación de los jóvenes narradores Náthaly Hernández Chávez, Hanói González, Boris Luis Alonso y Ayose Naranjo.
El sábado 27, a las 10 de la mañana, será la clausura del Taller Infantil de Diseño Básico que imparte la artista Marialba Ríos y a las seis de la tarde será el estreno de La casa de Bernarda Alba, de El trébol gitano, agrupación que tiene su sede en la casona de Magdalena número uno.
Entre los momentos más emotivos de este aniversario ha estado el homenaje al pintor matancero Yanpier Baez, recientemente fallecido. “Trabajó con nosotros en muchas ocasiones —relató Agustina Ponce— él era un poeta y un artista visual excelente pero también un ser humano increíble lo recordaremos siempre como ese muchacho hermoso, gentil, caballeroso e inteligente, que ya forma parte de nuestra historia y acervo cultural”. Vigía es una de las editoriales más antigua entre las que se dedican a hacer libros a mano y que han mantenido su labor ininterrumpidamente.
Además una de las más coleccionadas fuera de Cuba. Sus volúmenes se atesoran en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en las de las Universidades de Harvard, Stanford, Michigan, en el Centro de Arte Hispano de Berlín, entre otras.