El fallecimiento del profesor y director artístico Osvaldo Portilla Coffiño nos ha dejado perplejos. Director de la compañía Somos Latinos, había nacido en la ciudad de Matanzas, un 30 de septiembre.
Comenzó su vida artística en 1969, como productor y administrador del Guiñol de Matanzas. Trabajó en diferentes espectáculos y eventos como los festivales Rafael Somavilla del Creador Musical y Benny Moré, dirigió Tropicana Habana, y, como director artístico, estuvo al frente de los cabarets de Turarte, en Santiago de Cuba; y del espectáculo de La Cueva del Pirata, en Varadero. Prestó servicios en México, República Dominicana, Bahamas y en Palma de Mallorca. Impartió cursos en el Centro de Superación de la Cultura de Matanzas. Ostentaba la medalla Raúl Gómez García.
Lo cierto es que más que una síntesis biográfica, casi siempre incompleta, Portilla, fue un incansable e inquieto creador de espectáculos con nuevas ideas, pensando en el proyecto que realizaba y en los otros que un día llevaría a escena, en los espacios turísticos a los que estaba vinculado, exigente con su equipo artístico, luchando con la renovación de los elencos y pensando en la mixtura de la cultura cubana y latinoamericana; combinando su labor pedagógica, con la de director artístico.
Se extrañará su entrada por los pasillos del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, siempre inventando algo nuevo, buscando la producción que necesitaba.
Muchas veces hablábamos de sus ideas, y las conversaciones eran intensas y extensas. Era un gran conversador; un viejo joven, que no esperaba la muerte y que cuando le llegó, inesperadamente, fue sin dejar de soñar.
De hablar pausado, rostro noble, preocupado por sus creaciones, la ausencia de Portilla es una pérdida para el mundo del espectáculo.
También era una persona amable, preocupada por los más jóvenes y su superación; con miles anécdotas de su experiencia en los lugares donde trabajó, que fueron muchos y diversos.
El Porti, fue el creador de Somos Latinos, una compañía que prioriza y defiende nuestros ritmos, en el Polo Turístico de Varadero. En enero vi casualmente sus espectáculos, el cubano y el latinoamericano. Dominaba cada instante, cada detalle, le imponía su sabiduría; exigía y se autoexigía.
Me preguntaba y me explicaba. La memoria se construye de los fragmentos de muchos. Osvaldo Portilla forma parte de ese legado. En ese lugar a donde ha llegado, descubrirá un escenario y vivirá en él.
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ASI FUE MI MAESTRO MI PADRE MI TODO SOLO SE YO EL VACÍO QUE TENGO POR DENTRO PORQ QUERIA APREDER MUCHO MAS NO ESPERAVAMOS ESTO SOLO LO QUE ME QUEDA ES DEFENDER SU LEGADO A CAPA Y ESPADA COMO SIEMPRE EL LO ISO HASTA SUS ULTIMAS HORAS SOLO PENSABA EN SU OBRA Y ARTE Y COMO ESTABA TODO EN EL TRABAJO MI MESTRO MI PADRINO Y MAD QUE UN PADRE PARA MI QUE DIOS ME LO TENGA EN LA GLORIA PORQ SE LO MERECE FUE EXSECIONAL, TATI LOS LLAMAVAMOS TODA LA FAMILIA Y LAS PERSONAD QUE LOS CONOCIAN EPD…