Un fin de semana en el Cine Teatro Cárdenas sirvió para experimentar la vida cultural de la institución, con función de La maga no soy yo, de la agrupación mexicana Conjuro, en el teatro y en el espacio Aire Frío; un día con el dúo Fábula de Pinar del Río, y al siguiente con una habitual Jennifer Pino. Tuvo varios invitados, incluidos niños y adolescentes, y a una figura emblemática de la ciudad, Tony Ávila.
Mientras se inauguraba una exposición, se cantaban y podían leer los poemas de Darian Pérez Castillo, que combina varias sensibilidades, además de dirigir dicha institución, que el año pasado cumplió 75 años de fundada. Unas horas antes, había realizado una exitosa conferencia de prensa en el Archivo Biblioteca Virgilio Piñera, la cual cada vez enriquece más sus fondos, con donaciones de cardenenses.
En esos tres días en Cárdenas, de lluvias intensas, pero en los que el público no dejó de asistir a las actividades, también pude ver cómo crece el café que, con su nombre La isla en peso, rinde homenaje a Virgilio Piñera.
En un contexto como la del fin semana del 22 al 24, que tuvo contingencias inesperadas con la tormenta que atravesó parte de la provincia, la cual provocó daños que afectaron a muchos, incluso a algunos de sus trabajadores, más la situación energética, todo fluyó de manera orgánica en la programación y lo cotidiano de ser teatro y hospedaje.
Sí, el Cine Teatro Cárdenas tiene sus particularidades; hasta donde sé, en Cuba, y quizás en muchas partes del mundo; y es que el hospedaje de los artistas se da dentro de la misma institución, lo que propicia una vida dinámica al teatro, la conexión de los artistas con el lugar y sus trabajadores.
La habitación-camerino es acogedora, amplia, con todas las comodidades. Se relaciona con el salón de protocolo más activo que he conocido, donde los que llegan son recibidos con amabilidad, como en casa, y sirve de local para desayunar y cenar, lo que reafirma la condición de hogar que promueve el Cine Teatro Cárdenas, a la que contribuyen sus trabajadores de muchas formas.
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A muchos les sorprende que este centro ofrezca dónde dormir a los que allí actúan, porque no es usual; pero esa experiencia crea una relación de afecto muy especial con todos, y con la institución. Incluso, tiene el atractivo especial de vivir en el teatro, de bajar las escaleras y estar en el escenario, de maquillarse y vestirse en tu habitación camerino.
Y no he mencionado el bar que le nació en el patio para cuando hay actividades. Este contribuye a la dinámica de cada peña, sea de Jennifer Pino o el grupo Mestizaje, lo que hace que un público diverso, pero interesado, se reúna para escuchar buena música, mientras disfruta de un trago, el mismo patio, que funciona como área de ensayo de una agrupación danzaria juvenil.
La vida en un teatro como este es muy singular, lo que hace que todos salgan compenetrados y felices. El Cine Teatro Cárdenas es una experiencia única, diferente, referencial.
