Dicen que las manos son la prolongación del cerebro, e incluso las causantes de su desarrollo. Gracias a ellas, el homo habilis alcanzó las frutas y evolucionó hasta transformarse en sapiens, conquistar el fuego, moldear el barro, tallar la madera y construir su hogar. Agarran, halan, acarician, pero también aparecen y desaparecen objetos, sí, “como por arte de magia”, y es que justo hacen eso: magia.
Hace cerca de 30 años, Yohnny Zúñiga del Pino tiene una especial conexión con sus manos que le ha permitido triunfar dentro del mundo del ilusionismo. Apenas era un adolescente cuando hizo sus primeros “trucos” en su Manguito natal, en el municipio de Calimete.
“Desde que estaba en la primaria veía a los magos y para mí eran increíbles; y lo siguen siendo, porque siempre respeto el trabajo de los demás compañeros. Dos amigos: el maestro Albertini y Ernesto, un artista de circo conocido como Cocosito, me mandaron para donde estaba Serruchini, que ya no está en vida, y fue quien me dio las primeras lecciones.
“Cuando toqué la puerta de Serruchini, y vi lo que él era capaz de hacer, ahí me dije: ‘A esto me quiero dedicar’, y llegué a convertirme, con 13 años, en el mago más joven de todo el país. Lo más bonito de todo era que me enseñaban un número de magia y ya a los dos o tres días lo tenía montadito con mi charla y todo lo que llevaba”.
La vida y su desbordante talento lo llevaron a cumplir sus sueños como integrante del Circo Nacional de Cuba. “Fue para mí un exitazo verme ante casi 5 000 personas en una carpa de circo y luego realizar giras nacionales.
“Anécdotas tengo muchísimas. Imagina estar sobre un escenario y olvidar la rutina de aro, allí, en vivo. Que en ese momento cuentes los aros y de ahí para allá no te acuerdes de nada más. La verdad creo que ese día me salvé, como dicen, ‘por arte de magia’, porque al minuto ya lo estaba recordando y nadie se dio cuenta; pero me marcó.
“De todo, lo que más me gusta es trabajar para los niños, resulta maravilloso, con ellos aprendes. De hecho, si haces una trampa y te la ven, automáticamente te lo dicen: ‘mago, tienes la bolita escondida detrás de la mano, se te ve desde aquí’. Para mí eso es fenomenal”.
Las manos de Yohnny son realmente hábiles, pero su voz también se ha convertido en una herramienta vital para este mago que un buen día se sorprendió frente a los micrófonos.
“Me encanta la locución, porque la palabra ha servido al hombre para transmitir el pensamiento. En mi quehacer, lo mismo para niños que para adultos, he tenido que improvisar, montar mis propias charlas. Quizá de ahí viene esa atracción por la locución, a tal punto, que me habilité en un curso como locutor de radio y televisión”.
Y que conste que no es solo mago y locutor. Este reconocido matancero es, además, licenciado en Psicología: “Lo que más me gusta es que la he podido combinar con lo que soy, no para manipular la mente de las personas, sino para manipular mis manos hacia la vista de los espectadores. Me ha ayudado a superar malos momentos. La psicología para mí siempre fue lo inalcanzable, y después lo insuperable”.
Una bolita y un vaso bastan para hacer un acto de magia. Sin que nadie lo note, ella sabrá escurrirse del envase al bolsillo y dejar atónitos a los presentes. El escenario puede variar: desde una fiesta de cumpleaños, peña, set de televisión, hasta la cocina de una casa. El lugar no es tan importante como el público.
“Para mí los dos públicos son muy complicados. El de la magia, porque estás tratando con personas que incluso a veces se sienten mal y buscas que sonrían con algo. En la radio, tienes que enamorar con la voz.
“Actualmente tengo un espacio de magia los jueves en la televisión, que es en vivo, y en la radio también hago programas. Ahora mismo, mi perfil de Facebook tiene una foto de mago, y otra que la tengo dividida entre locutor de radio y de televisión, así también sucede en WhatsApp; y es que amo todo lo que hago”.
En el camino a los logros, la familia siempre es soporte vital e inspiración, ánimo cuando el sendero se vuelve más empedrado y angosto. “Mi familia me ha apoyado en todo momento. Siempre me ha dicho: ‘supérate, haz cosas nuevas’, aunque no sepan nada del mundo de la magia. Desde que saben que hago radio me mandan a leer y estar actualizado.
“Tengo premios en eventos internacionales de magia, como el Ánfora, que tiene sede en el Balcón del Oriente Cubano (Las Tunas). Allí he podido compartir con grandes del mundo, como Javier Botía (campeón mundial de mentalismo) y Alfonso Sueskun (campeón mundial de magia crossoft). Botía tiene pases de oro en los Got Talent de España y fue ganador del Festival Internacional de Sociedades Mágicas.
“Más allá de premios, creo que tanto en la magia como en la locución me falta demasiado por aprender. Soy receptivo con los criterios y las ayudas que me puedan dar las personas. A la vida no tengo nada que reprocharle, porque me ha dado mucho. Tengo todo lo que he querido, claro, porque he trabajado duro para ello”.
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