Juegos tradicionales, ¿qué es eso?

A las escondidas, la quimbumbia, los yaquis, el parchís, las barajas y el burrito 21 son algunos de los juegos clásicos infantiles que han quedado en el olvido con el creciente protagonismo de las tecnologías.

La forma de jugar y divertirse de antes no tiene nada que ver con la de ahora. En la actualidad, los juegos de pantalla desplazan poco a poco a los tradicionales. Muchos niños ya ni la conocen. Ahora es común ver en pequeñas manos una tablet o el mouse de una computadora, venciendo cada nivel del videojuego favorito.

Ya no se escucha el zumbido del trompo, el molesto ruido de la chivichana ni frases como: “regalo la malla”, “gallinita ciega qué se te ha perdido” o el “un, dos, tres, al escondite inglés”. Los tiempos cambian.

Los juegos que antaño eran la opción más divertida para socializar y disfrutar en períodos vacacionales son como la aguja en un pajar en una era digital y tecnológica.

Viajar 10 años atrás en la máquina del tiempo y ver cómo los niños convertían una escoba en un indomable caballo, una caja en un veloz coche de carreras o la frazada de limpiar el piso en la alfombra mágica de Aladino es inocencia infantil. En cambio, la mayoría disfrutan de su tiempo libre jugando con tabletas electrónicas, carros de control remoto y muñecas que hablan y bailan por sí solas.

Y es que los juegos son una actividad que siempre ha existido en la vida de los niños. Fomentar los tradicionales y mostrar cuán beneficiosos y divertidos son, es responsabilidad de quienes crecieron con ellos.

Es hermoso ver la felicidad de un niño mientras juega en el parque o en la calle a las bolas, montar bicicleta, volar papalotes y saltar la suiza; no solo con hermanos, primos o amigos, sino también con los padres.

Alejar a los pequeños de casa de los interminables juegos que necesitan de una red y una pantalla, promover esos que acompañaron a nuestros abuelos y padres en diferentes generaciones, y que en la actualidad luchan por no desaparecer, es como “dar en el blanco”. (Por Rachel de la Caridad Pedroso Martínez, estudiante de Periodismo)

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