La Edad de Oro, o la edad efímera de la inocencia

Como El Principito a Francia, a Colombia Cien años de soledad y El Quijote a España, en Cuba es La Edad de Oro ese libro que nos representa y enaltece como país; para nosotros significa una joya espiritual muy preciada por generaciones.

Escrita por el reconocido poeta, ensayista y diplomático cubano José Martí y publicada por primera vez en 1889, se ha convertido en uno de los principales referentes de la literatura en Cuba y América Latina. En 1905 (10 años después de la caída en combate del Apóstol en Dos Ríos), Gonzalo de Quesada logró juntar el contenido de las revistas en un solo libro, como homenaje al más universal de sus compatriotas.

Considerada no solo una obra literaria, sino también como un manifiesto político y social; el libro se divide en cuatro partes, cada una de ellas aborda un tópico diferente: el amor, la amistad, el trabajo y la naturaleza. Con el fin de transmitir sus más profundas reflexiones sobre dichos temas, Martí emplea una serie de relatos, cuentos y ensayos, entre los que se encuentran: Nené traviesa, Bebé y el señor Don Pomposo, La muñeca negra, Los dos príncipes y Los zapaticos de rosa. Además de esto, el libro cuenta con 23 escritos, 18 de su propia autoría y 5 de ellos recreados por Martí: Meñique y El camarón encantado, del francés Laboulaye, Los dos príncipes, de la poetisa norteamericana Helen Hunt Jackson, Los dos ruiseñores, versión libre de un cuento de Andersen, y Cada uno a su oficio, del filósofo norteamericano Emerson.

Obra de gran belleza literaria, ingenio, humanismo, entrega y sacrificio, La Edad de Oro se propone incitar en el pequeño lector la búsqueda del conocimiento, del amor y de la justicia.

En la primera parte, se explora el amor a través de historias románticas y sentimientos profundos. La segunda se centra en la amistad y la importancia de tener relaciones significativas en la vida. En la tercera, Martí examina el trabajo y la importancia del esfuerzo y la dedicación en la realización personal. Por último, en la cuarta parte, se adentra en la relación del ser humano con la naturaleza y la necesidad de cuidar y preservar el medio ambiente.

A lo largo de sus páginas, el autor utiliza un lenguaje poético y cargado de metáforas, que envuelven en una atmósfera de ensueño y fantasía. Emplea una prosa celosa, rica en detalles y colores, que transporta al lector a mundos imaginarios y lo invita a reflexionar sobre la sociedad en la que vive.

Este libro inició su publicación de forma seriada en julio de 1889 en Nueva York, con la intención de poner en manos del niño americano el código ético que antes había transmitido a su hijo, en Ismaelillo, y a su hija espiritual María Mantilla, a través de sus cartas.

Martí, considerado uno de los principales líderes del movimiento independentista de Cuba y un ferviente defensor de los derechos humanos, escribió La Edad de Oro con el objetivo de llegar a la juventud y educarla a través de la literatura. Su idea era presentar una visión idealizada y utópica del mundo, en que la justicia, la igualdad y la libertad serían los valores predominantes. Finalmente, logró entregar un texto clave en la literatura para niños y adolescentes, un texto definitorio y magistral, desconocedor de tiempos o distancias, que debe tener una presencia eterna en todos los hogares cubanos.

“Para eso se publica La Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy, en América, y en las demás tierras; y cómo se hacen tantas cosas de cristal y de hierro; y aprenda sobre las máquinas de vapor, y los puentes colgantes, y la luz eléctrica; para que cuando el niño vea una piedra de color sepa por qué tiene colores la piedra, y qué quiere decir cada color; para que el niño conozca los libros famosos donde se cuentan las batallas y las religiones de los pueblos antiguos”.

FRASES DEL VOLUMEN

“Los pueblos, lo mismo que los niños, necesitan de tiempo en tiempo algo así como correr mucho, reírse mucho y dar gritos y saltos”.

“Eso es mejor que ser príncipe: ser útil”.

“Todos los hombres tienen las mismas penas”.

“Así es la vida, que no cabe en ella todo el bien que pudiera uno hacer”.

“El mundo es un templo hermoso, donde caben en paz los hombres todos de la tierra”.

“En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz”.

“Como si empezara el tiempo feliz en que los hombres se tratan como amigos, y se van juntando”.

“Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía”.

“El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz”.

“Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, sino para ser útil al mundo”.

“Un hombre solo no vale nunca más que un pueblo entero; pero hay hombres que no se cansan, cuando su pueblo se cansa”.

“Ese fue el mérito de Bolívar, que no se cansó de pelear por la libertad de Venezuela, cuando parecía que Venezuela se cansaba”.

“Iba un niño travieso cazando mariposas; las cazaba el bribón, les daba un beso, y después las soltaba entre las rosas”.

CURIOSIDADES SOBRE LA OBRA

1. El título de la revista fue idea del editor A. Dacosta Gómez, y alude al mito griego luego recreado por numerosos poetas, que caracteriza a la infancia como el tiempo de la inocencia.

2. La revista solo duró cuatro meses. Se especula que fue debido a una ocasión en la que el editor Dacosta Gomez le pidió a Martí que hablara a los niños del temor a Dios, el autor no estuvo de acuerdo pues consideraba que era mentir a sus lectores, sus palabras fueron: “El hombre primitivo se inventó dioses para explicarse los fenómenos naturales; por eso, creía que existían el dios del Sol, el dios del Rayo, el de la lluvia. También podría ser que creyera en un solo dios, al cual hacía responsable de todas las cosas que no entendía y le pedía que lo protegiera y ayudara”.

3. En carta a Mercado de agosto de 1889, dijo Martí de esta revista: “Ha de ser para que ayude a lo que quisiera yo ayudar, que es a llenar nuestras tierras de hombres originales, criados para ser felices en la tierra en que viven, y vivir conforme a ella”.

4. Al anunciar su aparición, escribió: “Cada día primero de mes se publicará en Nueva York un número de La Edad de Oro, con artículos completos y propios, y compuesto de manera que responda a las necesidades especiales de los países de lengua española en América, y contribuya todo en cada número directa y agradablemente a la instrucción ordenada y útil de nuestros niños y niñas, sin traducciones vanas de trabajos escritos para niños de carácter y de países diversos”.

5. Los cuatro números de la revista fueron recogidos en un libro (por primera vez en Costa Rica, 1921) con el mismo título de La Edad de Oro, y así se ha continuado publicando hasta la actualidad.

6. El poema Los zapaticos de rosa fue dedicado por Martí: “A mademoiselle Marie”, la niña María Mantilla.

CURIOSIDADES SOBRE EL AUTOR

1. Su primer maestro fue Rafael Sixto Casado, joven pedagogo que inició al niño Martí en los caminos del saber y el pensar. Ejerció una fuerte influencia desde los siete hasta los 12 años.

2. A lo largo de su obra, utilizó varios seudónimos, entre ellos: Orestes, Anáhuac, J. M., M. de Z. y Adelaida Ral.

3. En el poema IX, de los Versos sencillos, Martí habla de una “almohadilla de olor” que le regalara María García Granados, “La niña de Guatemala”, obsequio que actualmente atesora la Fragua Martiana.

4. Al parecer, la belleza y erotismo de la dama Carolina Otero, más conocida como “La bella Otero”, inspiraron al Apóstol a escribirle los conocidos versos de La bailarina española, luego de asistir a una de las presentaciones de la artista, quien estaba de gira por Nueva York en 1890.

5. El sábado 23 de diciembre de 1893, el dominicano Fernando Figueredo Antúnez se convirtió en el primer niño que dibujó a Martí, durante un viaje en tren que ambos hicieron entre Baldwin y Jacksonville, estado de la Florida.

6. Al morir José Martí en los campos de Dos Ríos, cabalgaba el caballo blanco Baconao, de crin rubia, grande y muy elegante, que José Maceo le había regalado días antes. Baconao fue alcanzado por una bala, pero logró llegar a las filas mambisas en donde fue cuidado de sus heridas.

7. El primer entierro de Martí fue en el cementerio del poblado de Remanganaguas, en una fosa común, debajo del cuerpo de un militar español, en contacto directo con la tierra y prácticamente desnudo, despojado de toda su ropa, excepto del pantalón.

“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.

(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)

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