Glahamavilla en XLIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

Ellas tejen, bordan, dirigen orquestas, son masajistas, cirujanas, carpinteras, restauradoras, artistas y cuantas profesiones y oficios pasen por su imaginario. La vida no las frena, ni los retos tampoco. 

Una mirada al mundo femenino a través de sus manos es la propuesta de Glahamavilla, el proyecto de cine dialógico que aúna a las ciudades de Glasgow, Villa Nova, Habana y Matanzas, y cuyos primeros frutos se presentaron en la Atenas de Cuba como parte del recién inaugurado XLIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

El cine Velasco, subsede del evento, acogió la premier de los documentales Tejidos de la memoria, Manos, Pasos a una mirada trans y Acariciar la vida, cuatro visiones de un mismo fenómeno cuyas protagonistas son féminas de Escocia, España y La Mayor de las Antillas.

“Después del covid, surge la idea de compartir haciendo películas, videos, desde diferentes ciudades, —refiere Eirene Houston, directora del Havana-Glasgow Film Festival. Llevo 27 años viajando a Cuba. Empezamos esto hace solo uno y aquí está el resultado. Pienso que podemos hacer muchas más cosas así, hay trabajos ya en proceso. También queremos insertar más ciudades”. 

“El frente de cine dialógico trata lo que permite la imagen en movimiento: tener una percepción de otro lugar, de otro espacio, escuchar otras voces, y utilizar este recurso para acercarnos a personas feministas; pero no solo a mujeres, sino a quienes estén comprometidos con un proyecto feminista desde lugares que son muy remotos”, comenta Nuria Arauna, profesora de la Universidad Rovira i Virgili, Catalunya. 

“En Cataluña, por ejemplo, teníamos interés en saber cuáles eran las preocupaciones de las mujeres aquí en Matanzas, porque son ciudades hermanadas y existe una conexión, pero estamos muy lejos, y qué mejor manera que esta para conocer y aprender sobre las matanceras. En esas relaciones históricas, entre esas cuatro ciudades hay que explorar igualmente de forma crítica. El papel que Cataluña jugó aquí en algunos casos es conflictivo y traumático, y hay que subsanar un poco los efectos del colonialismo. Para nosotras esa conexión incluye poder aprender, escuchar, y reparar una historia que tiene enriquecimiento mutuo, pero también tiene heridas”, reafirma Arauna, quien es miembro del proyecto Glahamavilla.

David Archibald, profesor de la Universidad de Glasgow, en Escocia, comenta que cuando visitaron Cuba el pasado año tenían algunas ideas de hacer cine con poco presupuesto. “Han pasado 12 meses en los que han habido muchas dificultades: los retos del lenguaje, limitaciones de tecnologías por causa del bloqueo que provocan obstáculos en la comunicación, y el poco tiempo que tienen las mujeres. Pero creemos que el cine puede hacer milagros, y es un milagro que llegáramos con una idea en diciembre pasado y que ahora ya podamos ver todo un conjunto de productos terminados”.

Para la periodista Yirmara Torres Hernández, Acariciar la vida, uno de los cuatro documentales presentados, es sin dudas un milagro como refiere Archibald. “Sí, porque hace un año nada más que ocho mujeres nos unimos para hacer cine dialógico sin saber lo que era. Ocho mujeres feministas: cuatro provenientes de los medios y cuatro líderes comunitarias. Eso después fue creciendo, algunas entraron, otras salieron. Al final hemos aprendido a editar y a hacer cámara en talleres, y este es el resultado”. 

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Apoyando la producción de dicho audiovisual estuvo Doryana Fuentes Cacino, quien contaba con experiencia por sus años en el Telecentro Provincial Tv Yumurí. “Empecé a hacer lo que normalmente hacemos las productoras: llamar a personas, investigar, buscar transporte para movernos, las cámaras de mejor calidad y todo lo necesario. Fui con mi equipo a todos los lugares, hicimos cámaras nosotras mismas, tuvimos grandes profesores que nos apoyaron en la grabación y la edición. Estoy muy satisfecha; esto ha sido para mí una realización personal”.

“Lo más lindo es cómo dialogamos desde cuatro ciudades en torno a una temática común que este año es lo que pueden hacer las mujeres con sus manos, pero vendrán muchos más temas. Es un cine experimental, de la gente, de la calle, que a lo mejor no necesita de ese formato o esa superedición, porque el valor que tiene radica en que es hecho por mujeres que queremos contar nuestras historias”, asegura Torres Hernández. 

El proyecto Glahamavilla estará los días 14 y 15 de diciembre compartiendo sus experiencias en La Habana, en talleres que se desarrollarán en el Hotel Nacional, como parte del XLIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

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