Junto a enero y febrero, diciembre clasifica entre los meses menos lluviosos del año en Cuba, mientras el establecimiento de condiciones invernales suele ocurrir de manera más frecuente, con respecto a noviembre.
Sin embargo, para el último mes de 2023 se esperan abundantes precipitaciones, en particular en las regiones occidental y central, en las que los acumulados deben superar los promedios históricos mensuales, y quedar en el límite superior de la norma, en el Oriente del país, según el pronóstico emitido por el Centro del Clima del Instituto de Meteorología.
Tal predicción responde en lo fundamental a la presencia plenamente establecida del evento ENOS (El Niño/Oscilación del Sur) en el océano Pacífico, que de acuerdo con las proyecciones de la mayoría de los modelos, se desarrollará y persistirá al menos hasta abril de 2024, pudiendo alcanzar el rango de moderado o fuerte en lo que resta del presente año y el primer trimestre del próximo.
De manera general, la mayor influencia del enos sobre Cuba tiene lugar en el periodo de noviembre a abril, cuando los acumulados de precipitaciones tienden a quedar por encima de los promedios habituales en todo el territorio nacional, comportamiento más acentuado en el cuatrimestre diciembre-marzo, etapa en la que, en ocasiones, también se registra un aumento en los días con tormentas y otras condiciones de mal tiempo.
El Centro del Clima mantendrá una permanente vigilancia sobre la evolución de este evento de interacción océano-atmósfera, en los próximos meses.