Ángel Rodríguez, vecino del caserío cercano al puente elevado La Jaiba, cuenta que recientemente sobre el techo de una guagua Transmetro cayeron fragmentos de hormigón mientras pasaba por debajo de la construcción, y que no es la primera vez que sucede. “Por suerte, en ninguno de los casos ha provocado complicaciones más allá del susto”.
Dicho puente, ubicado en la circunvalación que enlaza a la ciudad de Matanzas con los límites de la provincia Mayabeque, se encuentra cerrado a consecuencia de su avanzado deterioro desde el 28 de marzo de 2022.
Quienes transitan por el lugar, ya sea en vehículos o como meros transeúntes, pueden percibir que, a pesar de las señalizaciones que impiden el paso, los autos pequeños y medianos, y en mayor medida los motores y motorinas, violan el “No Pase”. Circulan en todas direcciones por encima del vial que está en pésimas condiciones constructivas.
A UN AÑO Y MEDIO DEL CIERRE
Desde el 2014, la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas en Matanzas advirtió sobre la posibilidad de derrumbe del puente. Ocho años más tarde, el colapso inminente del mismo no dejó más opción que cerrarlo.
La decisión fue tomada hace ya un año y medio por las principales autoridades del territorio yumurino, tras los dictámenes emitidos por el Centro Provincial de Vialidad, quienes de conjunto con el Centro de Mantenimiento a Viales acordaron ejecutar su reparación capital para extender la vida útil de la estructura.
La obra comenzaría a ejecutarse a principios del año 2023, lo cual no sucedió por la falta de los materiales necesarios para la construcción de las vigas, como son el acero y el cemento. Así lo explicó Reynaldo Hernández Rodríguez, director de la Comisión Provincial de Vialidad en Matanzas.
La construcción de las vigas sería, según el acuerdo, el primer objeto necesario para tenerlas, al menos, al 75% antes del comienzo de la demolición, y propiciar una secuencia de obra sin interrupciones.
Teniendo en cuenta el peligro que representa el deplorable estado del puente La Jaiba; la Comisión Provincial de Vialidad de Matanzas planteó alterar la secuencia de lo planificado y solicitó el cierre del vial que pasa por debajo del puente para su demolición, con el fin de evitar un lamentable accidente mediante esta determinación.
La obra arrancará entonces con la reparación de las columnas y los cabezales; así como la confección de los tableros para el encofrado de las vigas, en espera del material que se requiere para su construcción.
ASEGURAMIENTOS NECESARIOS
Rafael Castro Infante, inversionista de la Dirección de Vialidad en Matanzas, asegura que ya cuentan con los aparatos de apoyo, juntas, resinas y morteros necesarios para la reparación, los cuales fueron importados.
“Otras cuestiones relacionadas con el aseguramiento técnico también están coordinadas con las entidades pertinentes. Etecsa ya retiró los cables de la zona. La Empai tiene listo el equipo de trabajo que seguirá la ejecución de la obra; y la Empresa de Prefabricado cuenta con la madera y las puntillas para la confección de los tableros del encofrado. La Empresa Central de Equipos (Cubiza) apoyará con las grúas. Mientras tanto, el Ministerio de la Construcción tiene lista la Brigada que acometerá la reparación”, agregó Castro Infante.
El inicio del proyecto presenta diversas dificultades, pues independientemente de la no disponibilidad de acero en la provincia, existen otros factores delicados que en cierta medida han postergado la fecha.
“Por debajo del puente pasa también la línea del tren, las acciones que allí se acometen no pueden interferir en este servicio bajo ninguna circunstancia. Esto implica mayor rigor en la supervisión, y exige la disponibilidad de todos los recursos, para que, si surge algún contratiempo de derrumbe sobre la línea, sea resuelto en un tiempo mínimo”, así explicó el arquitecto Yorkenys Rivero Núñez, director de proyectos en la Empai.
En casos como estos, donde existe peligro para la vida de quienes viven y transitan por allí, urge tomar cartas en el asunto lo más rápido posible.
Hasta el momento, y a raíz de la compleja situación que atraviesa la Isla con el suministro de combustibles, uno de los obstáculos que más enlentecen el proceso recae en la ausencia de las cantidades de petróleo necesarias para comenzar las labores de cierre y demolición.
VANDALISMO SOBRE EL PUENTE
Arsenio Labrada, campesino y residente cercano a la zona, refiere que en diversas ocasiones ha escuchado a altas horas de la madrugada ruido de fuertes golpes causados, a su suponer, por una mandarria. Este acto vandálico indica la sustracción de las cabillas quizá, o de algún otro material del puente.
A su vez, Hernández Rodríguez afirma que los especialistas a cargo del puente visitan la zona con frecuencia y que en más de una ocasión se le ha informado a la Policía Nacional Revolucionaria sobre dicha realidad, por lo que varias patrullas han realizado recorridos nocturnos por el área.
IMPLICACIONES DE UN CIERRE DEL PUENTE
La decisión de demoler y adelantar otros aspectos constructivos en espera del acero y el cemento puede ser un arma de doble filo; si bien la necesidad de accionar para evitar accidentes fatales es imperante.
Rivero Núñez manifestó que una vez iniciadas las acciones constructivas se trabajará nueve meses en línea, aunque esta idea puede estar sujeta a cambios en dependencia de en qué medida se avance en cada etapa.
“Hay que tener en cuenta también la ocurrencia de eventos meteorológicos que pueden interferir en el proceso; además, la entrada de acero es un factor que escapa de nuestras manos; este es un material insustituible, del cual dependen la culminación y la calidad de la obra”, agregó.
Una vez aprobada por la Comisión de Seguridad Vial del Gobierno Provincial la petición de cerrar la vía que pasa por debajo del puente e iniciar la reparación, se tendrá lista la nueva vía de acceso, y se tomarán las debidas precauciones para que la solución no se transforme en un problema más.
Mientras tanto, apremia que la población concientice sobre el peligro que representa para su integridad física la violación de la señalización de “No Pase” por encima del elevado, hecho tan repetido como alarmante.
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