¿Humano o solo instrumento?

En 1915, casi al inicio de la Primera Guerra Mundial y muy próxima a la Revolución rusa, fue publicada la obra cumbre del polémico autor Franz Kafka: La metamorfosis. Esta fue una época marcada por los conflictos sociales, políticos y económicos, en la que el hombre moderno se enfrentaba a diferentes cambios. De igual manera surgen dilemas relacionados con el individualismo, en un mundo cada vez más deshumanizado.

Una de las novelas más relevantes de la historia de la literatura del siglo XX es, sin lugar a dudas, La metamorfosis. Su personaje protagónico es Gregorio Samsa, un comerciante de telas que trabajaba para pagar las deudas de su familia. La trama muestra su transformación en un monstruoso insecto, y el drama familiar que se desata a raíz de este acontecimiento. Al verse incapacitado para trabajar, es rechazado. Aunque su cambio es exterior, siente y piensa como un ser humano. Esta transformación retrata el aislamiento y el sufrimiento que experimentan algunas personas al sentirse diferentes y marginadas por la sociedad.

El protagonista se convierte en un insecto y, al mismo tiempo, en ese proceso se desdibuja poco a poco su identidad. Es decir, cambia a medida que lo hacen sus singularidades físicas. Así, Gregorio pierde importancia en el momento en que se descubre como una pieza “inútil”, una carga para sus padres y su hermana.

La metamorfosis es un relato dividido en tres partes, el cual ofrece una iluminadora mirada a la vida cotidiana y examina temas como la identidad, el significado de la existencia, el aislamiento y el destino. Esta interpretación conmovedora de la condición humana expone una visión trascendente y profunda de la humanidad. La novela ha sido reconocida como una obra maestra de la literatura y una importante inspiración para muchos escritores modernos.

Durante el principio del siglo XX ocurre la fragmentación del arte en tendencia. El surrealismo está presente en la obra al describir la psiquis humana, no le interesa describir al personaje físicamente. El expresionismo se refleja en la transformación de Gregorio en bicho. La realidad de este contexto es más cruda, se explota más al hombre y a su trabajo, existe incomprensión familiar y contradicciones entre el artista y la sociedad. Representa mediante símbolos el mundo deshumanizado del capitalismo y la enajenación.

En este libro se refleja la visión de Kafka de una sociedad superficial, su pensamiento hacia la vida es solitaria, melancólica y sin sentido.

A pesar de los años, sigue existiendo la discusión acerca de en qué insecto se transforma Gregorio: ¿cucaracha o escarabajo? Y es que en ningún momento de la narración su autor deja claro en qué animal se convierte el personaje central.

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Un libro, corto, fácil de leer, pero al mismo tiempo muy profundo. Con un marcado simbolismo y una prosa un tanto sucia, este clásico constituye, sin lugar a dudas, una pieza imprescindible en todo librero.

FRASES DE LA OBRA

“No me comprendía, quería descifrar el misterio de mi existencia”.

“El razonamiento tranquilo, incluso el extremadamente tranquilo, es mucho mejor que las decisiones desesperadas”.

“Me resulta al mismo tiempo irritante y conmovedor perderme por un instante en mi propia creación”.

“Se aprende cuando uno se ve obligado a ello, cuando se trata de encontrar una salida, se aprende sin piedad”.

“Y aunque la libertad se encuentra entre los sentimientos más sublimes, el engaño que produce también se cuenta entre los más grandes”.

“Es cierto que cualquier cambio, incluso el más deseado, trae consigo alguna tristeza o nostalgia por el pasado”.

“La vida, aunque se nos presente de diferentes maneras, sigue siendo la misma”.

“Aceptar el cambio no significa aceptar el destino, sino que es una forma de liberarse del pasado”.

“La verdadera libertad es entender que uno puede cambiar y evolucionar”.

“La única constante que no cambia es la incertidumbre de la vida”.

“Con las preguntas solo ardo yo mismo, quiero encenderme con el silencio que me rodea, que es la única respuesta”.

CURIOSIDADES DE LA NOVELA

  1. Su título original en alemán es Die Verwandlung, que podría traducirse como La transformación. No obstante, en español se ha optado por La metamorfosis, palabra que tiene un componente mítico asociado.
  2. Se publicó en 1915 en la revista Die weissen Blätter. No sería hasta noviembre de ese mismo año cuando la editorial Kurt Wolff de Leipzig decidió publicarla de forma independiente. 
  3. Franz Kafka no quería que en la portada de su libro apareciera el dibujo del insecto, pues no quería que el lector se quedara únicamente en ese detalle. Por ese motivo, le mandó una carta al encargado de la ilustración en la que le decía: “El insecto mismo no puede ser dibujado, ni tan solo puede ser mostrado desde lejos”. Y se le hizo caso, por eso en la portada original apareció al padre de Gregorio en bata y tapándose la cara.
  4. Para muchos especialistas en este arte, la mencionada obra fue la encargada de “inaugurar” lo que se conoce como literatura del absurdo del siglo XX.
  5. Numerosos son los datos que aparecen en la novela que tienen carácter autobiográfico. Así, por ejemplo, destaca la mala relación entre el protagonista y su padre.
  6. El apellido del protagonista, Samsa, es un reflejo del que tiene el autor, Kafka. Ambos coinciden en número de letras, en las vocales y en la posición de estas.
  7. La metamorfosis se encuentra incluida en la serie: Los grandes libros del siglo XX, que lanzó al mercado Penguin Books.
  8. Uno de los escritores que más estuvo fascinado por esta novela fue Vladimir Nabokov. Se dedicó a dibujar las transformaciones que habría experimentado Samsa hasta convertirse en insecto. Y las realizó basándose en las descripciones y detalles que aparecen en la historia. Para él, Gregorio se convierte en un escarabajo.

SOBRE EL AUTOR

Franz Kafka es conocido por ser una de las principales figuras literarias del siglo XX, debido a sus historias tan visionarias que a menudo planteaban una perspectiva desgarrada del mundo. Este novelista y escritor de cuentos nació en Praga, el 3 de julio de 1883, en el seno de una familia judía de relativa buena posición. 

Desde muy joven deseaba dedicarse a la escritura; sin embargo, tuvo que lidiar con el difícil temperamento de su padre, con el cual mantuvo una tensa relación durante su vida. Se matriculó en la Universidad de Praga para estudiar la carrera de Química, la cual no terminó pues, influenciado por su padre, prefirió cursar los estudios de Derecho, doctorándose en leyes. Poco después, comenzó a tomar clases de arte y literatura de forma paralela.

Los años universitarios le dejaron tiempo para cultivar sus aficiones filosóficas y literarias; leyó a numerosos autores como JW von Goethe y conoció al futuro escritor y crítico literario Max Brod, con quien trabó una íntima amistad destinada a perdurar toda una vida.

Luego trabajó en los tribunales del orden civil y penal, en una época de intensas tensiones históricas y abruptas transformaciones socio-industriales.

Entorno al año 1907, empezó a escribir sus primeros relatos, los cuales redactaba en alemán, al tiempo que trabajaba como asesor en una empresa de seguros, labor que le permitía compaginar con su verdadera vocación, la escritura. No fue hasta 1929, que abandonó este empleo a causa de su deteriorada salud.

En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones. Los textos eran en realidad extractos de su diario personal. En 1914 Kafka abandonó su hogar y se independizó.

Su primera novela propiamente dicha (las narraciones anteriores deben considerarse cuentos o novelas cortas por su extensión) es El proceso, que había comenzado a escribir hacia 1914 y fue publicada póstumamente en 1925. Aunque, La metamorfosis, publicada en 1915, es su obra más celebrada.

Era copropietario de una fábrica de asbesto. Llevaba un estilo de vida vegetariano y era aficionado a la jardinería.

Kafka murió en la primavera de 1924 en el sanatorio de Kierling, tras una larga lucha contra la tuberculosis, padecimiento que le provocaba dolor al comer. La enfermedad obligó a Kafka a pasar largas temporadas en diversos sanatorios, donde pudo dedicarse de lleno a la literatura.

A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura. Hoy constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.

Su particular obra literaria se caracterizó por el absurdo de las situaciones planteadas, las estructuras de poder laberínticas, y por sus atmósferas asfixiantes, todo lo cual ha dado lugar al término kafkiano, que alude precisamente a autores cuyas obras se han visto influidas por Kafka y que presentan las características citadas.

La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra. Fue un escritor poco reconocido en vida pero, no cabe duda, que fue una gran influencia para autores posteriores y también uno de los propulsores de la renovación de la novela europea del siglo XX.

CURIOSIDADES SOBRE EL AUTOR

  1. Se presume que Kafka inventó el casco. Mientras trabajaba en el Instituto de Seguro de Accidentes de Trabajo en Praga, se dio cuenta ingeniosamente de que los trabajadores estaban teniendo muchos accidentes. Entonces inventó un sombrero que hacía a los trabajadores significativamente más seguros. Al menos, esa es la historia. El profesor de gestión austriaco Peter Drucker afirmó que realmente sucedió, pero aparentemente es el único, y no tiene mucha evidencia de ello.
  2. En La metamorfosis se han querido ver paralelismos biográficos con Kafka, especialmente respecto a su relación conflictiva con el padre. Dichas similitudes se pueden encontrar en Carta al padre (1919), un escrito en el que Kafka se dirige a su progenitor y pone de manifiesto la conducta abusiva y tiránica de su padre hacia él. Este hecho se puede ver también reflejado en la amenaza que supone el señor Samsa para su hijo en esta narración. La carta publicada póstumamente nunca llegó a ser enviada a su destinatario.
  3. Franz Kafka le pidió a su amigo Max Brod que quemara todos sus manuscritos inéditos después de su muerte. Brod no cumplió, publicando The Trial y otros clásicos de Kafka a título póstumo. (Por: María Karla Pérez Romo y Odalis María Sosa Dencause)

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