26 de julio, canto
de amor a la libertad,
pacto con la claridad
del Apóstol. Rompió el llanto
de angustia, dolor y espanto
su advenimiento en la historia,
si consagrada a la gloria
de morir para vivir
la juventud pudo abrir
caminos en la memoria.
¿Cómo olvidar aquel día
en el que sin miedo a nada
le nacieron al Moncada
estrellas de rebeldía?
poema de sangre fiel
y falló el tirano cruel
con sed de crimen y guerra,
pues los ojos de esta tierra
son las pupilas de Abel.
¿Cómo narrar el asalto
sin que un rostro de mujer
cubana enseñe a poner
el valor en lo más alto?
¿Cómo hablar sin sobresalto
de aquella generación
que despertó la pasión
soñadora de Martí,
a nuestra Revolución?
Cuando el heroísmo late
ardiente bajo la piel
es 26 y Fidel
habla de un nuevo combate.
Cuando el enemigo trate
de herir mi tierra antillana
julio será una campana
con un tañer diferente
porque el Moncada es presente,
fue ayer y será mañana.