Todo evento que se inicia tiene obstáculos, especialmente de los que creen es imposible o innecesario realizarlo; pero lo cierto es que se celebró del 13 al 15 de julio el I Festival de Clarinete, Ciudad de los Puentes, y se clausuró por todo lo alto con la actuación de un ensamble, que fusionó sobre el escenario de la Sala White a estudiantes, profesores y maestros de la talla de Vicente Monterrey, figura clave de la enseñanza y esencial instrumentista, lo que fue un privilegio, que sin dudas prestigió el festival.
A veces la realidad de un evento, no se conoce si no se vive desde adentro, desde las primeras reuniones del maestro clarinetista Roberto Medina, quien reside en República Dominicana y coordina allá un evento de este instrumento, con los clarinetistas Yoania Calama, Yoleidys Valderrama y José Ernesto Rodríguez. ¿Cómo lograrlo desde las alianzas? ¿Qué es lo mejor para esta edición?
Todo fue difícil, pero a la vez fácil, por la colaboración de cada uno de los implicados, instituciones de la enseñanza y de la cultura matancera, otros artistas, fundamentalmente de agrupaciones musicales de Matanzas, y pienso en la Camerata José White, la Banda Provincial de Concierto, Vanesa Herrera, el aporte de jóvenes pianistas acompañantes y de la figura emblemática de Elvira Santiago.
Notable fue la presentación de los maestros Yoleidiys Valderrama, José Ernesto Rodríguez y Sabrina del Riego Trujillo, graduada de nuestra escuela, y que actualmente reside en Valencia, con un notable currículo, a pesar de su juventud, y un ídolo a imitar por las nuevas generaciones, por su estilo, virtuosismo y calidad humana.
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Esencial fue el apoyo de los padres de los alumnos de la Escuela Vocacional de Arte y Escuela de Nivel Medio de la especialidad, en esas franjas de la existencia de un evento que se mueve entre lo artístico y una producción, que aunque sencilla, humilde, con respecto a otros eventos avasalladores, necesita siempre de aspectos esenciales, como la transportación, hospedaje y alimentación, que vienen siendo un punto, que está entre lo que debe ser fácil, pero el contexto dificulta.
Por ello debe apuntarse, que fue un evento sencillo y a la vez, fundamental, que visibilizó, potenció y aunó a los clarinetistas de varias generaciones, alrededor de un instrumento que en Matanzas ha tenido su historia, tradición y figuras de significación, que hoy viven en la ciudad o andan desperdigados por el mundo, deseosos de participar en la segunda edición. Este fue un evento seductor, cuyos resultados van a contribuir a nuevas convocatorias.
Creo que un logro fue propiciar el desarrollo de los jóvenes talentos, con talleres, clases magistrales y participación como espectadores o concertistas. Creo que incluso, los acercó en los procesos de ensayo o en las clases.
Significativo fue ser testigo de un repertorio variado y complejo, difícil y de alta calidad en la interpretación, que pasa por lo cubano y lo universal. Un lujo, ser testigo del concierto del maestro de maestro Monterrey, pero también del virtuosismo de Yoledys Valderramas, José Ernesto Rodríguez, Roberto Medina y Sabrina del Riego, junto con nuevos talentos de nuestras escuelas, a los cuáles un evento de este tipo potencia en su formación artística y en la profesión, disciplina, rigor, colaboración con el otro, respeto al instrumento y ética. Hermoso la exposición Melofonía, de los estudiantes de artes visuales, en la Sala White, gran protagonista de este suceso. Sus obras expuestas, fueron sugestivas, provocadoras y rindieron homenaje al clarinete, pero también a otras zonas de la música, como el jazz, por ejemplo.
El próximo año que debe celebrarse la segunda edición, seguro será superior; pero este fue un evento memorable. La Dirección Provincial de Cultura ha confirmado su interés en potenciarlo, lo que es lo más lógico, pues la función de muchos, es viabilizar y visibilizar, apoyar proyectos nuevos y renovadores. Por lo tanto deben ponérselo en su agenda la Empresa Rafael Somavilla, la UNEAC y su sección de música, la enseñanza artística y creo que es vital, la participación de la AHS, porque este es un evento de jóvenes, que son o pueden ser miembros, porque son los mayores protagonistas del Festival de Clarinete, Ciudad de los Puentes.
Como espectador y colaborador, fue un placer ser partícipe de este viaje intenso al universo del clarinete en la ciudad de Matanzas.
Merecido los reconocimientos, y también los aplausos.
(Fotos de Sergio Martínez)