Finalmente, con todos los honores póstumos merecidos, fueron inhumados los restos del combatiente Máximo Ramón Jaureguí Díaz en un nicho reservado desde hacía tiempo en el panteón a los caídos en la gesta de Playa Girón. Junto a sus compañeros de lucha, a partir de ahora, el mártir reposa por la eternidad en este sitio venerado por el pueblo cienfueguero en el cementerio Tomás Acea, de la ciudad de Cienfuegos.
Tal y como lo destacó en la solemne ceremonia Marydé Fernandez López, primera secretaria del Partido en la provincia, tras casi seis décadas la familia sufrió el peso de la incertidumbre por no conocer el lugar donde había sido enterrado el joven miliciano, integrante del glorioso Batallón cienfueguero 339, de los primeros en enfrentar la invasión mercenaria por Bahía de Cochinos, el 17 de abril de 1961.
Desde agosto de 2019, rememoró la también miembro del Comité Central, una luz de esperanza se encendió en las arenas de Playa Girón cuando la noticia de un hallazgo comenzó a remover la historia y la confirmación positiva de su identificación absoluta cambió para bien de todos el rumbo de los acontecimientos”.
Al reseñar la corta pero fecunda vida de este hijo de la barriada de Caunao, la dirigente política resaltó los valores humanos y patrióticos de quien desde muy temprana edad supo ponerse al lado de sus hermanos de clase, por eso se le vio desde el mismo triunfo del Primero de Enero de 1959 como un miembro más en las Milicias Nacionales Revolucionarias, con la que participó en la llamada Limpia del Escambray contra los bandidos alzados en las lomas de esta agreste región del centro sur de la Mayor de las Antillas.
“El coraje, la valentía y su indiscutible definición de revolucionario les corría por las venas. Hoy sabemos que heredó de su madre ese compromiso por Cuba, la misma que expresó «si todos tenemos que dar nuestras vidas, gustosos debemos de darla. Prefiero que me traigan a un hijo muerto a que me digan que ha sido un traidor». «¡Descansa en paz, héroe, tu tierra te recibe para siempre, tal como en los últimos segundos de vida te contempló orgullosa la Patria”, exclamó la primera secretaria del Partido.
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Mientras realizaban labores constructivas de excavación en los alrededores de una de las cabañas del complejo turístico de Playa Girón, un grupo de trabajadores encontró restos humanos en el lugar. El peritaje de especialistas de Criminalistas y de Antropología forense de Matanzas, luego de las investigaciones y pruebas científicas practicadas, determinó que las partes óseas y pertenencias personales correspondían a la identidad de Máximo Ramón Jaureguí Díaz.
Jaureguí, junto a los demás compañeros del Batallón 339, fue de las primeras fuerzas militares destacadas en la zona donde presumiblemente podría producirse un desembarco enemigo, luego del ataque a bases aéreas cubanas. Efectivamente fue ese punto de la geografía cubana el escogido para la invasión, y resultaron los milicianos cienfuegueros quienes tuvieron que reprimir los ataques iniciales.
En la heroica gesta de Girón cayeron 28 combatientes de esta tierra sureña, la mayoría del “339”, aunque fueron cuatro los batallones de Cienfuegos, con más de dos mil efectivos, los que participaron en la contienda. En total 176 cubanos ofrendaron sus vidas en esta épica página de la historia, en la que en menos de 72 horas se le propinó una aplastante derrota a la aventura mercenaria, preparada y financiada por el gobierno de los Estados Unidos.
En el propio túmulo funerario de “Tomás Acea” aparece una frase lapidaria del Líder Histórico de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro, en la que reza: «¡Vivan eternamente los que cayeron en Girón!. Seremos fieles a su ejemplo, a su memoria”.
(Tomado del sitio web del periódico 5 de Septiembre)
